Lais. María de Francia. Milón. Un bonito lai, en el que sí encontramos aquella reconciliación de la que hablaba el otro día (Aunque no sé si es la palabra). Un par de detalles: "En las ciudades por las que pasaban descansaban siete veces al día, hacían amamantar al niño, vestirlo de limpio y bañarlo." Se nota que esta frase está escrita por una mujer; el trabajo y el detalle de cuidar a un niño pequeño que sólo una madre sabe. Un padre también, claro, pero seguro que un hombre lo habría escrito de forma distinta, dando importancia a otras cosas, como la velocidad de los caballos o el tamaño del carruaje, por ejemplo. (Esta frase es un poco una broma, pero no del todo.) La otra frase que quiero destacar es la última: "Con gran dulzura vivieron después noche y día." ¡Que manera más bonita de decirlo!
Friday, September 01, 2006
La velocidad de los caballos
Lais. María de Francia. Milón. Un bonito lai, en el que sí encontramos aquella reconciliación de la que hablaba el otro día (Aunque no sé si es la palabra). Un par de detalles: "En las ciudades por las que pasaban descansaban siete veces al día, hacían amamantar al niño, vestirlo de limpio y bañarlo." Se nota que esta frase está escrita por una mujer; el trabajo y el detalle de cuidar a un niño pequeño que sólo una madre sabe. Un padre también, claro, pero seguro que un hombre lo habría escrito de forma distinta, dando importancia a otras cosas, como la velocidad de los caballos o el tamaño del carruaje, por ejemplo. (Esta frase es un poco una broma, pero no del todo.) La otra frase que quiero destacar es la última: "Con gran dulzura vivieron después noche y día." ¡Que manera más bonita de decirlo!
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