Tuesday, March 20, 2007

Imprenta y conocimiento


Mientras no se hubo inventado la imprenta, los libros eran muy caros. Sólo las personas muy poderosas podían poseerlos. Aristóteles tenía muchos libros, y eso, más que un mérito, ha sido considerado un pecado contra el gran filósofo, entendiendo que si pudo acumularlos fue a costa de algo: a costa de personas, de vidas de esclavos. Hasta que se popularizaron los libros impresos, poseer un libro estaba al alcance de unos pocos. Hacia falta mucho esfuerzo para producir uno, y en los libros sólo se consignaban cosas realmente importantes, la auténtica sabiduría.
Johanes Guttenberg popularizó la imprenta en Occidente a partir del año 1450, y aquí empieza la auténtica historia de la popularización de la lectura, que no del saber. Los libros pasaron a ser bienes accesibles, al alcance de cualquiera. Todo el mundo podía tener su Biblia, por ejemplo; eso ayudó a desacralizarla. Pero el hecho de que se popularizasen los libros llevó a que fuese impresa mucha materia que hasta entonces no se había considerado digna de serlo, materia para procurar a los lectores entretenimiento, como los libros de caballerías, por ejemplo. El libro pasó de ser la única fuente de saber a ser una fuente de entretenimiento más. Y si bien puso el conocimiento al alcance de todo el mundo, también puso la posibilidad de escribir porquerías al alcance de todo el mundo. Recordemos los libelos que se imprimían contra Maria Antonieta durante la Revolución Francesa. Los libros dejaron de reflejar el conocimiento para pasar a reflejar las pasiones de los hombres. Hoy en día hay mucha letra impresa, pero no toda es conocimiento. De todos modos todo el mundo puede tener al alcance a Shakespeare o a Cervantes por un precio módico, obras que sin la posibilidad de ser impresas quizá no habrían existido.
La posibilidad de imprimir y expresarse por escrito es un poder y en algunos países todavía hoy no hay libertad de expresión, y eso incluye la libertad de expresión escrita. Los gobiernos han sido y son los principales interesados en controlar lo que se imprime. Internet es el nuevo gran invento, prolongación de la imprenta, que hace reformular los puntos de vista sobre la impresión, añadiendo nuevos espacios de libertad. El saber está al alcance de cualquiera, pero poca gente se acerca a él. Mientras tanto, usamos el gran invento de la imprenta para leer revistas del corazón o periódicos deportivos. Somos humanos; nuestros inventos nos reflejan. Y jamás ningún invento había reflejado tan bien el alma de la tribu humana como la imprenta.





No comments: