Sunday, March 12, 2006

Paseo con detalles

En el libro "El Paseo", de Robert Walser, aparecen unos detalles que me gustaría comentar. El primero es cuando el paseante va a comer a casa de la señora mayor. La señora le hace la broma que no puede parar de comer. Broma horripilante, si te paras a pensarlo. Otro detalles es cuando habla con el sastre y le dice que los vestidos que hace no le quedan bien. El sastre le responde que tiene clientes, personas respetables dentro de la sociedad, a los que sus vestidos sientan a la perfección. Un tercer detalles es el dinero que el paseante recibe de un grupo de damas acomodadas. Es como si Walser hubiese hecho aparecer en "El Paseo" sus sueños y su pesadillas. Si eres poeta pobre, la donación de un mecenas es un sueño. Que alguien te haga comer hasta reventar es una pesadilla. Que a ti no te sienten bien ropas que a otros les van perfectamente también es una pesadilla, y muestra el temor a no estar bien integrado dentro de la sociedad. Es la más kafkiana de las escenas, y la aseguraríamos influida por Kafka, si no fuese porque Walser fue antes. Kafka le veneraba, y no es difícil entender porqué. Un breve paseo que nos da acceso al tuétano de los sueños de un hombre.