Lais. María de Francia. El pobrecillo. He aquí un lai, que, si no fuese por la notas al pie, no hubiera entendido. En este lai sí que hay aquello que yo llamo reconciliación, y que no sé si es la palabra, aunque en un principio no lo parezca. Al final queda un pretendiente, y a pesar de su estado, eso no debería privarlo de hacer el amor cortés, de hablar con su dama y de luchar por ella. Si antes la dama no se metía en la cama con ninguno de los cuatro cuando podía escoger uno, ¿por qué se lamenta de no poder hacerlo ahora? ¿No pueden continuar teniendo la misma relación que tenían hasta entonces? Me parece mejor tenerla con uno que tenerla con cuatro, por más platónica que sea. Por eso no me parece tanta desgracia para ella. Al fin y al cabo se queda igual, menos admirada, eso sí. Pero para el caballero si que debe serlo, de desgracia. ¡Ahora que la tenía para él solo!
Monday, September 25, 2006
Impedimentos
Lais. María de Francia. El pobrecillo. He aquí un lai, que, si no fuese por la notas al pie, no hubiera entendido. En este lai sí que hay aquello que yo llamo reconciliación, y que no sé si es la palabra, aunque en un principio no lo parezca. Al final queda un pretendiente, y a pesar de su estado, eso no debería privarlo de hacer el amor cortés, de hablar con su dama y de luchar por ella. Si antes la dama no se metía en la cama con ninguno de los cuatro cuando podía escoger uno, ¿por qué se lamenta de no poder hacerlo ahora? ¿No pueden continuar teniendo la misma relación que tenían hasta entonces? Me parece mejor tenerla con uno que tenerla con cuatro, por más platónica que sea. Por eso no me parece tanta desgracia para ella. Al fin y al cabo se queda igual, menos admirada, eso sí. Pero para el caballero si que debe serlo, de desgracia. ¡Ahora que la tenía para él solo!
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