Monday, July 10, 2006

Trucos de novelista


Me ha fijado en una cosa en la que no me había fijado antes: el autor de una novela a veces introduce elementos que no había mencionado pero que aparecen como perfectamente posibles y encajados dentro de la acción. Me explico. Un ejemplo de eso sería Martha, la criada de los Hale en Norte y Sur. Los Hale buscaban una, no se habló más, y de golpe, la tienen. Y la autora no nos ha hablado nunca de como la han encontrado, aunque podemos deducirlo. Otro ejemplo: los escritos de Fabricio cuando estaba en la cárcel. Stendhal no nos dijo nunca que Fabricio escribiera; incluso jamás dijo que tuviera libros. Y de golpe, aparecen sus escritos, en una escena clave de la novela, y encajan perfectamente en el contexto. No quiero decir que estos dos ejemplos sean errores, al contrario, son ejemplos de la finura del novelista, que no menciona un hecho o un personaje porque sí, sino cuando su mención es útil a la acción y la hace interesante. Así, aparte de sorprender agradablemente al lector, se agiliza la narración, que sería muy pesada con la pormenorización de todo este tipo de detalles. Ya digo, no son trampas, es saber escribir novelas. Sobretodo en el último caso. Era el mismo Stendhal quien decía que "la novela es el arte de la omisión".

1 comment:

Miguel Sanfeliu said...

Es muy sutil la diferencia entre el detalle omitido, que se suele sobreentender, y el "truco", ya que éste último, puede ser un poco tramposo, como encontrarse un paraguas justo cuando se pone a llover.
Tienes un blog muy interesante. Te seguiré leyendo.
Un saludo.