Vendré de noche a robarte las palabras, vendré de noche y decompondré tus sueños, vendré de noche a hacer mías las palabras que vomitas con tanta gracia. Vendré de noche a robarte el secreto de juntar las perlas para hacer un collar, vendré de noche a decomponer los versos que te envidio, vendré de noche a hacer mía la arquitectura de tus poemas. Te robaré la musa, te decompondré la inspiración, haré mía tú magia. Vendré a robártelos, a descomponértelos, a hacérmelos míos. Escribiré tus palabras, tus frases, tus versos. Seré la autora de tus poemas, y, por fin, la escritora, seré yo.
Wednesday, May 09, 2007
El interrogante
Me llega un meme. Se trata de explicar alguna anécdota personal que hayamos vivido con algún escritor. Bien, yo, de escritores "de verdad", he conocido más bien pocos. Se pueden contar con los dedos de una mano. Una vez asistí a unas clases de escritura creativa que daba Mercè Company. La recuerdo principalmente porqué puso un interrogante al lado de un párrafo que yo había escrito. ¡Un interrogante! Lo que más que reventó no fue el interrogante en si, sino el hecho de que estaba justificado: yo había querido escribir una cosa y había acabado escribiendo otra: al final la frase no había quedado bien equilibrada. En aquella misma aula, cogí entre mis manos una hoja de papel en blanco como si hubiese sido la tierra roja de Tara y me prometí a mi misma poniendo a Dios por testigo que nunca más volvería nadie a poner un interrogante al lado de un párrafo mío. Y hasta ahora.
Vértebra:
jugando en los campos del señor
Monday, May 07, 2007
Paciencia
Pido perdón por publicar –otra vez: reincidente, además – tantos posts de golpe. Tengo un problema momentáneo con la publicación, pero el ritmo de escritura es el mismo de siempre. Cada vez que tengo oportunidad de publicar recupero el tiempo perdido y los mensajes que aparecerían en cuatro días escalonadamente aparecen juntos a los cuatro días sin publicar nada; en principio, debería ser lo mismo. Espero poder volver en un espacio de tiempo más o menos breve a mi ritmo habitual. Mientras tanto, pido un poco de paciencia. Al fin y al cabo, no obligo a nadie a leerme, y como siempre, publico básicamente para mi misma.
Palabras sabias
"Su Majestad se interesó por saber si estaba escribiendo algo. Contestó que no, pues había contado al mundo prácticamente todo cuanto sabía, y se veía necesitado de leer más para adquirir nuevos conocimientos."
Samuel Johnson
(en la biografía de James Boswell)
Liebre
Ayer por la radio oí una canción sobre platos de cocina que hacia: "y liebre Chateaubriand". ¡"Liebre Chateaubriand"! ¡Que te juegas que eso debe ser un plato que debe explicar Chateaubriand a su libro! ¿Devió inventarla él, la receta? A ver si llego pronto a este trozo. Tiene aspecto de ser un manjar delicioso, esta "liebre Chateaubriand". (Carai, como si yo supiese, de cocinar...)
Ligero matiz sobre Shakespeare
Con lo que dije el otro día sobre Shakespeare, hay quien puede pensar que no tengo sangre en las venas: dije que Shakespeare era "difícil". ¡No se me ocurrió nada más que decir que era difícil! Me parece que no me expliqué bien. Dije eso en vez de decir lo que realmente pasó, y es que Shakespeare me hizo vibrar. Pero, ¿no había dicho...? La explicación es fácil: la tele y el cine. La primera vez que vi Romeo y Julieta, fue por la tele, en una obra sin apenas decorados. Sólo vi las últimas escenas, pero fue la cosa más apasionante que he visto nunca por televisión. Yo no sabía que aquello era Shakespeare ni Romeo y Julieta, pero lo acabé deduciendo. Otras veces he vuelto a ver la obra en películas y siempre me ha apasionado, aunque la conozco. Hamlet la vi en el cine, en una versión llena de adrenalina. Vibré. Y vibrar quiere decir moverse algo dentro. Otras veces que la he visto no me ha hecho tanto efecto, pero continua gustándome. Otelo ya despierta en mi sentimientos más contradictorios. Me produjo rabia, una rabias enorme hacia los protagonistas masculinos, pero reconozco que el proceso de progresivo engaño que lleva al desenlace me fascinó. Es magistral. Es evidente que no se ha de tener sangre en las venas para que la primera vez que ves una obra de Shakespeare representada no te haga vibrar. Después leí estas tres obras sobre papel. Y aquí es donde las encontré difíciles. Ya sabía qué pasaría. El lenguaje era arcaico. Bonito, pero arcaico. Nunca me ha gustado leer teatro, me cuesta. Yo leo muy rápido, vuelo sobre las líneas: el teatro me obliga a ir poco a poco. Ahora habla el caballero 1. Ahora habla el caballero 2. Pero, ¿quién narices era el caballero 2? De aquí es de donde ha sacado la idea que aún me falta un largo camino hacia Shakespeare. Pero para leerlo, no para verlo representado. Ya sabéis que pienso que el teatro ha de verse representado. Ahora de lo que se trata es de saber si, leyendo las otras obras (por suerte hay muchas) sin saber qué pasará, sin haber visto la película, si me harán vibrar o si las continuaré encontrando difíciles y fuera de mi alcance. No sé qué pasará. ¿Volaré o me arrastraré? Es un reto. ¿O me aconsejáis que corra a buscar la peli?
A las órdenes de la reina
Al epílogo de Tristán e Iseo (la versión francesa) se dice que esta es la historia de Iseo y de su sirviente, Tristán. Esta podría ser la razón por la que Tristán, para ser digno de Isolda, ha de tener tantas habilidades, y en cambio para Isolda es suficiente con ser bella: ella es la reina, él es su sirviente.
Verlas venir
Dice que la previsibilidad en una obra literaria, según los cánones clásicos, es un defecto. Recuerdo mi lectura de Ferragus de Balzac: algunas cosas que pasaron ya se veían venir, las preví. ¿Qué me sorprendió, entonces? La forma. La manera de explicarlo. La estructura. El largo pasaje sobre el cementerio no podía preverlo de ninguna de las maneras; en la primera lectura no me gustó, pero en la segunda me di cuenta que aquello era parte de un universo mucho más amplio que el incluido en aquel libro. De Balzac podemos prever alguna anécdota, pero no podemos prever su universo.
Conocer los clásicos
Un tramvia anomenat text (Un tranvía llamado texto) Vicenç Pagès. Si alguna cosa estoy aprendiendo de este libro es la necesidad de conocer los clásicos, y cuando digo clásicos quiero decir los clásicos grecolatinos.
Vértebra:
las normas de la casa de la sidra
La musa es traviesa
Un tramvia anomenat text (Un tranvía llamado texto) Vicenç Pagès. II. El saber marginado de los escritores. El modelo romántico cree en el talento. El modelo científico cree en la técnica. Y el modelo clásico en una mixtura a partes iguales entre talento y técnica: el talento es la base y la técnica es la culminación.
"El peligro de "dominar el oficio" es que el arte sea simplemente "oficio""
Joan Puig i Ferrater
Vida interior d'un escriptor (Vida interior de un escritor)
"Escribir es fruto de una facilidad natural y de una dificultad adquirida."
Josep Joubert
"Toda inspiración presupone un problema solucionado por facultades inconscientes después que la conciencia haya trabajado en vano."
Joaquim Ruyra
L'educació de la inventiva (La educación de la inventiva)
Me hace gracia la mención negativa a Daniel Cassany. Al principio de llevar el blog releí su libro Descriure escriure (Describir escribir) (misma editorial, misma colección que este) y quizá sí que se equivoca en esto de la inspiración, pero de su libro saqué la idea de que aprendemos inconscientemente los códigos de los grupos a los que nos interesa pertenecer, y que por tanto aprendemos a escribir porque inconscientemente queremos pertenecer al grupo de los escritores que nos gustan. Creo que es la verdad más fundamental que haya dicho nadie sobre la escritura. Y no creo que esté reñida con la inspiración. Creo que es la técnica, el código, lo que se aprende así. Pero la técnica no trabaja sobre el vacío, la técnica ha de trabajar sobre algo: aquí es donde juega su papel la inspiración, misteriosa dama de ojos límpidos o nebulosos según la ocasión.
Va bien saber qué dicen los clásicos sobre el tema. Hay un nuevo ataque a Cassany, a quien se acusa de no conocer a los clásicos.
A las musas las han arrinconado los técnicos como elemento supersticioso. La retórica la han arrinconado los románticos por demasiado técnica. Pero la retórica es una musa, según los clásicos, i que entonces la retòrica no tenia la connotacion negativa que tiene ahora.
Dice que un texto previsible es un texto con un defecto.
"Encontrar la idea es mucho más difícil que hacer el dibujo."
Pancho
(dibujante de Le Monde)
Tiene razón. A mi también me pasa. Encontrar una buena idea para hacer un post me cuesta más que escribir el post en sí.
Dice que los grandes escritores escriben y rescriben muchas veces una misma página. Según Horacio, un texto ha de reposar nueve años en un cajón antes de darlo a conocer...
Vértebra:
las normas de la casa de la sidra
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
"La muerte es aquello que nos impide comunicarnos."
Clara Gamboa Guzmán
(y sé que ahora va a salir algún espiritista a decirme que no, que eso no es cierto...)
Un fantasma en la biblioteca
En la película Seven, Morgan Freeman le dice a Bratt Pitt que la policía guarda el registro de los libros que la gente saca de la biblioteca; gracias a eso, consiguen identificar a quien estaba leyendo la Divina Comedia y saben quien es el asesino. Desde que lo oí, me preocupan los libros que saco de la biblioteca. Por ejemplo, no hace tanto, saqué Carol, de Patricia Highsmith. Lo hice por el morbo. Pero entonces vi que no tenía morbo (de hecho, era muy aburrido), y no lo acabé de leer. Pero yo ya lo había sacado. Si en nuestro país en vez de casar a los homosexuales los persiguieran, ya estaría fichada como a persona con simpatía hacia los homosexuales. Otro ejemplo: Homenaje a Cataluña, de George Orwell. Jamás lo he visto en la biblioteca, ¿pero quien me dice que si lo encontrara y lo sacase, no me pondrían en la lista negra como a persona con simpatías anarquistas? O, pongamos por caso, en mi biblioteca tienen los libros sagrados de todas las religiones. ¿Qué pasaría si me diese por sacar el libro sagrado de cierta religión hoy en día tan polémica? ¿Pensaría la policía que quiero fundar una célula? En fin. Que, por suerte, no creo que nadie controle nada, y cualquier libro de los mencionados podría comprarlo mucho más fácilmente en cualquier librería: nadie sabría que lo tengo yo y el resultado sería el mismo; por tanto, me parece que controlar los libros que la gente saca de la biblioteca es algo absurdo. Pero la paranoia ya ha echado raíces en aquel lugar oscuro de mi mente donde se atelarañan los fantasmas, y me lo pienso mucho antes de sacar nada...
El secreto de un buen caldo
_ Carai, ¿lo has visto? ¡Lo ha vuelto a hacer!
_ Tienes razón, qué rabia hace esta tía, ¡cocina mejor que nosotros!
_ ¿Tú crees que su caldo es mejor que el nuestro?
_ Se trata de un caldo especial, de una tierra especial. Definitivamente es mejor: tiene otro gusto, está más ligado, hay picatostes...
_ ¿Crees que el arte de la cocina lo ha aprendido o que le sale de dentro?
_ ¿Por qué lo dices? ¿Para que nos explique el secreto?
_ Sí, sí, que nos diga como lo hace. Qué ingredientes pone. En qué se inspira. Necesitamos saberlo. Exigimos saberlo.
_ No creo que con exigencias consigas nada. Hacer un caldo como este es como oler una flor, requiere delicadeza.
_ Si su caldo fuese un indígena, podríamos hacerle una foto y robarle el alma.
_ Pero a pasar que revientes de envidia, no prefieres paladearla ignorando los ingredientes que no desmontarla como si fuese una muñeca rusa? ¿Qué harías tú con un montón de ingredientes? Con los ingredientes solos no haces nada, hace falta una arte especial para conjugarlos... y eso no puede copiarse..
_ ¿Crees que haremos un caldo tan deliciosos como el suyo algún día?
_ De ilusiones también se vive...
Un tranvía llamado texto
Un tramvia anomenat text (Un tranvía llamado texto) Vicenç Pagès. I. La novedad es hija del olvido. Sólo leer la introducción, ya he sabido que este libro me gustaría. La manera clara, sincera y documentada en que se expresa el autor me llega y conecta conmigo. Me gusta eso que dice que los límites del lenguaje son los límites de nuestro mundo. De todos modos, yo añadiría que en nosotros hay instintos que se escapan a aquello que puede ser expresado mediante el lenguaje. Podríamos decir que vivimos el mundo a través del lenguaje y de los instintos.
Nunca había leído el típico esquema emisor-mensaje-receptor tan bien explicado, de una forma tan imaginativa, ilustrativa e inteligible. No sabía que la vieja y consabida teoría pudiese explicarse de una manera tan interesante. Pienso que este trozo debería leerse en las escuelas. Acaba el capítulo con una sentencia de impacto: la sociedad no nos enseña a escribir, pero nos obliga a saber hacerlo. Así como se hacen muchos esfuerzos para que aprendamos a hablar, una vez alfabetizados nadie se preocupa que aprendamos a escribir bien. Esta paradoja es la base de este libro. Continuo leyendo.
Vértebra:
las normas de la casa de la sidra
La nariz de Cleopatra
El hecho que Chéjov muriese prematuramente mientras Gorki vivía y se convertía en un icono del comunismo, me hace plantearme lo siguiente: ¿cual hubiese sido la reacción de Chéjov ante la revolución rusa?
(Ves, aquí me gana la opinión de mi librero sobre que no puede evitarse la política.)
Vértebra:
el príncipe de los zapatos cómodos
Castillos en el aire
El Quijote. Cervantes. Capítulo XXI. Hete aquí una aventura que le sale bien al Quijote: se gana el famoso "yelmo de mambrino", que él cree de oro, y que en realidad es una palangana de barbero, y es de latón. Pero, como siempre, lo importante es la conversación. En sus fantasías, en sus castillos en el aire, El Quijote y Sancho ya se ven ya rey y conde respectivamente. Me hace gracia que el Quijote espera obtener el reino luchando, pero también casándose con la infanta, la hija del rey. Donde queda Dulcinea aquí? Se le ha borrado completamente de la mente, cuando en el mismo capítulo loaba su belleza incomparable. Sancho que ya está casado, ya paladea casarse con una de las damas de la infanta. ¡Hombres! Supongo que soñar es gratis. En este destino que sueñan El Quijote y Sancho, Cervantes parodia los lugares comunes de los libros de caballerías, y recrea el esquema de Tirant lo Blanc, como nos hacen notar las notas.
Thursday, May 03, 2007
A vueltas con la novela
Recuerdo que dije que Borges no había escrito ninguna novela ni había creado ningún personaje porque no tenía aquella "visión sobre las personas" que tienen los grandes novelistas. Él hacia literatura sobre la literatura. Pero, hete aquí que ahora me encuentro con Chéjov, un escritor que, a pesar de que tampoco escribió ninguna novela, de él sí que no puede negarse que tenía "visión sobre las personas" (como lo demuestran sus cuentos y sus obras de teatro) ¿Por qué Chéjov no escribió ninguna novela, entonces? A Sin trama... se defiende la brevedad. Pero esta es una razón muy simple. También dice que no debe haber un exceso de personajes, pero eso me parece que no tiene nada que ver. Supongo que es difícil, sin conocer el tema fondo, dar con la respuesta (quizá simplemente no le interesó): es algo que no puedo saber, a pesar que es una pregunta que me hago; queda en el aire, de momento. En todo caso, es una prueba más que no se puede ser una gran escritor sin escribir novelas. (Y ya sé que eso de la novela como medida de todas las cosas en literatura es una obsesión mía que tampoco es demasiado justa ni tiene fundamento. Teóricamente, soy consciente que un buen cuento puede valer tanto como una novela. Pero a la práctica... siento más una novela... no sabría como decirlo... )
Radiografía
Sin trama y sin final. 99 consejos para escritores. Antón Chéjov (edición de Piero Brunello). Un libro muy corto, que se lee rápido y con interés. Es una buena y breve muestra de la correspondencia de Chéjov. Yo diría que no es tanto un libro de consejos como una radiografía de un alma escritora. Es decir, que sirve más para conocer a Chéjov que para aprender cosas sobre la escritura, aunque hay consejos muy útiles y razonables. Chéjov es una persona que escribe con la razón. Me quedo con su mentalidad, su amplitud de miras y su modestia. Ya no sólo es el hecho de ser un escritor más o menos bueno, también es el hecho de ser una persona excepcional, como lo demuestran estos fragmentos.
Vértebra:
el príncipe de los zapatos cómodos
Cuestión de edad
Sin trama y sin final. 99 consejos para escritores. Antón Chéjov (edición de Piero Brunello) Se reproducen algunos fragmentos de cartas que Chéjov escribió a Maksim Gorki, otro peso pesado de las letras rusas. Recuerdo que leyendo el libro Fins a la mort (Hasta la muerte), de Louis Aragon (eso fue antes de llevar el blog), fui al entierro de Gorki. Era una especie de icono del comunismo. Eso me hace pensar que si se escribían, y Gorki vivió la revolución, o debía vivir hasta una edad muy avanzada o debía ser mucho más joven que Chéjov. El caso que yo me imagino a Chéjov joven, ya Gorki mayor. Lo busco: Antón P. Chéjov (1860-1904), Maksim P. Gorki (1868-1936). Ah. No es que fuese más joven; es que vivió mucho más. Chéjov murió pronto.
Vértebra:
el príncipe de los zapatos cómodos
Ejercicio de autoestima
Un amable comentario (como lo son todos), pone sobre la mesa un tema que me ha hecho pensar: si hacer el blog es o no es una cuestión de ego, de mirarse el ombligo. Comprarse un coche puede ser una cuestión de ego. Vestir ropa elegante puede ser una cuestión de ego. Presumir de haber ido de viaje a un lugar exótico y remoto puede ser una cuestión de ego. Por tanto, ¿qué mal hay si nuestro ego nos lleva, no a comprarnos un coche, no a vestir como si fuéramos modelos, no a ir a la Con Chinchina, sino a escribir, y a recibir el interés y los elogios de los demás por ello? (Digo elogios porque eso de los blogs no es más que un peloteo mutuo incesante, tiene que reconocerse, aunque hay quien dice que también recibe comentarios negativos). Yo creo que sí, que escribir, no ya un blog, sino simplemente escribir, es una cuestión de ego. Pero el ego nos podría llevar a hacer cosas mucho más aburridas. Y de acuerdo que los que escribimos un blog lo único que hacemos es mirarnos el ombligo (he hecho eso, he leído aquello, he ido aquí, sueño con ir más allá...), pero la egolatría a pequeñas dosis ya es conveniente: hacer el blog puede ser un saludable ejercicio de autoestima. Si una no se interesa por si misma y por sus propias batallitas, ¿quien lo hará?
Más consejos
"En un cuento la mentira resulta más molesta que en una conversación."
"Lo mejor de todo es no describir el estado de ánimo de los personajes; hay que tratar de que se desprenda de sus propias acciones..."
"Pero los grandes escritores y artistas sólo deben ocuparse de la política en la medida en que tienen que protegerse de ella."
Sin trama y sin final. 99 consejos para escritores. Antón Chéjov. Segunda parte. Cuestiones particulares.
"Lo mejor de todo es no describir el estado de ánimo de los personajes; hay que tratar de que se desprenda de sus propias acciones..."
"Pero los grandes escritores y artistas sólo deben ocuparse de la política en la medida en que tienen que protegerse de ella."
Sin trama y sin final. 99 consejos para escritores. Antón Chéjov. Segunda parte. Cuestiones particulares.
Vértebra:
el príncipe de los zapatos cómodos
Tuesday, May 01, 2007
Orden interior
Els llibres (Los libros) Manuel António Pina. Libro primero. Aquí acabo los poemas de la primera parte. Son unos poemas que me han gustado mucho, están a la altura de El grito. Son unos poemas en los que la palabra es la protagonista, la posibilidad y la imposibilidad de comunicarse, los señales hechos con palabras; la palabra como medida de todas las cosas. Unos poemas que, más allá de las citas que puedan contener, en palabras de Margarit, aumentan nuestro orden interior.
¿La bendición del estudio produce tristeza?
Tristán e Isolda. Gottfried von Strassburg (páginas 220-225) Tristán es educado por el mariscal y su esposa como si fuese hijo suyo, y aprende a hablar y a escribir muchas lenguas, a tocar instrumentos y a cantar, a montar a caballo, a luchar y a cazar. Es decir, todas aquellas habilidades que harán de él el excelente caballero que será. Entonces, a los catorce años, es secuestrado por unos comerciantes noruegos impresionados por sus habilidades y abandonado por ellos en las costas de Cornualles. El destino, una vez más.
El autor nos habla de la tristeza que produce en Tristán la bendición del estudio y el trabajo intelectual, quizá para demostrar la justicia del nombre que lleva. Esta (el estudio como fuente de tristeza) es una idea nueva para mi. Siempre había pensado que el estudio producía placer, satisfacción y alegría. Y hete aquí que se nos dice que a Tristán también le produce tristeza. Yo no estoy de acuerdo en eso, a mi jamás se me hubiera ocurrido, y creo que el autor está buscando intencionadamente que Tristán esté triste, para hacer honor a su nombre. Aunque no digo que una persona que estudie mucho o que lo haga por obligación no pueda ser llevada a la melancolía.
Una cosa que no queda clara es el tipo de relación que tiene Tristán con los hijos de su protector. Parece que deberían ser como hermanos, y en cambio se ve claramente que hay una diferenciación entre ellos. Quero decir que, aunque la gente no lo sepa, el autor sí que sabe de quien es hijo Tristán, y no lo olvida.
El autor nos habla de la tristeza que produce en Tristán la bendición del estudio y el trabajo intelectual, quizá para demostrar la justicia del nombre que lleva. Esta (el estudio como fuente de tristeza) es una idea nueva para mi. Siempre había pensado que el estudio producía placer, satisfacción y alegría. Y hete aquí que se nos dice que a Tristán también le produce tristeza. Yo no estoy de acuerdo en eso, a mi jamás se me hubiera ocurrido, y creo que el autor está buscando intencionadamente que Tristán esté triste, para hacer honor a su nombre. Aunque no digo que una persona que estudie mucho o que lo haga por obligación no pueda ser llevada a la melancolía.
Una cosa que no queda clara es el tipo de relación que tiene Tristán con los hijos de su protector. Parece que deberían ser como hermanos, y en cambio se ve claramente que hay una diferenciación entre ellos. Quero decir que, aunque la gente no lo sepa, el autor sí que sabe de quien es hijo Tristán, y no lo olvida.
El traje nuevo del emperador
Si alguien es observador, se preguntará qué hace un enlace a una página de ciclismo en un blog sobre libros. Bien, resulta que mirar ciclismo por televisión es una de mis aficiones, o era, porque desde que parece que van todos dopados... El enlace lo puse cuando estalló la operación puerto, como una manera de apoyar a los ciclistas. Yo no creo que, aunque se dopen, ellos sean los culpables. No les queda otro remedio. Una vez leí una entrevista a un ciclista en que decía que en su primer año de profesional, llegaba a los puertos cuando ya habían quitado la pancarta. Dice que no sabía si no había entrenado bien o que, pero que a partir del segundo año la cosa se solucionó. Evidentemente, él no lo dijo, pero.. yo lo que creo es que no era una cuestión de entrenamiento: lo que pasó es que empezó a doparse, como hacían todos los demás, como las casas comerciales les presionan para que hagan, y claro, así empezó a llegar arriba como los demás. Estas pruebas son tan duras que alguien que no se tome nada no las aguanta. A mi, ya digo, no me molesta tanto que se dopen como la hipocresía que hay en todo esto: la presión de los resultados por encima de todo. Por un buen resultado parece que valga la pena todo. Si les exigimos cosas sobrehumanas y los felicitamos por hacer cosas que una persona normal no haría, ¿no es culpa nuestra que para hacerlo se "ayuden"? Decimos que lo importante es participar, pero, en realidad, a lo que damos realmente valor es a ganar. ¿Como puede ser que el que quedó primero en siete tours seguidos no se dopara si los que quedaban segundos y terceros (y quedaban segundos y terceros porque no podían más), iban hasta las cejas? Y conste que yo no le culparía si fuera así. Si van todos dopados, eso los pone a nivel como si ninguno lo fuera, y quien sube el puerto y da pedales y suda no es la sustancia que se haya podido tomar, es el ciclista. En fin, que yo creo que al dopaje los ciclistas (y los deportistas en general), se ven obligados, no es algo que puedan escoger si quieren conseguir unos resultados mínimamente decentes. Y que hay mucha hipocresía en todo ello.
Breve crónica breve
Estoy en casa. Imposible publicar nada. Sé de un lugar donde tienen ordenadores. No tienen word, son tan modernos que usan linux y open office, que no son compatibles. Imposible publicar nada. Pienso en otro lugar. Son las diez de la mañana y no abren hasta la tarde. Imposible publicar nada. Me hablan de un cibercafé... precisamente cuando lo necesito, llueve e Internet no funciona. Imposible publicar nada. Me vuelvo para casa a jugar al tetris... por ahora, jugar al tetris es mi metadona. La verdad es que tal y como sufro por no poder publicar (espero que cuando leáis esto ya se haya solucionado), debería hacérmelo mirar. Simplemente, no puede ser estar tan enganchada a una cosa. A una cosa tan absurda, además, como publicar un blog sobre libros. ¿Debería plantearme seriamente dejar de hacer el blog? Que tengo una personalidad adictiva, siempre lo he sabido, desde que me enganché al solitario del Windows. No podría entrar en un casino. Acabaría jugándomelo todo. Siempre he estado enganchada a alguna cosa u otra: a alguna serie de televisión, a algún programa de radio, a alguna lista de correo, a intercambiar correos-e con alguien... Una adicción ha se ha ido transformando en otra y no ha pasado nada. Cosas que en otro tiempo me absorbían, ahora no me dicen nada. Ahora toca estar enganchada al blog. Demasiando tiempo libre, demasiado tiempo por llenar, demasiado tiempo para aburrirme. Puedo continuar leyendo y escribiendo, guardando los textos en el ordenador. Pero, ay, no es lo mismo. Esa sensación de "publicar" una vez has acabado de escribir y corregir... Se trata de una tontería tan grande... pero no es leer lo que me ha enganchado (leo desde siempre), no es escribir lo que me ha enganchado (escribo desde los catorce), ¡lo que me ha enganchado es publicar! La posibilidad de que alguien lea lo que escribo, aunque realmente no lo lea nadie, porque ya sé que... pero: la posibilidad. ¿Tengo el alma exhibicionista? ¿Tan vacía está mi vida que tenga que engancharme a la posibilidad de tener lectores? Claro y limpio, no puede ser. ¿Quién manda aquí, yo o el bloc? El blog me susurra: "publícame, te sentirás incomparablemente bien". Pues no señor, no me da la gana. Tengo que poder prescindir de ello. Y prescindiré. Si algo engancha de tal forma que no puedes prescindir de ello, es que no es bueno. Debo replanteármelo, eso... Demasiado tiempo libre, ay...
El blog como laberinto
El blog es una hoja en blanco. El blog es una hoja en blanco que me permite escribir. El blog es una hoja en blanco que me permite escribir y dar forma a mis sueños. El blog es una hoja en blanco que me permite escribir y dar forma a mis sueños transitando por caminos interiores. El blog es una hoja en blanco que me permite escribir y dar forma a mis sueños transitando por caminos interiores, perdiéndome por el laberinto de lo que otros han escrito antes que yo.
Boxeando
El otro día oí por la radio que había un boxeador que una vez durante un combate podía haber dejado k.o. a su contrincante al primer asalto, pero prefirió no hacerlo e ir dándole golpes para que durase más y así hacerlo sufrir. Este boxeador fue escogido "mejor "deportista" de todos los tiempos." Yo entiendo que lo que hay de vil en la naturaleza humana ha de salir de alguna manera, ni que sea disfrutando en combates como este, pero yo me pregunto: ¿no vamos todos un poquito equivocados respecto a lo que es realmente valioso?
Sangre fresca
Mi librero me regaló un libro donde se recogen las opiniones sanguinarias que, a lo largo de la historia, los escritores han manifestado los unos contra los otros: Escritores contra escritores, de Albert Angelo. Ahora lo estaba hojeando. Es un libro realmente deprimente. Lo más criticones: Bolaño, Aira, Amis y Nabokov. Parece que ellos sí que tenían un canon literario realmente exigente. El autor que recibe más críticas, no lo diríais nunca: ¡es Shakespeare! Y una perla de Graham Greene: "a la gente a la que le gustan la citas le gustan también las generalizaciones sin sentido." Carai, pues a mi me encantan, tú. Una frase que me ha gustado de Anthony Powell: "La propia Virginia Woolf nunca pudo acostumbrarse al hecho de que, si escribes libros, tarde o temprano alguien será grosero con ellos."
Leyendo a todos estos escritores sacando ranas por la boca los unos contra los otros, no sabéis como me alegro de tener una página "blanca", donde no se sacan las tripas a nadie. No dormiría tranquila pensando que tengo hiel en la pluma. Hago un chiste inocente y ya me siento incómoda...
Leyendo a todos estos escritores sacando ranas por la boca los unos contra los otros, no sabéis como me alegro de tener una página "blanca", donde no se sacan las tripas a nadie. No dormiría tranquila pensando que tengo hiel en la pluma. Hago un chiste inocente y ya me siento incómoda...
Algunos consejos
"Dios mío, no permitas que juzgue o hable de lo que no conozco y no comprendo."
"Lo he visto todo; no obstante, ahora no se trata de lo que he visto, sino de cómo lo he visto."
"Tiene usted razón cuando exige del artista la conciencia de la propia labor, pero confunde usted dos conceptos: la solución del problema y su planteamiento justo. Para el artista sólo esto último es obligatorio. En Ana Karenina y en Onegin no se resuelve ningún problema; ahora bien, esas obras son plenamente satisfactorias porque en ellas todas las cuestiones están planteadas justamente."
Sin trama y sin final. Antón Chéjov. Primera parte. Cuestiones personales.
"Lo he visto todo; no obstante, ahora no se trata de lo que he visto, sino de cómo lo he visto."
"Tiene usted razón cuando exige del artista la conciencia de la propia labor, pero confunde usted dos conceptos: la solución del problema y su planteamiento justo. Para el artista sólo esto último es obligatorio. En Ana Karenina y en Onegin no se resuelve ningún problema; ahora bien, esas obras son plenamente satisfactorias porque en ellas todas las cuestiones están planteadas justamente."
Sin trama y sin final. Antón Chéjov. Primera parte. Cuestiones personales.
Vértebra:
el príncipe de los zapatos cómodos
El rival
La creació del món. (La creación del mundo) Miguel Torga. El tercer día (páginas 174- 176) Su primer caso como médico ya esconde toda una historia de pasiones...
Decadencia y muerte de la literatura
Mundo escrito y mundo no escrito. Italo Calvino. Correspondencia con Angelo Guglielmi a propósito de El desafío al laberinto. Un texto muy difícil de entender, de saber de qué carai está hablando. Lo que yo entiendo: está en contra de las visiones academicistas de la literatura; en la literatura se ha de buscar lo que no se sabe, no las ideas que ya se tienen, que es lo que hacen los académicos. Tampoco no puede partir de cero declarando falso todo lo anterior, sino que se ha de evolucionar a partir de la tradición. En entiende la literatura como cosa viva, que evoluciona a pesar que se digan que está en decadencia y no está de acuerdo con todos estos profesores que la quieren fosilizar y dicen que está muerta.
Cuaderno de naturaleza o La primavera en el balcón
Recuerdo cuando me di cuenta que escribir me gustaba. Estábamos en primavera, y en la escuela nos habían encargado hacer un cuaderno de naturaleza, con observaciones del entorno natural de nuestra casa. Cada día, de buena mañana, miraba el huerto por la ventana y observaba "la naturaleza". Esta básicamente consistía en un cerezo en flor y unos cuantos pájaros. Fue observando ese cerezo y escribiendo lo que observaba que me di cuenta que aquello, observar y escribirlo, me atraía. Que se me abría un mundo. Aún tardaría unos años en empezar mi diario, y entonces aún no lo sabía (quizá lo presentía a medias), pero este gesto, yo escribiendo en una libreta ante el mundo que va mostrándose, se convertiría en muy importante para mi, en algo que me haría sentir bien.
Compromiso
Sin trama y sin final. Antón Chéjov (edición de Piero Brunello) Una idea interesante para concluir esta Introducción: el novelista no ha de servir ninguna causa cuando escribe, pero en cambio ha de estar comprometido como persona. Es decir, que no ha de escribir para mejorar la sociedad pero como persona sí que puede (y quizá ha) de comprometerse con alguna causa que ayude a mejorar el mundo.
Vértebra:
el príncipe de los zapatos cómodos
El paisaje al fondo del cuadro
Memorias de Ultratumba. Chateaubriand. Libro XVII.
Capítulo 1. Su dimisión del cargo que le había dado Napoleón le aporta prestigio. Pasea en solitario y escucha a su musa.
Capítulo 2. Nos habla con muy buen humor de su casera, una dama de ochenta años alrededor de la cual siempre pasan anécdotas divertidas. Hay dos gags, sobretodo, divertidísimos.
A veces, en lo que escribe, hay más cosas de lo que es explícito. Es un escritor que tiene esquinas.
Subrayo epizootia, que significa epidemia del ganado.
Capítulo 3. Hace un viaje. Se encuentra con Madame de Staël, que como animal social que es no está satisfecha con una situación de aislamiento lujoso a la que él no haría ascos. Continua el viaje y otra vez las musas. Los personajes que crea lo alimentan, a su turno.
Capítulo 4. Cita a Rousseau y se pasea por los campos charlando con un amigo; disfruta de excelentes banquetes.
Capítulo 5. Habla de una excursión a una Cartuja, de una tormenta que les cogió por el camino, de Abelardo y Eloísa...
Capítulo 6. Habla de las últimas cartas que le escribe su hermana antes de morir y de cómo le afecta su muerte. "Yo le he hecho una soledad en mi corazón"; ella quería estar siempre sola.
Con tantas idas y venidas es difícil sacar alguna conclusión. Parece que la relación con su esposa es plácida, a pesar de no haberse casado enamorado. Parece que la quiere y que se preocupa por ella, aunque reconoce que tiene mucho carácter (como él mismo), y a pesar que su vida intelectual discurre paralela e independiente de ella. Ella siempre está presente, siempre detrás de tantas idas y venidas, como un paisaje pintado al fondo de un cuadro en el que no nos fijamos, pero que está.
Capítulo 1. Su dimisión del cargo que le había dado Napoleón le aporta prestigio. Pasea en solitario y escucha a su musa.
Capítulo 2. Nos habla con muy buen humor de su casera, una dama de ochenta años alrededor de la cual siempre pasan anécdotas divertidas. Hay dos gags, sobretodo, divertidísimos.
A veces, en lo que escribe, hay más cosas de lo que es explícito. Es un escritor que tiene esquinas.
Subrayo epizootia, que significa epidemia del ganado.
Capítulo 3. Hace un viaje. Se encuentra con Madame de Staël, que como animal social que es no está satisfecha con una situación de aislamiento lujoso a la que él no haría ascos. Continua el viaje y otra vez las musas. Los personajes que crea lo alimentan, a su turno.
Capítulo 4. Cita a Rousseau y se pasea por los campos charlando con un amigo; disfruta de excelentes banquetes.
Capítulo 5. Habla de una excursión a una Cartuja, de una tormenta que les cogió por el camino, de Abelardo y Eloísa...
Capítulo 6. Habla de las últimas cartas que le escribe su hermana antes de morir y de cómo le afecta su muerte. "Yo le he hecho una soledad en mi corazón"; ella quería estar siempre sola.
Con tantas idas y venidas es difícil sacar alguna conclusión. Parece que la relación con su esposa es plácida, a pesar de no haberse casado enamorado. Parece que la quiere y que se preocupa por ella, aunque reconoce que tiene mucho carácter (como él mismo), y a pesar que su vida intelectual discurre paralela e independiente de ella. Ella siempre está presente, siempre detrás de tantas idas y venidas, como un paisaje pintado al fondo de un cuadro en el que no nos fijamos, pero que está.
Italo Calvino habla de Jane Austen
"Amo a Jane Austen porque no la leo nunca pero me alegro de que exista."
Italo Calvino
Italo Calvino
Cautivar
"Yo no soy de los que piensan que la inteligencia humana esté a punto de morir a manos de la televisión; la industria cultural siempre ha existido, con su riesgo de declive general de la inteligencia, pero de ella siempre nació algo nuevo y positivo; diría que no hoy terreno mejor abonado para que surjan valores auténticos que el terreno nauseabundo de las exigencias prácticas, de las demandas del mercado, de la producción para el consumo: de ahí nacieron las tragedias de Shakespeare, los folletines de Dostoievski y las películas de Chaplin".
"La definición de la novela como narración cautivadora, como técnica para atrapar la atención del lector haciéndole vivir en un mundo ficticio, participar en hecho de gran carga emotiva, y obligándole a continuar la lectura por curiosidad de ver "qué pasará después"."
"La novela histórica puede ser un excelente sistema para hablar del presente y de uno mismo."
Mundo escrito y mundo no escrito. Italo Calvino. Respuestas a 9 preguntas sobre la novela.
(y no os perdáis sus opiniones llenas de color sobre sus novelistas preferidos; en especial, es curioso lo que dice sobre Jane Austen)
"La definición de la novela como narración cautivadora, como técnica para atrapar la atención del lector haciéndole vivir en un mundo ficticio, participar en hecho de gran carga emotiva, y obligándole a continuar la lectura por curiosidad de ver "qué pasará después"."
"La novela histórica puede ser un excelente sistema para hablar del presente y de uno mismo."
Mundo escrito y mundo no escrito. Italo Calvino. Respuestas a 9 preguntas sobre la novela.
(y no os perdáis sus opiniones llenas de color sobre sus novelistas preferidos; en especial, es curioso lo que dice sobre Jane Austen)
Lady Punk
El otro día sonreía al recordar una definición de punk que oí en mi adolescencia: un punk era aquel o aquella que subía al escenario a cantar, a expresarse, aunque no tuviese ni idea. No sé si los punks de ahora, si es los hay, estarían de acuerdo con esta definición. En todo caso hacer el bloc ya es un poco eso: crear un bloc y subir al escenario a escribir, a expresarte, aunque no tengas demasiada idea. Ahora yo también me siento punk...
Honorabilidad
Tristán e Isolda. Gottfried von Strassburg (hasta página 220) En las páginas 206, 212 y 218 se menciona la palabra fama. Se habla de salvaguardar la fama, de hacer honor a la fama o de poner en peligro la fama. Eso, que en principio puede parecer una fórmula retórica, es en realidad un elemento muy importante de la mentalidad de la época. O de los libros de la época (a veces los libros no reflejan la realidad, sino una versión idealizada de la realidad). Según eso, la fama, la honorabilidad, era algo que los caballeros y las damas poseían, como un bien material. Y no podemos decir que sea una cosa ridícula, porqué hoy en día aún es importante, si bien quizá no tan trascendental como podía serlo entonces, ni se mide por los mismos barremos. Por ejemplo en aquella época alguien que iba a la batalla y mataba a mucha gente podía ser considerado muy honorable, un caballero. Hoy en día la palabra "soldado" no tiene el mismo prestigio, al menos a mis ojos. El prestigio de un caballero de entonces es el tipo de prestigio que ahora tendría un futbolista, me parece. Por eso decía que la función de los padres de Tristán es ser honorables según los códigos de la época. Eso que hace la madre de Tristán, de ir hasta la cama del hombre que le gusta y de yacer con él, no hace tanto aquí hubiese sido considerado nada honorable. En cambio hoy en día es algo que no tendría importancia. Cada sociedad tiene sus cosas honorables y las que no lo son, aunque la base es bastante la misma: la habilidad de hacer lo que los demás no pueden hacer, y el amor verdadero...
(Nota: algo que no me quito de la cabeza es porqué luchar en la guerra ha perdido tanto prestigio. Una posible respuesta podría ser porqué antes sólo tenían su propio cuerpo y sus propias manos para luchar. Abatir a alguien con una espada (una espada pesadísima además) debía ser algo bastante difícil. Hoy en día, en cambio, con las armas de fuego, abatir al enemigo es otra cosa – aunque tampoco digo que sea fácil.)
(Nota: algo que no me quito de la cabeza es porqué luchar en la guerra ha perdido tanto prestigio. Una posible respuesta podría ser porqué antes sólo tenían su propio cuerpo y sus propias manos para luchar. Abatir a alguien con una espada (una espada pesadísima además) debía ser algo bastante difícil. Hoy en día, en cambio, con las armas de fuego, abatir al enemigo es otra cosa – aunque tampoco digo que sea fácil.)
Mi caballo
Recuerdo el año pasado por Sant Jordi: fui a aquella charla donde participaba Martí Gironell. Hizo aquella predicción que se cumplió sobre La catedral del mar. Este año Martí no ha visto los toros desde la barrera: su libro El pont dels jueus (El puente de los judíos) ha entrado en liza, y no ha sido el más vendido ha sido por una falta de presión inevitable. Por eso imagino que esta vez no ha habido ninguna campaña publicitaria detrás, y que si se ha vendido el libro ha sido espontáneamente, porque a la gente le ha gustado. Mi librero me dice que Martí ya llevaba cinco años trabajando en este libro, pero en la charla del año pasado no lo mencionó. Aún debía tenerlo en el telar, aunque ya debía estar bastante avanzado. Me cae bien este presentador (además, es de Besalú) y me sabe un poco mal que por causas ajenas a su libro este no haya sido el más vendido por Sant Jordi. Ya sabéis que para mi que un libro sea el más vendido por Sant Jordi no significa gran cosa, pero sé que es algo a lo que la gente da importancia, y sé que Martí se la da. Por eso es una lástima que el libro se agotara. Claro que más que lamentarse por ello, lo que debería hacerse es ver la parte positiva, que es que lo pidió tanta gente que se agotó; no todos pueden decir eso. Espero que la gente que quería comprárselo y no lo encontró se lo compre igual. (Claro que para algunos esto de comprar un libro cuando no es Sant Jordi debe ser como beber ácido sulfúrico...) Yo ni lo he comprado ni lo he leído ni pienso hacerlo, pero el autor me es simpático (mi librero tiene debilidad por él) y me consta que ha hecho un gran trabajo de documentación. Esto es como aquel que apuesta a los caballos: este hubiese sido mi caballo para Sant Jordi. Pero supongo que nadie espera que me lea el caballo, ¿verdad?
700
Celebro los 700 mensajes del blog. Como hace muy poco celebré los 600, no me alargaré. Sólo decir que aun estoy leyendo los mismos libros, no he acabado ninguno, y aún le he añadido algún otro. (Alguno de los libros no lo he abierto desde antes del mensaje 600 – sic) Durante este tiempo he hojeado dos manuales de redacción y de ortografía (que son de la biblioteca) porqué nunca se sabe donde puede estar el secreto del asunto (el asunto es la escritura) Las Lecciones de literatura universal no las comento, pero son interesantísimas. Son demasiados libros, soy consciente de ello. Debería leer menos, y dedicar más tiempo a cada libro, concentrándome en él de verdad. Pero qué queréis, me gusta picotear... En fin, a ver si acabo alguno y se reduce la masa susceptible de ser leída. Además, ya tengo más de uno ojeado y con muchas ganas de empezarlo...
Vértebra:
una brizna de recapitulación
Thursday, April 26, 2007
Palabras del Brujo
"El teatro sigue siendo un reducto donde la gente puede encontrarse con el aspecto sagrado de la existencia sin necesidad de pasar por el confesionario o la confesionalidad de cualquier religión. Es un espacio secularizado, pero en él el ser humano puede encontrarse con los misterios. Se dice que ahora se buscan emociones fuertes, pero en realidad son emociones toscas: la litrona, el "bacalao", el fútbol como una excusa para pelearse... (...) Pero todavía hay mucha gente que busca en el teatro ese momento de intimidad consigo mismo, entrar a través de la cultura o del patrimonio dramatúrgico en contacto con esa zona íntima de preguntas trascendentes, y divertirse, y compartir..."
"Lo que yo hago es narrar el personaje, no encarnarlo o meterme en su piel. Es como si tu me hablas de tu padre: nadie me va a trasmitir mejor que tú cómo te relacionabas con él, que era para ti esa persona, pero no necesitas "convertirte" en él para hacerlo; cuentas la historia con tal intensidad que consigues que yo "vea" al personaje. (...) Yo me interpreto a mí mismo como contador. De esa forma lo que transmito es algo nuevo, puesto que se trata de reflexiones personales sobre el personaje."
Rafael Álvarez, El Brujo
Muchoviaje, octubre 2006
Los viajes, los libros
"Creo que al final el viaje eres tú, y todos marcan."
María Pujalte
Muchoviaje, octubre 2006
(también puede aplicarse a los libros, eso...)
Acierto
"El acierto en el uso de los signos de puntuación hace que nuestro lenguaje sea claro y preciso, y es la mejor expresión de una mente bien organizada."
Azorín
¿Hablar de amor?
"Y del amor mejor no hablar porqué las lenguas se han vuelto objeto de estudio médico y ninguna palabra no es ya lo suficientemente secreta."
Separación del cuerpo
Els llibres (Los libros)
Manuel António Pina
Separación del cuerpo
Els llibres (Los libros)
Manuel António Pina
Ajedrez
"Aunque un relato sea sobre ajedrez, se ha de poder seguir sin saber jugar al ajedrez."
Clara Gamboa Guzmán
Vértebra:
las normas de la casa de la sidra
Documentación
"Un razonamiento imparcial me dice que hay más amor por la humanidad en la electricidad y la máquina de vapor que en la castidad y en la abstención de comer carne."
Antón Chéjov
Sin trama y sin final
(me impresiona que en este libro, de todas las frases, incluso la más marginales, se dice la fuente de donde han salido, la carta concreta de Chéjov donde fueron escritas originalmente. Piero Brunello debe haberse enfrentado a un trabajo de documentación ingente)
(un libro que más que un conjunto de consejos para escritores es la muestra de una filosofía de vida)
Vértebra:
el príncipe de los zapatos cómodos
Bola de cristal
En la cubierta de un libro, un best-seller expuesto por la diada, leí: "un libro que será un clásico". ¿Qué será? ¿Como quedamos? ¿Es o no es un clásico? ¿Qué quieren decir con eso de será? ¿Ahora hacemos futurología? Me revienta que jueguen con el termino "clásico". Un libro es un clásico o no lo es. Pero decir que "lo será" me parece no sólo una aseveración muy arriesgada sino directamente una tonteria.
Wednesday, April 25, 2007
Dinero bien gastado
"Cuando era futbolista gané mucho dinero. La mayoría lo gasté en mujeres, drogas y coches. El resto lo malgasté..."
(George Best, ex-futbolista del Manchester United)
Tuesday, April 24, 2007
El largo camino hasta Shakespeare
Con los libros se ha de ir a poco a poco, confiando al espíritu sólo aquello que pueda digerir. No puedes ponerte a los ocho, ni a los diez, ni a los catorce años, a leer a Shakespeare. Como mínimo a mi no me ha pasado, aunque seguro que hay casos. A Shakespeare no se llega como por arte de magia, de la nada. Se llega a través de otros libros, de ir disfrutando de lecturas más complejas, de irse orientado en la selva. Pero se ha de comenzar por los sencillos, por los menores si se quiere decir así, y poco a poco, pasito a pasito, ir subiendo peldaño a peldaño hasta llegar a Shakespeare.
Yo he leído tres obras de Shakespeare: Romeo y Julieta, Hamlet y Otelo. Fueron lecturas difíciles, y siento que aún no he llegado a Shakespeare, que aún no he aprendido a apreciarlo del todo, y que aún me faltan algunas lecturas para llegar.
Llevar el nombre de la tristeza
Tristán e Isolda. Gottfried von Strassburg (páginas 217-220). Me doy cuenta que en esta versión son muy importantes los ritos cristianos. Rivalín y Blancaflor, aconsejados por el mariscal, se casan por la iglesia, cosa que en la otra versión no quedaba clara, y además se da mucha importancia al bautizo de Tristán.
El narrador nos dice que le bautizan como Tristán porqué deriva de "triste", de "tristeza". Tanto la historia de sus padres como la suya propia admiten este apelativo. Yo no estoy demasiado de acuerdo. Es cierto que la historia de Tristán es triste, pero vivirá muchos momentos de felicidad a lado de Isolda que no justifican este nombre. Su historia puede ser triste en general, pero no lo es en todos los momentos: muchas veces será feliz. Así como las monedas no tienen una sola cara, toda una vida no puede estar teñida de un solo color.
En la versión anterior había mucha más acción, la historia avanzaba rápido. Aquí el autor se recrea en los pequeños detalles y tiene tiempo para la reflexión.
Monday, April 23, 2007
Escepticismo moderado
Los que me leyeron el año pasado ya saben que por lo que se refiere a Sant Jordi soy de un escepticismo moderado: me gusta la fiesta, pero no puedo evitar ser crítica.
El otro día discutía (quizá discutir es un término demasiado fuerte: cambiaba impresiones) Pues el otro día cambiaba impresiones con mi librero, y yo le decía qué pasaría si los tenderetes estuviesen llenos de libros de fondo, en vez de libros mediáticos, si se venderían igual. Estos libros mediáticos son libros que ha escrito alguien famoso y son ideales para la gente a quien no le gusta leer, y que sólo compran un libro al año. Ella me decía que no, que siempre habría la típica parada donde tuviesen los cuatro libros mediáticos y que todo el mundo compraría allí. No lo sé. Me gustaría que, algún año, para variar, hubiese algún tenderete con libros de fondo y no los cuatro best-séller de siempre. ¿Por qué nadie se arriesga? Claro que siempre se puede intentar entrar en alguna librería... con un machete.
Mi librero también me ha dicho que durante esta semana se venden el 40% de los libros que se venden durante el año. ¡El 40%! ¡Casi la mitad! Y yo me pregunto: ¿tanta gente hay que no compra ningún libro durante el resto del año?
Pero es bien cierto que me quejo de vicio. Por qué, ¿qué hay de más bonito que un montón de gente saliendo en masa a comprar libros un día al año? ¡Feliz Sant Jordi a todo el mundo!
Beso de ojos
"El alma que puede hablar con los ojos también puede besar con la mirada."
Gustavo Adolfo Bécquer
Al lector desconocido
Joyce escribía para un lector imaginario afectado de un insomnio imaginario. ¿Para quién escribo yo? O mejor aún, ¿quién me lee? (Nota: eso no va por las tres o cuatro personas amigas que me leen, y que al principio, eran mi único público. Eso va por los lectores que no conozco) Cuando tenía el contador, había alguien que se conectaba periódicamente desde el Canadá, cada vez desde una ciudad diferente: se conectó desde Halifax, desde Alberta, desde la Columbia Británica... Primero al bloc en castellano y luego al gemelo catalán. Evidentemente, eso me tiene intrigadísima. Pero, pienso, ¿quién puede estar interesado en leerme? Para empezar, ha de ser alguien a quien le guste leer. Además, ha de tener un cierto tiempo libre, porque a veces escribo mucho, y la gente tiene cosas más importantes que hacer. Alguien con un trabajo muy estresante o cinco hijos pequeños no creo que tuviese interés. También es probable que sea una persona mayor que yo, pero de hecho eso es fácil, porque yo soy muy joven (aunque, como dice mi librero, "tú también vas viniendo"; eso quiere decir que yo también me hago mayor) También sospecho que puede ser una persona con unos estudios universitarios que yo no tengo, algo que me llena de orgullo. (Claro que tampoco hacen falta estudios universitarios para seguirme, faltaría más, y si alguien no los tiene quizá aún me hace más ilusión que me lea) Y finalmente: la cosa más probable es que mi lector o lectora tipo tenga un blog. La sangre llama a la sangre...
En todo caso, este lector o lectora imaginarios con un tiempo libre imaginario, me hace mucha ilusión que me dediquen una pizca de su tiempo (eso que hoy en día es tan valioso) a leer mi blog. ¡Bienvenidos!
(PD: Ya lo sé, soy una pelota. Debería dedicar me a sacar las tripas a los autores actuales con mala leche y acarnizamiento en vez de gastar tanta simpatía con los lectores... pero qué queréis, ¡hoy estoy de buen humor! ¿Será porqué es Sant Jordi?)
Entrar en materia
Tristán e Isolda. Gottfried von Strassburg (páginas 206-217) Rivalín se lleva a Blancaflor a sus tierras, se casan, entra en combate y muere. Blancaflor, al saberlo, muere al dar a luz. En este fragmento hay más acción y no tanta reflexión, aunque también la hay. Lo que pasa también es diferente de la versión de Eilhart, donde Rivalín vive y sólo muere Blancaflor. Aquí es más emocionante, porque hay la amenaza de Morgan, que hace que nos preguntemos por el destino de este hijo y de sus tierras.
El estilo, sin ser repetitivo, cuando se apodera de una idea la enuncia desde todos los matices, recalcándola. Así y todo la narración es muy fluida. La verdad es que me esta costando un poco meterme, porqué ya conozco la historia y en esta versión es una lectura que requiere atención, pero una vez hecho el esfuerzo no me arrepiento. Aunque la historia de los padres no me interesa demasiado, son personajes que no mueven al lector, y su única función es ser honorables según los códigos de la época (nuestro protagonista no puede ser hijo de cualquiera) y concebirlo. Llevada a cabo esta función, al cajón y dejemos paso a lo que es importante: o sea, Tristán. Me pregunto porqué siempre, en todas las versiones, hay este interés en explicar de donde ha salido Tristán, como ha sido concebido, y no hay el mismo interés en explicar de donde ha salido Isolda. ¿Es por qué ella es hija de reyes, y con eso ya está todo dicho? ¿Quién sabe los nombres de su padres, cómo se conocieron o cómo fue concebida ella? ¿Por qué esta indiferencia? Claro que aún tengo que leer como se introducirá el personaje de Isolda en esta versión. Pero me intriga eso.
Sunday, April 22, 2007
Mi primer poeta
Mi primer poeta fue León Felipe. En clase, la profesora de literatura nos hacia leer un poema suyo, y tuvimos que comprar el libro. Leí el poema que era obligatorio y si hubiese sido por mi hubiese guardado el libro en el anaquel para siempre jamás. Entonces, durante le recreo, un chico dijo que era un poeta que si te lo leías todo no estaba tan mal. Sólo eso, una simple frase: "no está tan mal". A mi no se me puede decir eso de un libro; sobretodo depende mucho de quien lo dice. No es que me gustase ese chico (era muy bajito), pero yo tenía una gran opinión de su inteligencia. Si él lo decía, podía ser verdad. Recaté el libro, bien dispuesta, empezando por el principio. Era una antología donde estaban los mejores poemas del autor. Empecé a leer... y no pude parar, continué leyendo poemas hasta el final de un tirón. Y me supo mal que se acabasen. Era la primera vez que me pasaba eso con un poeta, aunque no sería la última. Como cuatro poemas de hacia treinta años podían hacer aquello. Lo que puede ser un poema, leído en el momento en que lo necesitas. Últimamente, mi librero ha intentado convencerme de que León Felipe es menor, que hay poetas mejores. Yo, de hecho, hace mucho que no abro un libro suyo. No he leído demasiada poesía, pero tengo muy claro que si no me hubiese gustado León Felipe, no hubiese llegado a los demás. La poesía es como poner la cabeza bajo el agua cuando aprendes a nadar: le has de perder el miedo.
Saturday, April 21, 2007
Es la última vez, lo prometo
Els llibres (Los libros) Manuel António Pina. El grito. Aún releo este poema. Pienso: ¿como puede ser que alguien haya conseguido escribirlo? Sencillez, sentimiento. Los giros; la manera: simple, clara. La soledad, presente. El resultado y la conciencia de una vida de soledad atrapada en unos versos. Nadie que alguna vez se haya sentido solo puede dejar de sentirse conmovido. "¿Cómo habríamos podido no perdernos?" Leyendo tanto se hace difícil no perderse, no dispersarse. Es difícil no pasar demasiado rápido por páginas, por versos, por palabras. Cuando encuentras algo que te permite releer y releer, es un poco como haber llegado, como un suspiro. Está: la conexión está. Sólo hace falta un poco de paciencia y extraer mucha indiferencia antes de saborearla. La gente pueden decir que a ellos no les hace falta un poema para conectar. Bien, a mi sí me hace falta.
(Conclusión perversa: ahora me da miedo leer el resto de poemas del libro. ¿Me decepcionaran? ¿Quien lo dice que la vida de una lectora no es emocionante?)
Friday, April 20, 2007
Interés
"Me interesan pocas cosas, pero las que me interesan me interesan mucho."
José Luís Sampedro
(entrevistado en El País el 19/04/07)
Thursday, April 19, 2007
Frotando la lámpara
_ ¿Cual es el post más genial?
_ Siempre siento que el post más genial es el último que he escrito, pero entonces escribo otro y me doy cuenta que me siempre me gusta más. El que acabo de publicar es siempre el que me hace más ilusión; no sé si el más genial, pero es el que me hace sentir como si lo fuese.
_ ¿En que te basas para pensar que tus posts son geniales?
_ No creo que sean geniales, pero es evidente que si no pensara que son geniales no los escribiría. Para escribir has de saber que no eres genial, pero has de escribir como si lo fueras. Si no crees en ti misma como si fueses genial, apaga y vámonos. Para ti misma has de ser genial, aunque siempre teniendo en cuenta que para los demás puedes no serlo en absoluto...
_ ¿Crees que el genio nace o se hace?
_ Es una pregunta absurda. El genio es. Y es igual que haya nacido inspirado como que haya llegado a ello a base de sufrimiento. Aunque yo creo más en los que han llegado a serlo a base de sufrimiento.
_ ¿Crees que el genio nace o se hace?
_ Es una pregunta absurda. El genio es. Y es igual que haya nacido inspirado como que haya llegado a ello a base de sufrimiento. Aunque yo creo más en los que han llegado a serlo a base de sufrimiento.
Vértebra:
las normas de la casa de la sidra
Zipizape
En esta iniciativa de apadrinar una palabra que se ha puesto de moda ahora, yo apadrino esta palabra: zipizape. Un zipizape es una riña, un alboroto, un desorden y la usó del dibujante Escobar para dar nombre a sus traviesos personajes Zipi y Zape, de los que yo era gran lectora. Pero la palabra zipizape, desligada de Zipi y de Zape, es algo que no he oído nunca en ninguna parte, aunque yo sé que existe. Por eso la apadrino.
Mercantilismo puro y duro
Otra cosa que me ha impresionado de esta introducción a los Contes d'hivern (Cuentos de invierno) es que dice que Karen se vio obligada a escribir "por dinero". Eso me aturulla. ¿Como puede alguien tener la suficiente confianza en si mismo como para ponerse a escribir "por dinero"? Quiero decir que hay mucha gente que escribe, y no todo el mundo gana dinero con ello. Y he aquí alguien que se lo propone: "escribiré por dinero", y le sale bien, y gana dinero. Eso a mi me aturulla, sinceramente. También leí que Chéjov de muy joven ya mantenía a toda su familia con lo que escribía. Por más Chéjov que seas, ¿como lo consigues? Cuando leo estas cosas me aturullo, francamente. Y en cambio Miguel Torga al principio publicaba sus escritos a su propio cargo y perdiendo dinero con ello, y también era bueno. Me gusta el disfraz de escritora incomprendida que escribe por amor al arte y no gana un duro con lo que escribe... Pero, quien pudiese dejar de sentirse aturullado ante lo contrario alguna vez...
Bilingüismo puro y duro
Leo en la introducción de Contes d'hivern (Cuentos de invierno), de Isak Dinesen, que Karen era una escritora bilingüe: escribía en inglés y en danés al mismo tiempo. Quiero decir que sus libros salían publicados en ambas lenguas. Este dato me ha impresionado mucho. Es la primera vez que tengo noticia de un autor que no es de este pequeño país nuestro que hace esto. Pensaba que el bilingüismo era una característica (o tara) completamente nuestra, y ahora descubro que no, que hay otros países y otras épocas donde también ha tenido que practicarse. Pero es la primera vez que leo que un escritor importante lo practica ( y eso que hace años que recorro páginas de libros), y con éxito en ambas lenguas, además. Siempre me habían dicho que un escritor debía escoger una sola lengua de escritura. Es un consejo que suena muy razonable, además: fruto del sentido común. Ya es lo suficientemente difícil hacerlo bien en una sola lengua, imagínate en dos. Aún no sé muy bien como me afectará eso, pero tener noticia de este hecho me ha impresionado mucho.
(Ahora que nadie crea que voy a ponerme a leer Contes d'hivern (Cuentos de invierno) inmediatamente. No. De momento sólo he hecho una cata, no podía esperar, pero ahora tengo otras cosas entre manos. Lo dejo para más adelante.)
Escrito en la nubes 100 veces
Estoy de celebración. Ya sabéis que yo lo celebro todo. La vértebra escrito en la nubes (en el gemelo catalán), celebra los 100 mensajes. Es la primera vértebra que me llega a los 100 mensajes. Estoy muy satisfecha. Esta vértebra es un poco el trastero donde pongo todos los mensajes inclasificables que no hablan de ningún libro en concreto, sino de los libros y la lectura en general. También, mis pensamientos y reflexiones más personales. El nombre lo saqué de un blog que tengo enlazado, pero las palabras que inspiraron el nombre han desaparecido. Hay quien considera que tiene que borrar lo que ha escrito, aunque sea interesante. O quizá precisamente porqué lo es. Lo respeto, claro. Y no puede decirse nunca de esta agua no beberé.
Vértebra:
una brizna de recapitulación
Wednesday, April 18, 2007
Descubrir
"Toda novela, todo cuento, todo poema, ha de ser un proceso de descubrimiento."
Clara Gamboa Guzmán
Huella
Hay pocos autores o personajes que, a lo largo del tiempo, hayan dejado su huella en el vocabulario. Ya no hablo de un adjetivo que se les pueda aplicar y que les defina inequívocamente, como por ejemplo shakesperiano, vagneriano o austeriano, sino que hablo de un adjetivo que vaya más allá de ellos, que la gente use sin conocerlos o sin saber de donde viene; que sin relación con ellos tenga entidad por si mismo. Se me ocurren:
Kafkiano – de Kafka
pantagruélico – de Pantagruel
quijotesco – del Quijote
dantesco – de Dante
platónico – de Platón
cartesiano – de Descartes
sáfico – de Safó
maquiavélico – de Maquiavelo
odisea – de Odiseo
Estoy segura que tiene que haber muchos más.
El secreto de mi librero
Quien me haya leído con una cierta asiduidad debe estar absolutamente intrigado con este polifacético librero mío, que tan pronto vende libros, como tiene un huertecito o se dedica a hacer hermenéutica con mi mente. Bien, hay un secreto: mi librero no es siempre la misma persona. En el tiempo que llevo hablando de mi librero, este ha sido cinco o seis personas diferentes. Llamarlas a todos ellas "mi librero" es una manera de mantener su anonimato y de unificar el blog. Este librero ha tenido casi tantas edades, sexos y grados de relación conmigo como veces ha sido mencionado, y entiendo que esto puede crear cierta confusión, sobretodo respecto a su mentalidad. Lo importante no es quien ha dicho qué, sino lo que ha dicho y como me ha influído, a mi y al blog. Creo que continuaré con este personaje. ¿Qué liga más con una lectora que un librero? También ligaría un bibliotecario, pero ya sabéis que a mi los libros me gusta comprarlos y poseerlos, y que sacarlos de la biblioteca no es lo mismo.
Caducidad
"¿Por qué todo el mundo viene a comprar el mismo día? El nuestro es un producto que no se pasa, no es una torta. Será igual de bueno mañana como lo era antes de ayer. Y en cambio, todo el mundo viene hoy... "
(Mi librero, por Sant Jordi)
La importancia de hablar
Ayer estaba leyendo un libro. Había un concepto espinoso, muy bien explicado, pero que no me llegaba al tuétano. Entonces hablo de él con mi librero y me lo explica desde otro punto de vista. Y se hace la luz. Lo que me explica ya lo he leído, pero no lo había comprendido. No ha sido hasta que he hablado de ello que lo he entendido. De eso saco la conclusión que es mejor hablar que leer, que la comunicación entre dos personas no se pude comparar con la comunicación entre una persona y un libro. (Por más que me encante leer, por más que haya libros y libros. También hay personas y personas. O libreros y libreros.)
Literatura y política
"Quien ante grandes y terribles acontecimientos históricos no tenga nada mejor en qué pensar que en las idas y venidas de las tendencias literarias es un mezquino. En el otro lado están los que no saben leer un libro si no es con una intención política inmediata, lo que supone una limitación igual de grande."
Mundo escrito y mundo no escrito. Italo Calvino. Cuestiones sobre el realismo. Este fragmento, escrito por Calvino el año 1957, me hace pensar en la gente que ha reprochado a Paul Auster que no hable en profundidad de los atentados y que se continúe centrando en su mundo interior. Es evidente que Auster no ha visto los acontecimientos con indiferencia, pero también es evidente que no podía de hacer de ello la base de su literatura. La literatura es algo personal que debe seguir un camino personal. No es hacer panfletos.
Continuo gritando
Els llibres (Los libros) Manuel António Pina. El grito. Ahora estás sola, nadie vendrá. Pero hubo un tiempo en que parecía que habías encontrado algo, una conexión. El autor puede estar hablando de personas, de libros... Los libros ya lo tienen eso: acompañan nuestra soledad, la llenan, pero según como, sino tenemos al lado nadie real, un librero apañado y de ojos risueños, pueden hacerla más profunda.
Tuesday, April 17, 2007
Mosca de mantequilla
Una palabra que siempre me ha gustado mucho es la palabra inglesa butterfly, que significa mariposa. Lo que me gusta es la traducción literal: butter (mantequilla), y fly (mosca). O sea que una mariposa es en inglés una mosca de mantequilla. ¿Puede haber una definición más poética de la palabra mariposa?
Como el limón se convierte en naranja
El otro día escribí que me hacia falta ser valiente para exprimirme como un limón. Y me pregunto, ¿por qué no escribí como una naranja? La naranja es dulce, el limón es áspero. Se admite que las naranjas son simpáticas, y que los limones son antipáticos. En la vida real yo me veo a mi misma más como un limón que como una naranja. Y me imagino que alguien que me conozca sólo superficialmente también puede pensar lo mismo. En cambio, haciendo el blog tiro más hacia naranja, me parece. Supongo que es porqué estoy haciendo lo que me gusta: leer y escribir. Y hacer lo que a uno gusta endulza el fruto más amarillo y áspero. Aunque la vida muchas veces sea un limón, los libros son naranjas. Incluso los libros dolorosos. Los libros son el exprimidor que hace que el limón se convierta en naranja.
Bautizo
Necesito un nombre para una nueva vértebra dedicada a Chéjov. Una vez alguien dijo que en mis comentarios de Chéjov pretendía que aquella era mi primera lectura, pero que en realidad no era así. Bien, lo era, era mi primera lectura (la segunda si me apuras); siempre doy la impresión de haber leído más de lo que he leído en realidad, me temo. No he podido leerlo demasiado, a Chéjov, y empecé hace poco. Pero lo que he leído de él... Bien, es de primera. Una vez vi representada una obra suya, en una película. Carai. Por lecturas que haga de él no creo que jamás me decepcione. Se huele, esto. Pero el caso es que he leído demasiado poco de él como para poder escoger entre demasiados nombres para mi vértebra. Y aquí es donde la intuición, nunca lo suficientemente ponderada, ha de jugar su papel. Para mi Chéjov es un príncipe, un príncipe de la escritura. Pero, ¿y el complemento? Se me ocurre una cosa: Piero Brunello dice que para escribir un reportaje periodístico sólo se necesitan unos zapatos cómodos y un cuaderno de apuntes. No sé si eso tiene que ver con Chéjov, pero segur que para ir a Siberia se puso unos zapatos cómodos. Y es bien cierto que sus escritos son como ponerse unos zapatos buenos. No siempre cómodos, no siempre complacientes, pero que se ajustan como un guante a la medida del alma que retratan. Pueden no ser cómodos para el lector, pero al los personajes se les ajustan. Es evidente que él escribe como aquel que se pone unos zapatos cómodos. La escritura son sus zapatos cómodos para la vida. El príncipe de los zapatos cómodos? Espero que nadie piense que es irrespetuoso...
"Los mejores escritores retratan la vida como es, pero de tal modo que el lector siente cómo debería ser: eso es lo que nos cautiva."
Antón Chéjov
Vértebra:
una brizna de recapitulación
Ir hasta Siberia
Ya hace unos meses, en la librería, vi un libro de Chéjov sobre una colonia penitenciaria. A mi me encanta Chéjov, pero el tema del libro no me gustó. ¿Presos? ¿Qué me interesa a mi esto? Sufrimiento inútil. Fuera. Y lo descarté. Pues bien, ahora leo Sin trama y sin final. 99 consejos para escritores, y de la mano de Piero Brunello descubro lo importante que fue para Chéjov ir hasta Siberia (porque fue hasta allí) para escribir este reportaje, todo lo que significó para él y como lo marcó y confirmó su escritura. ¡Y yo que pensaba que este no tenía que leerlo! No hace falta decir que ahora me arrepiento de no haberlo escogido y que buscaré al manera de leerlo, pase lo que pase. Y es que yo siempre he tenido tendencia a obviar el sufrimiento en mis lecturas. Pero allí donde está el dolor es donde está la vida. Y fijaros que no digo la literatura, digo la vida. Porque se trata de la vida.
"La vida es una marcha hacia la cárcel. La verdadera literatura debe enseñar a escapar o prometer la libertad."
Antón Chéjov
Vértebra:
el príncipe de los zapatos cómodos
La aventura era la conversación
El Quijote. Cervantes. Capítulo XX. He aquí una aventura que me ha gustado. Además es divertida, muy divertida. Se ven en gran peligro, Sancho pasa miedo, pero cuando el Quijote va a demostrar su valor se dan cuenta que no hay aventura. El Quijote menciona que, en los libros de caballerías, el escudero es un personaje secundario que apenas habla y que a duras penas es mencionado por su nombre. Y que, además, respeta a su amo. Todo lo contrario que nuestros protagonistas, que hablan mucho entre ellos, Sancho se ríe de él, y donde Sancho tiene tanta importancia como el Quijote. Esta conversación incesante, es, de hecho, la gran aventura de este capítulo, y de todo el libro. Y el papel activo del escudero es un elemento más que diferencia El Quijote del resto de libros de caballerías.
Monday, April 16, 2007
Acaparar, poseer
"La posesión de un libro se convierte en el sustituto de su lectura."
Anthony Burgess
Buena chica la que escribe
"Sólo las buenas chicas llevan su diario. Las malas no tienen tiempo para eso."
Tallulah Bankhead
(es una lástima, porqué... ¿no sería mucho más interesante el diario de una chica mala?)
Sunday, April 15, 2007
Valor torero
Cuando fui a la mesa redonda aquella sobre blogs, donde hablaron Biel Mesquida y Eduard Batlle, les pregunté porqué había tanta gente que empezaba a hacer un blog y entonces lo borraba. Su respuesta fue clara: porque somos personas, nos movemos por impulsos y nos arrepentimos de las cosas; todo en la vida fuese tan fácil de rectificar como el haber empezado un blog y haberse arrepentido después... Yo tengo mi propia respuesta, pero. Hace poco que oí decir que un famoso torero se retiraba. "Si tiene miedo...", dijo otro torero, muy chulo él. Evidentemente, el primer torero no se retiraba porque ahora tuviese miedo; su valor lo había demostrado de sobra en el pasado. Lo que pasa es que ahora quería dedicarse a otras cosas... Pues bien, cuando alguien borra su blog yo hago como el torero imbécil que dijo que el otro tenía miedo... pensar que "no era un escritor de verdad" y que "no estaba preparado para asumirlo". Y sé que con eso estoy siendo parcial y limitada, y que no tengo en cuenta que todo el mundo puede cansarse de torear, y que no pasa nada...
Una especie de perversión
Sé que puede haber alguien que se pregunte: qué tipo de perversión hace que esta chica encienda la luz a las tres de la madrugada, la tenga cinco minutos encendida, la vuelva a apagar, y que eso lo haga cinco veces en una misma noche? Pues, señores, este tipo de perversión es la escritura...
El grito
Els llibres (Los libros) Manuel António Pina. El grito. Retiro todo lo que dije respecto a los robos para que esta obra funcione. Hete aquí un poema de cosecha propia, que no roba nada de nadie y que es excepcional. Limpio como un hueso, sencillo como una piedra, alcanza la raíz del dolor. Es un grito. O más que nada, la justificación de ese grito. Es mostrar el aislamiento, la soledad, el vacío. Impresionante. Ya me he descontado de las veces que lo he leído. Y no me canso de ello.
Valentía
Me doy cuenta que para escribir se ha de ser valiente. Sí, sí, valiente. Valiente para luchar contra una misma, contra la pereza, contra el apalancamiento, contra el "ya lo haré". También se ha se ser valiente para estar sola mientras escribes: se ha ser valiente para ser capaz de pasarse muchas horas físicamente sola, aislada del mundo. Pero, sobretodo, se ha de ser valiente para enfrentarse a los propios fantasmas, a los propios miedos, valiente para mirar el rostro que refleja el espejo y no tener ganas de salir huyendo. Se ha de ser valiente para exponer las propias entrañas, para aliñarlas (¿un poco de sal?) y servirlas en el banquete; se ha de ser valiente para exprimir los propios jugos como si tu misma fueras un limón. Valentía. Otra cualidad necesaria, y que me parece que a mi me falta. O que no tengo tanta como eso, al menos.
Vértebra:
las normas de la casa de la sidra
Codicia
En la academia donde doy clases de inglés son muy caseros. Tienen los ordenadores por el pasillo, los paquetes de folios blancos por el suelo y los bolígrafos desperdigados por encima de la mesa. En el aula donde damos clase hay un anaquel, y en este anaquel hay unos cuantos libros. Estos libros tienen todo el interés que pueden tener los libros de una academia de idiomas: son ediciones de bolsillo gastadas y amarillentas de clásicos en versión digerible en todas las lenguas europeas. Hay uno, pero, que es diferente. Es un libro en catalán. Un libro en catalán en tapa dura. Como debe haber ido a parar allí, este libro? Este libro está descatalogado; en castellano no existe. Este libro es el único que me falta para completar una trilogía: en casa tengo los otros dos. Es un libro que he querido tener desde siempre. Sé que este libro tiene valor. Bueno, no creo que sacara a nadie de la pobreza, pero sé que vale más de lo que valen los libros normalmente... Además, tiene valor para mi, porque querría completar mi colección; más que leerlo, confieso que querría poseerlo. A cada nueva clase lo observo con atención bulímica de acaparadora. Aún no le he dicho nada al profesor. No creo que se lo haya leído o que sepa que este libro está allí. Se nota que hace mucho tiempo que no lo ha tocado nadie. El profesor es más de leer mangas (en japonés). Sé que si se lo pidiese me lo dejaría. Pero, entonces, ¿sería capaz de devolvérselo? No sé si robarlo (ahora, tampoco es cuestión de hacerse ladrona a estas alturas y por eso, ¿no creéis?), o si seducir al profesor para que me lo regale (ahora, tampoco es cuestión de hacerse fácil a estas alturas y por eso, ¿no creéis?), o si simplemente continuar mirándomelo en la distancia y suspirar. ¿Y si lo heredó de su tía-abuela soltera y tiene un gran valor sentimental? Ui, no lo sé, pero si no consigo tener este libro pronto, me va a dar algo...
Saturday, April 14, 2007
Juzgando el pasado desde una perspectiva actual
Ahora me han venido ganas de escribir al respecto de esto que se habla sobre la vida sexual de Jane Austen. Si era virgen o no. La verdad es que yo siempre pensé que era virgen, que no tuvo más remedio. Pero, por lo que se ve hay quien especula que eso pudo no ser cierto. Pues bien, si yo no lo fuera me alegraría mucho. Y no por saber a Jane ligerita de cascos, sino porque creo que ha de ser duro para cualquier persona joven no disfrutar del sexo, tanto ahora como entonces. Claro que pudo no haber sido virgen y haberlo escondido, al fin y al cabo la suya era una sociedad muy hipócrita, pero no pasaría nada. De todos modos yo no lo creo, y ya digo, me alegraría mucho de que fuera así. Lo que se dice que en sus novelas evade la intimidad en la pareja es muy cierto. Claro que también se dice que en sus novelas no hay conversaciones entre hombres solos porque ella no conocía el tema, pero recordemos que tenía muchísimos hermanos y que había vivido en una escuela de chicos, o sea que yo creo que si que conocía a la perfección el tema de los hombres solos. Lo que pasa es que no le interesaba lo más mínimo, su atención literaria se centraba en el universo femenino. Y si no conocía el tema y le interesaba podía haber inventado al respecto: sus novelas son invenciones y recursos literarios los tenía. Con eso de la intimidad de las parejas podría pasar lo mismo: que no le interese literariamente para el tono a veces frío, distante y calculado que da a sus obras. Sus novelas estan confeccionadas de un modo en que la intriga se mantiene hasta que se casan, la intriga no es ver la intimidad de la pareja. La intimidad de la pareja es el premio. Como gran cosa a conseguir, que mejor que realzarlo no mostrándolo? Así que creo que que no la haya en sus novelas puede querer decir muchas cosas, y no necesariamente que no la conoció. En realidad, no lo sabemos, todo es especular. Al menos sabía que la intimidad era el premio por haber encontrado a una pareja, aunque no la muestre. Pero eso tampoco demuestra que la conocía. No sé, intentar saber de su vida a través de su obras me parece un poco peregrino, pero no hay más remedio, puesto que su vida pertenece al pasado y de ella desconocemos muchos detalles. Lo que está claro es que yo siempre pensé que era virgen y que eso no era algo como para compadecerse de ella. Lo que está claro es que, si no lo fue, tuvo que aparentar que lo era. Y lo que está claro es que si no lo fue yo me alegraría mucho. Sé que lo que importa es su obra, no su virginidad. Sé que hablar de eso es un cotilleo y que es una tontería. Pero, qué quereis, confieso que es un tema que me interesa.
Y se hizo la luz
Hace poco buscaba una lámpara para leer. (Reconozco que en asuntos de iluminación a veces puedo ser un poco maniática.) No me valía cualquier lámpara. Tenía que ser una lámpara igual a una que tengo por casa, que compré hace ya tiempo; el mismo concepto de lámpara. Recorrí muchas tiendas de iluminación, pero como la que yo buscaba no tenían. No sé si os habéis fijado nunca en alguna tienda de estas: son abigarradas, llenas de lámparas y lamparitas; no sabes qué escoger. Pero lo que yo quería no lo tenían. En una me dijeron que si les llevaba la lámpara que tenía por casa, quizá, sólo quizá, podrían intentar buscarme una parecida. O sea que no compré nada. Mi idea no era pasearme por medio mundo con una lámpara en la mano, o sea que continué yendo a diversas tiendas. Hasta que entré en aquella tienda. Era una tienda de mucha tradición, se veía de lejos. No estaba abigarrada; había unos pocos modelos. Unas lámparas clásicas, de las de toda la vida. Quizá en comparación con las otras tiendas, pasadas de moda. O mejor, atemporales. Pero justamente allí encontré la lámpara que yo buscaba: aquel concepto de lámpara como el que tenía por casa, tal y como yo la quería. Me alegré mucho de no haber comprado precipitadamente algo que no me satisficiera lo suficiente en otra tienda y de haber esperado a encontrar justo lo que yo quería. Me había costado, pero al final había dado con ello. Estoy segura que en esta tienda de lámparas atemporales (¿pasadas de moda?) venden más que en cualquier antro lleno de lámparas de diseño. Saben lo que venden y saben lo que la gente necesita: clásicos. Y ahora todo el mundo puede adivinar qué viene ahora: decir que lo mismo pasa con los libros. Sí, sí, ya sé que se me ve venir. Pero lo digo: lo mismo pasa con los libros.
Friday, April 13, 2007
Disciplina
"_ A pesar de tener dislexia, acabó estudiando escritura creativa bajo la tutela de Kurt Vonnegut. Mucha gente desprecia estos cursos al pensar que un escritor nace, pero no se hace.
_ Sí, he tenido que esforzarme más que mucha otra gente en los estudios, y jamás no destaqué como estudiante, pero creo que el talento está sobre valorado. Mi trabajo tiene un octava parte de talento, y el resto es pura disciplina. Estos talleres son útiles para quien tengo una cierta habilidad, y los consejos de un escritor experimentado ayudan a ahorrar tiempo en el camino."
John Irving
Vértebra:
las normas de la casa de la sidra
Trabajo
"Me niego a ver fenómenos celestes en el acto de escribir. Todo es muy normal: ante ti tienes un papel, tienes un sentimiento por expresar y te pones a trabajar, a escribir una palabra tras otra, sin que ninguna musa intervenga, sin que detrás de ti te ilumine una musa inspiradora. Escribir es sólo trabajo. Si tienes talento, escribirás algo bueno, pero si no tienes, pero tienes conciencia de tu debilidad como artista, quizá puedes llegar a vencerla a copia de trabajo."
José Saramago
Vértebra:
las normas de la casa de la sidra
Imaginación
"No me siento cómodo con un teclado. La pluma, o el lápiz, son diferentes. Después de escribir, cada día, lo paso todo a máquina. Hay tantas correcciones que si espero a la mañana siguiente no me aclararía.
Escribo a mano y después lo paso a máquina. Tengo una vieja máquina de escribir que será la protagonista de una de mis novelas. Un amigo mío pintor se ha obsesionado con ella y la pinta todos los días. Es tu trozo de hierro que empieza a tener personalidad."
Paul Auster
Vértebra:
las normas de la casa de la sidra
Sacudir el árbol
"_ ¿Corrige mucho mientras escribe?
_ Has de sacudir el árbol y permitir que sólo quede lo que sirve. Generalmente, al final sólo queda la mitad. Has de despojar tu prosa de todo lo que sea accesorio [...] Tolstoi escribió 14 veces el primer capítulo de La muerte de Ivan Illich, y la última versión se lee con mucha facilidad. Un amigo me decía: "Ser espontáneo lleva mucho trabajo". Y eso es lo que tienes que hacer: el lector no ha de darse cuenta de todas las horas de trabajo que has dedicado a ello."
Antonio Lobo Antunes
Vértebra:
las normas de la casa de la sidra
A la séptima
"—¿Usted escribe a mano o en computadora?
_ En computadora. Sólo en esta marcha tuve que escribir mucho a mano, porque no había tiempo de trabajar. Hago un borrador, después, otro y otro. Parece broma, pero es por ahí del séptimo cuando sale."
Gabriel García Márquez
Vértebra:
las normas de la casa de la sidra
El ordenador es el cerebro
"Si no he tenido ordenador durante 75 años, ¿porqué debería tenerlo ahora? La gente debería pensar en que es lo que realmente necesita y saber que el principal ordenador es el cerebro.
Yo no escribo ninguna frase que antes no haya construido mentalmente toda completa. No corrijo nada porqué lo que escribo primero ya está pensado. En 75 años jamás he cambiado un párrafo de orden dentro de un texto."
Josep Maria Espinàs
Vértebra:
las normas de la casa de la sidra
Conexión
"Mis dos dedos no han conectado jamás con mi cerebro cuando escribo a máquina. Mi mano y mi pluma, en cambio, sí que conectan. Por descontado tiene que ser una pluma: el bolígrafo sólo sirve para hacer dibujos en un folio."
Graham Greene
Vértebra:
las normas de la casa de la sidra
Fuego de Sant Jordi
Nos veíamos cada día en la biblioteca. Yo me sentaba en el pupitre 27, él en el 56, justo ante mi, tres sillas más a la izquierda. Siempre nos sentábamos en el mismo lugar. A partir del primer día de la primera semana, empecé a observarlo. Absorto, leía. El segundo día de la segunda semana me di cuenta que siempre leía el mismo libro. El tercer día de la tercera semana pude fijarme en que se trataba de un librito muy corto y muy viejo. El cuarto día de la cuarta semana me di cuenta que aquel libro no pertenecía a la biblioteca. El quinto día de la quinta semana el chico no estaba. Me di cuenta antes de sentarme. Seguidamente lo vi sobre mi mesa: el libro, aquel libro tan corto y tan viejo que no pertenecía a la biblioteca; a lado del libro había una rosa roja de talle verde. Los estreché entre mis manos. El libro eran los Sonetos, de Garcilaso de la Vega.
Thursday, April 12, 2007
Cortinas de cretona
Cuando escribí sobre Rosamunde Pilcher, diciendo que tenía dos novelas buenas y que las demás no lo eran tanto, se me reprochó no haber explicado con más detalle porqué estas novelas no eran buenas. La novelas buenas eran Los buscadores de conchas y El regreso. Empecé dos más, que no pude continuar, y de las que no recuerdo el título. Una empezaba con una señora mayor yendo a la perrera a buscar un perro. Nada que me interesase, o que me hiciera continuar leyendo.
La otra que empecé representaba que era una especie de continuación de Los buscadores de conchas. Allí, un personaje que en la primera novela era odioso pasa a ser el héroe bueno. En Los buscadores de conchas Noel es el malo, aunque como los malos de muchas novelas, no es malo, sino sólo débil y egoísta. Sus únicos objetivos en la vida son heredar de su madre para poder poner un negocio propio y casarse con una heredera. Y eso, evidentemente, se ve como algo negativo. En la segunda novela, el personaje ya ha heredado de su madre, pero el agresivo hombre de negocios ahora es un corderito y tiene el dinero en el banco. Conoce una heredera con el culo grande (a él le gustan la modelos), y como ella se enamora perdidamente de él, tiene una gran casa y en la primera conversación ya le deja ver lo rica que es, él se lanza. En eso el personaje no ha cambiado. Pero aquí no se le presenta como el arribista y rastrero que era en su primera novela, al contrario, ahora es simpático y encantador, hasta incluso un poco ingenuo, y es él mismo una especie de premio para la pobre chica rica. Un príncipe azul, vaya. O sea que pasa a ser el héroe bueno y su actitud (enamorarse del dinero de la chica), queda disculpada. La autora nos ha tergiversado el personaje. Como que ya supuse que al final se casaban, no continué leyendo. Toda la relación entre ellos, a parte del momento en que se conocen, está explicada demasiado rápido, y mezclándola con otras historias igual de superficiales. Se trata de una novela romántica más, no de lo que esperaba de la autora de El regreso y Los buscadores de conchas. Visto eso, vistos los argumentos de los otros libros y consultado mi librero, he decidido no perder más el tiempo con las otras obras de esta escritora.
Pensamientos de Sant Jordi
_ ¿Le regalo un libro?
_ Sabes que no te regalará ninguna rosa...
_ ¿Le regalo un libro?
_ Sabes que ya tiene muchos libros...
_ ¿Le regalo un libro?
_ Sabes que no tiene tiempo para leer...
_ ¿Le regalo un libro?
_ Sabes que él no celebra esas cosas...
_ ¿Le regalo un libro?
_ Sabes que con un libro normal no es suficiente, que tendrías que comprarle algo realmente especial, algo que no se vende en las librerías. Debería ser un incunable, como mínimo.
_ ¿Le regalo un libro?
_ Sabes que es imposible acertar...
_ ¿Le regalo un libro?
_ Sabes que eres incapaz de comprar un libro para nadie sin desearlo tu también. ¿Que harás, comprar dos?
_ ¿Le regalo un libro?
_ Sabes que ni tan solo te dará un beso de agradecimiento...
_ Sé que no habrá rosa, sé que no habrá beso, sé que me lo rebotará, el libro, pero... es Sant Jordi... y me gustaría tanto regalarle un libro...
_ ¿Le regalo un libro?
_ Sabes que con un libro normal no es suficiente, que tendrías que comprarle algo realmente especial, algo que no se vende en las librerías. Debería ser un incunable, como mínimo.
_ ¿Le regalo un libro?
_ Sabes que es imposible acertar...
_ ¿Le regalo un libro?
_ Sabes que eres incapaz de comprar un libro para nadie sin desearlo tu también. ¿Que harás, comprar dos?
_ ¿Le regalo un libro?
_ Sabes que ni tan solo te dará un beso de agradecimiento...
_ Sé que no habrá rosa, sé que no habrá beso, sé que me lo rebotará, el libro, pero... es Sant Jordi... y me gustaría tanto regalarle un libro...
Perlas robadas
Estoy leyendo Els llibres (Los libros), de Manuel Antonio Pina. El primer poema es extraordinario. Los otros también son buenos, pero quizá no destacan tanto. Pero hay algo que me confunde: estos poemas están llenos de citas de autores clásicos y de libros sagrados. Evidentemente, yo soy una inculta y no me hubiese dado cuenta por mi misma. Pero, ya que la traducción lo menciona, me pregunto qué favor le hace eso al autor, que el lector sea consciente que sus mejores imágenes son préstamos de otros autores. Si no lo supiera diría que sus imágenes son extraordinarias. Pero son unos poemas que son más que estos préstamos, las líneas que escribe Pina de cosecha propia consiguen crear el armazón perfecto para unas citas de tanta categoría. Y las frases escogidas son muy acertadas: sólo roba perlas. ¡Qué basto botín de lecturas asumidas no tiene que atesorar alguien para poder vomitar esto! Que pueda hacer suyas las palabras de los grandes de esta forma. Son unos poemas que surgen, tanto en el fondo como en la forma, de su experiencia interior con la lectura y la escritura. Las palabras son muy sencillas (incluso las citas son muy sencillas, parece que la mejor poesía es aquella que usa palabras sencillas) y además, son unos versos que suenan de maravilla en portugués. Claro que todos los poetas portugueses acostumbran a sonar muy bien en portugués...
Wednesday, April 11, 2007
Fe
Cuando este verano en el aeropuerto algunos aviones no salieron, se perdieron maletas y hubo pillaje. Eso pasó porque hubo una cierta relajación de la vigilancia. ¿Quien llevó a cabo el pillaje? ¿Delincuentes? ¿O los pasajeros entre ellos, gente normal aprovechando que nadie les veía?
Entonces reflexiono y me doy cuenta que eso no se ve en los libros que yo leo. Los libros que yo leo rezuman fe en la humanidad, o no tanto en la humanidad como conjunto, sino fe en la persona como individuo. Me doy cuenta que los autores que yo leo tienen esa fe, este optimismo. Pude haber un pesimismo momentáneo (es el caso de Pavese), pero en general se cree en algo, en las personas. Tristán y Isolda creen en el amor, El Quijote cree en la amistad, Miguel Torga cree en la poesía, Chateaubriand cree en si mismo. Los libros siempre creen en algo más allá de hacer daño a los demás. Y yo me pregunto, ¿por qué la realidad es tan diferente? ¿Por qué en las novelas el hombre no es un lobo para el hombre? En la realidad, la gente, si pudiesen, te sacarían las tripas. Y en cambio, a pesar de que piense eso, continuo creyendo en el amor, en la amistad, en la poesía, en mi misma, y continuo escribiendo graciosamente el blog confiada en que alguien parará un momentito su trayectoria y me leerá. Alguien que no me sacaría las tripas, si pudiese. Tengo esa fe, este optimismo, inconscientemente, a pesar de mi misma. No querría tenerlo. Sé que se trata de una ilusión. Sé que tener fe en las personas es vivir en las nubes, sé que hacer el blog es una especie de autoengaño, que leer es anestesiarse de la aspereza de la realidad. Así y todo, continúo.
Saber escribir
"Y esto porque la narrativa es la forma de expresión más en crisis que ninguna otra y desde hace más tiempo, y también porque es la que más aliento tiene y puede vivir en crisis quién sabe cuánto tiempo más."
"Pero narrar es narrar, y la narrativa, cuando se ocupa de narrar, ya tienen su cometido, su moral y su manera de influir en el mundo."
"Pero lo hará de una sola manera: narrando. Buscando el modo exacto de contar hoy una historia, un modo que en cada época, sociedad y hombre es uno y único, como el cálculo de una trayectoria."
"Empezando por su primer y maravilloso axioma: que el objetivo del teatro es divertir. Pues sí, en la historia del teatro caben todos los motivos religiosos, estéticos, éticos y sociales, pero a condición de divertir a la gente. En la narrativa es lo mismo. Y se nos olvida con demasiada frecuencia."
Mundo escrito y mundo no escrito
La suerte de la novela
Italo Calvino
Cochinillo con lazo
La creació del món (La creación del mundo) Miguel Torga. El tercer día (páginas 172-174) Extinta la ayuda que recibía de su tío para los estudios, Adolfo vuelve al pueblo. Allí se enfrenta con la desconfianza en la ciencia que genera la ignorancia, ignorancia que jamás necesitó de medico y que siempre ha dejado que los enfermos revienten solos. Su padre encarga una misa de agradecimiento. A Adolfo le incomoda que su familia le exhiba como un cerdo al que hubiesen estado cebando. Una vez más, la palabras de Torga a la médula de la sensación.
Tuesday, April 10, 2007
Aventura
Mundo escrito y mundo no escrito. Italo Calvino. La mala suerte de la novela italiana. Un texto lleno de referencias que se me escapan. Calvino traza una panorámica de la novela italiana, con sus filias y sus fobias, aunque de algún autor, como Manzoni, no queda claro lo que piensa. A Pavese sólo lo menciona de pasada.
Dice que la novela italiana (supongo que valdría por la novela de cualquier país) necesita aventura, entendiendo aventura como la superación de los obstáculos mediante la razón. Eso incluye la aventura interior, me imagino. Es una idea interesante.
Relectura
Ferragus. Honoré de Balzac. Conclusión. Me llama la atención la palabra gomoso.
"gomoso – dicho el hombre exageradamente cuidadoso en el vestir y que sigue rigurosamente la moda; petimetre, pisaverde, lechuguino."
(sinónimo de elegante)
Y aquí acaba la historia de Ferragus, con la petanca, juego en el que, inevitablemente, no puede dejar de ejercer un cierto poder. ¿Quien debe ser la mujer que viene a buscarle? ¿Alguien relacionado con los doce? Parece que Jules continua con su vida, que no se ha hundido, a pesar de la sentencia a que le condenaba Clémence en su carta. Esta Clémence... el destino de Auguste pesará sobre su conciencia... habría podido evitarlo, y no lo hizo. Al menos intentarlo, interceder por él. ¿No era tan pura? Encuentro muy injusto este destino. Es un castigo demasiado cruel sólo por haberse metido donde no le llamaban... ¿Quién no ha hecho nunca el cotilla? Y en lo referente a Clémence... si su marido para casarse con ella ya había aceptado que era hija natural, ¿porque no tenía porque no aceptar eso? ¡Mira que morirse por algo así! Eso es exactamente el tipo de cosa que solo pasa en las novelas... Pero, como dijo Anna Casasses, qué sabemos nosotros lo que era tener un padre presidiario en aquella época... si aún significa algo hoy en día... Es curioso: a Clémence le hubiese gustado que Jules muriera con ella, y el que muere con ella (y de hecho, por ella) es Auguste... Es curioso que quien aporte la gran prueba de amor sea el otro.
Aquí acabo la segunda lectura de esta obra. ¿Qué me ha aportado la segunda lectura que no me hubiese aportado la primera? En la primera lectura sólo me fijé en los hechos, en lo que pasaba. Ahora me he fijado en las descripciones de los personajes, de París. Me he fijado en ellas y las he disfrutado. Primero leí con gula, ahora he leído saboreando cada frase y cada matiz; me ha gustado mucho más esta segunda vez. No he descubierto ningún secreto sobre la construcción de novelas, pero me ha servido para apreciar más Ferragus, libro que es una cata de la grandeza de Balzac.
Monday, April 09, 2007
Mi huertecito
Hace ya muchos años que observo a mi librero cultivar el huerto. Año tras año veo como cava la tierra, la abona, planta los tomatales, los riega, los sulfata, los limpia de malas hierbas, recoge los tomates y los cuelga como si fuesen pendientes. Tomates de colgar, se llaman; sirven para hacer el pan con tomate. Todo eso año tras año por una mísera cosecha que, si graniza, se queda en nada. Todo eso pudiendo comprar los tomates "listos para comprar" en el mercado. Que no son lo mismo, claro. Jamás había comprendido la afición por el trabajo silencioso que sólo da un fruto mísero. Hasta ahora. Ahora tengo mi blog, y a cada nuevo mensaje es como un nuevo tomate que cuelgo como si fuera un pendiente. También cavo las palabras y las abono, y estoy pendiente de si el hombre del tiempo ha anunciado lluvia. Y me doy cuenta que yo también he caído. Ahora yo también tengo mi huertecito y lo trabajo por un fruto mísero, que, si nadie lee, se queda en nada.
Sunday, April 08, 2007
Una nueva vértebra
Sé que no son días para estar publicando el blog. Son días de vacaciones, para coger un billete y perderse por el desierto, por la selva, por el mar. Pero yo me quedo en casa, y el desierto, la selva y el mar los exploro desde mi butaca de leer, como hago siempre. ¿Hay más aventura que abrir un nuevo libro? ¿No encontráis que Semana Santa es época de música clásica? He decidido eliminar las etiquetas clásicos porqué me parecían pretenciosas. Ahora es más difícil intuir quien se esconde tras cada etiqueta, pero os invito a arriesgaros a comprobarlo. Vértebras, etiquetas, categorías... son mi gran juguete este segundo año de bloc. ¡Y pensar que las encontraba inútiles! Me he dejado atrapar. He creado una nueva vértebra: el habitante de los árboles, dedicada a Italo Calvino. El nombre de la categoría viene porqué Calvino dijo, a raíz de la publicación del El barón rampante, que era una metáfora del artista que a veces se va a vivir a los árboles para relacionarse mejor con el mundo. Italo Calvino es uno de los escritores que más quiero de entre todos los que he leído nunca. Es una cuestión de empatía. Tiene que ver con su entrega total en todo lo que escribe; da vida a cada escrito suyo con todo lo que es, con todo lo que tiene dentro. No es el único escritor o escritora que escribe así, evidentemente: todos los buenos escriben así. Pero tengo por él unos sentimientos que van más allá de la razón, que conciernen al corazón, y que, como el amor, no puede explicarse. Aunque leyéndolo puede comprenderse fácilmente.
Vértebra:
una brizna de recapitulación
El amor está en los ojos
Tristán e Isolda. Gottfried von Strassburg (páginas 203-206) Rivalín se queda atrapado por el amor hacia Blancaflor como un pájaro se queda atrapado en una rama untada con cola. Cuanto más intenta liberarse, más pegado a ella se queda. Ya no sabe si Blancaflor le ama o le odia, y pasa alternativamente de la desesperación a la alegría; sentir amor cambia su carácter. Blancaflor ha perdido su tranquilidad de espíritu, y se da cuenta que es por culpa de haberse enamorado de Rivalín. Empieza a demostrarle amor con sus miradas, y pronto se da cuenta que él le corresponde. El autor explica algo común y corriente que ha pasado a todo el mundo, un enamoramiento, con una factura clásica, escogiendo la palabras y los conceptos, con una prosa elevada. Auténticamente se trata de mostrar el amor como alimento espiritual; y eso sólo son los prolegómenos.
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