Sunday, February 18, 2007

La venda en los ojos pero el dardo en la pluma


"prefiero sufrir aún mucho más que olvidaros"

"¿No sois muy desgraciado, y no os falta mucha delicadeza, sino habéis sabido sacar provecho de mi apasionamiento de ninguna otra forma? ¿Y como es posible que con tanto amor no haya podido haceros feliz del todo? La única cosa que me sabe mal, por el gran amor que os tengo, son los placeres infinitos que os habéis perdido. (...) ¡Ah!, si los conocierais, sin duda encontraríais que son más intensos que el haberme engañado, y habríais podido comprobar que se es mucho más feliz, y que se siente algo más punzante, cuando se ama con violencia, que cuando se es amado."

"Os amo locamente, y querría preservaros de todo mal, de manera que, quizá, no oso desear que os turben los mismos transportes: me mataría, o moriría de dolor sin matarme, si estuviese segura que no tenéis reposo, que vuestra vida es tan solamente preocupación y agitación, que lloráis sin descanso, y que todo os es desagradable; mis males ya me superan, ¿cómo podría soportar el dolor que me causarían los vuestros, que me harían mil veces más daño?"

"Adiós, desearía no haberos visto jamás. ¡Ah!, siento con viveza la falsedad de este sentimiento, y sé, en momento de escribiros, que prefiero ser infeliz mientras os amo, que no haberos visto nunca;"

"pero no obstante en el fondo del corazón os agradezco la desesperación que me provocáis y odio la tranquilidad en al que vivía antes de conoceros."

"¿Por qué he habéis hecho conocer la imperfección y el desagrado de un afecto que no ha de durar eternamente, y las aflicciones que siguen a un amor violento, cuando no es recíproco? ¿Y por qué una inclinación ciega y un destino cruel se obstinan, normalmente a dirigirlas hacia aquellos que serían sensibles a otra?"

"Vos queríais que os amara y al concebir este propósito, no hay nada que no hubieseis hecho para conseguirlo; hasta incluso os habríais resuelto a amarme, si hubiera hecho falta; pero os disteis cuenta que podías tener éxito en el proyecto sin pasión y que no teníais ninguna necesidad de ello; ¡qué perfidia!"

Cartes d'amor de la monja portuguesa Mariana Alcoforado. (Cartas de amor de la monja portuguesa Mariana Alcoforado) Vizconde de Guilleragues. Son cinco cartas que Mariana, recluida en un convento, envía a su ex-amante, un oficial del ejercito francés que después de seducirla la ha abandonado. En estas cartas, la persona que las escribe empieza cegada por la pasión, y acaba con los pies muy en el suelo. Son gráciles, conmovedoras, sinceras. Dicen la verdad de una manera gradual, a medida que la autora se va dando cuenta de ella. Todo aquel que haya tenido esta experiencia ha querido, en algún momento, poder expresarla de esta forma. Estas cinco cartas son una pieza de orfebrería, y una lección de cómo superar un desengaño amoroso.

"que esta difusión alternativa de las cartas generase una demanda (tanto si venía movida por una curiosidad burlona como por una admiración por la expresión de los sentimientos)"

Meri Torras
Els hàbits de la passió, Epíleg (Los hábitos de la pasión, Epílogo)

Un detalle del epílogo me abruma: "curiosidad burlona". ¿De verdad hay gente que se ríe de estas cosas? ¿De la expresión de los sentimientos, de la inconstancia en el amor? (¿Es por eso que el autor las publicó anónimamente?) Pues puedo decir que esta gente son comparables al amante inconstante a quien van dirigidas las cartas. Quizá se creen superiores por no haber sido jamás engañados en el amor, o por haber sido ellos los que han engañado, pero, como dice sutilmente la persona que escribió las cartas, más desgraciados son ellos. De todas formas, ya lo decía Pessoa que todas las cartas de amor son ridículas. Si no eres tu el enamorado o enamorada, claro.

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