Tuesday, April 25, 2006

El eco de un nombre


Después de tres capítulos un poco abstractos, en el libro Natalia Goncharova, retrato de una pintora, el capítulo Las dos Goncharovas, realmente interesante. No quiero decir que los anteriores no sean interesantes, lo son y mucho. Pero son – abstractos. Por fin, una historia: la historia de la primera Natalia Goncharova, esposa de Pushkin, el gran poeta ruso. Por lo que se ve era una mujer muy bonita que se casó con Pushkin sin amarlo, y que ni tan solo apreciaba sus poemas. No se si le obligaron a casarse, no lo deja claro. Pushkin murió en un duelo con el hombre con que se había ¿qué? ¿besado? ¿ido a la cama? (Tampoco lo deja claro) el gran poeta ruso malogrado en un duelo por una mujer que no le quería. Según Tsvetàieva, nuestra Natalia Goncharova, la del siglo XX, la pintora (se ve que fue una pintora importante) devuelve al pueblo ruso lo que la otra Natalia Goncharova, su antepasada, con su belleza, le arrebató – el talento.
Me gusta la escritura de Marina Tsvetáieva. Está llena de detalles, de inflexiones humanas, de poesía. No es verso pero es poesía. Y el modo en como ve las cosas, la perspectiva que da a lo que explica, la admiración que siente por el trabajo de Natalia Goncharova... todo es muy interesante.