Monday, January 30, 2006

Poder y destino

Ahora Fouché se enfrenta directamente a Napoleón. Es apasionante. Son dos hombres borrachos de poder, y el poder, cuando se prueba una vez, no puede dejarse. Por lo que veo es peor que la droga. Eso de mandar gusta a todo el mundo. Pero que llegue a subir a la cabeza de esta manera, cuesta de creer. Donde también se trata indirectamente este tema es en "La Cartuja de Parma". La reflexión es la siguiente, puesta en boca del Príncipe y también del Conde Mosca: "¿No tenía más poder que nadie en ese Estado? ¿Pues no debería ser más feliz que nadie?" Y claro, ni el Príncipe ni el Conde son la persona más feliz del Estado, precisamente. Fabricio no tiene poder, pero en cambio es mucho más feliz. Y eso que aún no se ha enamorado de verdad. Claro que él es joven. Pero no creo que sea cuestión de juventud, sino de carácter. Hay gente que está más predispuesta que los otros a ser feliz. Y la mayoria no espera a tener "el poder" para serlo. (Gracias a Dios). Fouché, me importa bien poco si era feliz o no. Pero el poder es como el agua salada, cuanta más bebes más sed tienes. Y eso es un poco lo que le está pasando. Y también lo que pasa a Napoleón, de quien, indirectamente, Zweig nos hace un buen retrato. Eso que su esposa le espirara por cuenta de Fouché me ha impresionado. ¡Y qué familia tiene! O más bien clan. Sé como acabará Napoleón pero no sé como acabará Fouché. Apostaría que morirá rico. Es una apuesta arriesgada, porque su destí está muy ligado al de Napoleón, y si este no acaba bien... Pero yo creo que Fouché caerá de pie. En fin, ya se verá...
En referencia a Fouché, al principio podía pensar que los hechos de Lión fueron una casualidad, fruto de las circumstancias del momento histórico. Ahora creo que se emborracho de sangre, y que disfrutó guillotinando tanta gente, como más tarde se emborrachará de poder i mandará salir a las milicias innecesariamente. No, los hechos de Lión no fueron una casualidad.

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