Tuesday, March 20, 2007

En el cajón


Ferragus. Honoré de Balzac. IV. ¿Dónde ir a morir? Bien, no diré qué he acertado y qué no, para no estropear la intriga a nadie, pero hay cosas que se veían venir, y otras cosas que no, a pesar de que el título ya tendría que haberme dado una pista (que no me ha dado, sinceramente) Pero de eso se trata, que te sorprendan. El trozo final me ha costado un poco de leer, porqué hay situaciones en la vida que, una vez has llegado a ellas, lo que viene después no tiene ninguna importancia. Pero lo he leído a pesar de todo y es impresionante la delicadeza con la que ciertos dados llegan al lector. Me queda por leer una breve conclusión que no tengo ni idea de qué dirá, porque a mi me parece que ya está todo dicho, y todos los personajes "ordenados" dentro de su cajón ( y nunca mejor dicho). Y aún me quedo con la duda de sí lo sabía, Ferragus, que Jules estaba espiando... Pero Ferragus es Ferragus, ¿no? Por tanto yo creo que sí, que lo sabía. Lo que pasa es que todo no ha podido controlarlo. No puede evitar pensar, otra vez, en El primo Basilio. Por causas diferentes, se puede decir que la protagonista tiene la misma reacción. De todos modos, ¿qué relación se ha de tener con el marido para que te pase algo así? ¿Dónde está la confianza que ha de unir a una pareja? ¿Pasaría eso, hoy en día? Costaría de creer, algo así. A mi me parece en todos los aspectos una reacción exagerada, increíble. Pero parece que concuerda muy bien con el espíritu del siglo, con el contexto y la mentalidad decimonónicas. Además, la medicina no era lo que es ahora.

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