Tuesday, August 01, 2006

El padre y el hijo


Veinte días con Julian y conejito, de Nathaniel Hawthorne. En la introducción (una introducción que realmente no le hace justicia como escritor), Paul Auster habla de que hay quien fotografía a sus hijos para recordar su infancia, y de que este texto es mucho mejor que una fotografía. Es el diario que llevó Hawthorne cuando se quedó solo en su casa con su hijo de cinco años y su mascota, un conejo que después de unos temblores se quedará tieso, pobrecito. El parloteo incesante del niño, la naturaleza, la espera de su esposa; todo discurre con una placidez y una agilidad encantadoras, y no falta el sentido del humor, sobretodo cuando habla con toda la seriedad del conejito. Una obra muy sencilla que vale la pena disfrutar, y que creo que gustará sobretodo a aquellos que tienen críos en casa.
Subrayo:
"Ya antes de ahora he observado que la mejor forma de obtener una impresión y un sentimiento vívidos de un paisaje consiste en sentarse ante él y leer: o dejarse absorber de otra forma por él; porque, entonces, cuando tus ojos se ven atraídos por el paisaje es como si atraparas a la naturaleza de improviso y sin darle tiempo a cambiar su aspecto. El efecto dura sólo un momento y pasa casi en el instante en que te das cuenta; pero es real, aunque momentáneo. Es como si pudiera captar y comprender lo que los árboles se susurran el uno al otro, como si captaras un atisbo de un rostro sin velo, que se protege de cualquier mirada codiciosa. Se ha revelado el misterio y, apenas una respiración o dos después, sigue siendo tan misterioso como antes. Yo he captado un atisbo semejante esta mañana, aunque no tan perfecto como otras veces."

No comments: