Saturday, March 10, 2007

La pasión según La señora Dolloway



"Peter la motejaba de fría, sin corazón y mojigata. Clarissa nunca pudo comprender la intensidad de los sentimientos de Peter. Pero al parecer sí podían aquellas mujeres indias, tontas, lindas, frágiles, insensatas."

"Por esto el dormitorio era una estancia del ático; la cama, estrecha; y mientras yacía allí leyendo, ya que dormía mal, no podía apartar de sí una virginidad conservada a través de los partos, pegada a ella como un sábana. Bella en la adolescencia, llegó bruscamente el instante –por ejemplo, en el río, bajo los bosques de Clieveden- en que, en méritos de una contracción de este frío espíritu, Clarisa había frustrado a Richard. Y después en Constantinopla, y una y otra vez. Clarissa sabía qué era lo que le faltaba. No era belleza, no era inteligencia. Era algo central y penetrante; algo cálido que alteraba superficies y estremecía el frío contacto de hombre y mujer, o de mujeres juntas. Porque esto era algo que ella podía percibir oscuramente."

"¡Peter estaba furioso! Todo ese lío de trasladarse a Inglaterra y visitar abogados no era para casarse con Daisy, sino para evitar que Daisy se casara con otro. Esto era lo que torturaba a Peter, en esto pensó cuando vio a Clarisa tan calma, tan fría, tan centrada en su vestido o en lo fuera; darse cuenta de lo que Clarissa hubiera podido evitarle, darse cuenta de aquello a lo que Clarissa le había reducido, a un débil y achacoso asno. Pero las mujeres, pensó mientras cerraba el cortaplumas, no saben lo que es la pasión. No saben lo que la pasión significa para los hombres. Clarissa era fía como un carámbano. Allí estaba ella, sentada en el sofá, a su lado, dejando que el cogiera la mano, y dándole un beso en la mejilla."

"Pero ¿quién era Peter para afirmar que la vida es coser y cantar? ¿Peter, siempre enamorado, enamorado de la mujer de quien no debía enamorarse? ¿Qué significa tu amor?, hubiera podido preguntarle Clarissa. Y sabía la respuesta de Peter: El amor es lo más importante del mundo y ninguna mujer puede llegar a comprenderlo."

"El amor también destruía. Todo lo bello, todo lo verdadero desaparecía. Por ejemplo, ahí estaba Peter Walsh. Un hombre encantador, inteligente, con ideas acerca de todo. Si una quería hablar de Pope, por ejemplo, o de Addison, o sencillamente hablar de cosas intrascendentes, o del modo de ser de la gente, o del significado de las cosas, Peter sabía más que nadie; Peter, que tantos libros le había prestado. Pero había que ver a las mujeres que amaba, vulgares, triviales, ordinarias. Había que ver a Peter enamorado... La visitaba, después de tantos años, ¿y de qué le hablaba? Él, nada menos que él. ¡Horrenda pasión!, pensó Clarissa. ¡Degradante pasión!"
La señora Dolloway. Virginia Woolf
Peter sabe de la importancia de la pasión; ella desprecia la pasión. Clarissa es incapaz de sentir pasión física por un hombre. Si se hubiese casado con Peter, esta manera diferente de sentir la pasión hubiese sido un obstáculo para su felicidad. No lo ha sido con Richard.

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