Saturday, March 31, 2007

Leyes


"Las leyes son como las telas de araña, a través de las cuales pasan libremente las moscas grandes y quedan enredadas las pequeñas."

Honoré de Balzac

Estructura


"La única estructura posible es el paso del tiempo."

Clara Gamboa Guzmán

Diez


"_ Tardó diez años en escribir esta novela.
_ Quizá hagan falta diez años más para leerla..."

(dicho en la película Las Horas)

Friday, March 30, 2007

Reverberación


Como un músico que toca una nota y se para a escuchar la reverberación, así leo yo: saboreo un trozo y entonces necesito un tiempo de reposo para asumirlo, para "escuchar la reverberación"...

Escribir para tapar la gotera


A la charla sobre Ferragus, alguien dijo que Balzac había sido uno de los primeros escritores en prostituirse. Con eso supongo que se refería a qué, pudiendo escribir cosas de mucha calidad, escribía cosas rápidas y en forma de folletín para alimentar al lector y cobrar. Esta persona puso Ferragus como ejemplo de este tráfico deshonesto y alimenticio al que, según él, se entregaba Balzac. Yo creo que el adjetivo sería aplicable si lo que hubiese escrito Balzac fuera malo: entonces se le podría acusar de escribir sólo por dinero. Pero es evidente que ni Ferragus es malo ni que no escribía solo por dinero. Pero cada una de sus frases transmite amor por al escritura y amor por su personaje: París. La escritura es buena. Que lo hiciese por dinero o porqué tenía un cohete en el culo, es indiferente. Quizá sin el apremio por tener algo escrito y publicable al día siguiente no habría sido jamás el escritor que es, y no tendríamos nada de su obra, ni lo más elevado ni lo más común. Es el hecho de escribir folletín y sus obras menores lo que lo forja, lo que le da bagaje para componer las mayores. ¿Qué querríamos, que un autor estuviese en una torre de marfil, sin pensar en poder vivir de su trabajo para no "contaminarlo"? Quizá sí que Balzac escribía por dinero, como tantos otros han hecho antes o después, pero, los resultados, ¿no van más allá de algo escrito por dinero? ¿Y no es lícito escribir "por dinero"?

El autor es quien planifica


Ferragus. Honoré de Balzac. II. Ferragus. Antes pensaba que, a Ferragus, la carta le había caído agrede. Pero lo dicho en la charla me hace replanteármelo, y podría ser sólo un truco del autor, sin que Ferragus tuviese nada que ver. Quizá Ferragus no lo planifica todo, al fin y al cabo.
Las descripciones que hace Balzac de la gente de París, ahora que puedo disfrutarlas, son fantásticas. Es un libro que merece una segunda lectura, ya lo creo que sí.

Palabras vividas


Leí el libro de Jaume Cabré El sentit de la ficció (El sentido de la ficción), sobre su escritura. Dice que no se debe escribir nada que no surja de una profunda necesidad interior, y que se han de llenar los armarios de ropa de los personajes, aunque estos armarios no los haya de abrir nadie. Dice que ha pasado temporadas en que no ha escrito, pero, jamás, jamás, ha dejado de leer. Dice que si no escribe revienta. También afirma que, a pesar de que un lector sólo lea una vez en la vida aquello que un escritor ha escrito y reescrito tantas veces, es escritor aquel que ni tan sólo se pregunta si eso vale la pena.
He leído el libro en un ejemplar de la biblioteca, donde alguien había hecho un círculo alrededor de las palabras genuinamente catalanas. (¿Alguien que aprendía catalán, quizá?) Eso me ha hecho dar cuenta de la riqueza del vocabulario de Cabré, y creo que su elección del catalán como lengua de escritura fue la acertada.

La barquita


Fui a una charla sobre blogs. La moderadora dijo que somos los mismos de siempre, nos movemos por emociones, pero ahora tenemos nuevas maneras de informarnos y de comunicarnos.
Biel Mesquida dijo que él siempre había sido un escultor del texto, rescribiendo cada párrafo. Ahora, en su blog, lo que escribe está a medio camino entre la espontaneidad del habla y la elaboración que requiere la escritura. Empezó su blog como un reto, y lo que le ha enganchado ha sido la disciplina de escribir cada día a que lo obliga el blog. Está satisfecho hasta cuando recibe críticas, porqué cree que Internet es un espacio de libertad, y que eso le ha forjado.
Eduard Batlle, periodista de El Punt, considera que su blog es como una barquita. Lo empezó a raíz de una experiencia personal de adopción, e intenta que sea lo más humano posible. Dice que lo interesante de un blog es que se escape de las manos de su autor, que sea una apuesta arriesgada. Dijo que en un blog, la persona que lo hace es editora de su propia mirada. También dijo que a él no le hace falta el anonimato; está orgulloso de usar su nombre.

Tuesday, March 27, 2007

Anacronismo


Ayer por la radio oía, en una especie de consultorio, los locutores que discutían sobre una carta que les había enviado alguien a quien El Quijote no había gustado, y se veía en la tesitura de expresar su opinión sobre el libro en un trabajo. Esta persona no sabía si decir la verdad (que no le había gustado) o qué decir. Para empezar, los locutores dijeron que leer El Quijote ahora (una novela del siglo XVII, por Dios) era un anacronismo, y que El Quijote no podía ofrecer nada que no se pudiese encontrar, y mejor, en cualquier novela actual. (¡Me gustaría saber qué tipo de libros leen, estos!) En referencia a la opinión para el trabajo, le aconsejaban decir "ha despertado mi afición a la literatura" y mentiras así, en ningún caso decir la verdad ni justificar con gracia, como de hecho hacía en la carta esta persona, porqué no le había gustado. Yo veo que personas que piensen eso de este libro (es decir, que es un anacronismo histórico leerlo pero que al profesor se le ha de decir que "despierta mi afición por la lectura") son personas normales, que salen por la radio, que tienen un programa de éxito, que tienen una opinión líder que todo el mundo puede hacer suya. Leer El Quijote hoy en día por placer? Decir que te gusta sino es para quedar bien con el profesor? Sólo la gente rara, muy rara, hacer eso, parecía que quisieran decir. Cuando veo los libros que yo leo, todos viejos, todos antiguos, todos "anacronismos históricos"... porque no sólo estoy leyendo El Quijote. Estoy leyendo Memorias de Ultratumba, que es del siglo XVIII, o aún peor, Tristán e Isolda, ¡que es del siglo XIII! Y todos me gustan y todos "despiertan mi afición por la lectura". Podéis imaginaros como me sentí. Porqué hablar bien de estos libros es lo que yo hago, como si aún estuviese en algún curso imaginario haciendo un eterno trabajo imaginario para un eterno profesor imaginario (que me pone una eterna buena nota imaginaria, claro)... Con estos vicios, no sé como me dejan salir a la calle, la verdad.

Monday, March 26, 2007

Opinión sobre El Quijote


He oído por la radio esta opinión acerca de El Quijote: "un libro que lo único que hace es reírse de alguien con problemas mentales."

Repetición de la jugada


Tristán e Isolda. Gottfried von Strassburg (páginas 193-194) El autor se dirige a un público que ya conoce la historia: habla del final; tiene toda la historia en la cabeza cuando escribe estas palabras iniciales. En el caso de esta lectora concreta tiene razón: será la tercera vez que leo esta historia. Y de momento no me canso. Es una historia fascinante, que admite diversas maneras de ser contada. Siempre es lo mismo pero nunca es igual. Es eso lo que busco en ella, creo: aquello ya sabido explicado de una forma nueva. Y cuanto más elevada, más poética y mejor sea la manera de explicarla, pues mejor. Esta prosa, que es una traducción, tiene una especie de ritmo que supongo se debe a que el original es en verso.

"Leemos acerca de su vida; leemos acerca de su muerte, y ello nos resulta tan grato como el pan."

Otro con el don


Ferragus. Balzac. I Madame Jules. Balzac puede ser exagerado, pero tiene aquella sabiduría sobre las personas que yo decía que debían tener los grandes novelistas. ¡Cómo describe a los personajes! ¡Cómo estructura la narración! El texto fluye y tiene intriga. Para hacer eso, se ha de tener un don. Balzac quizá no es un estilista del lenguaje, pero escribe muy bien. Y la gente de la charla tenía razón: su personaje es París. Ya sé que dijeron que Balzac tenía novelas mejores: a mi esta me continua pareciendo muy buena. ¡Ahora imagínate lo que deben ser las otras!

Sunday, March 25, 2007

Mensaje número 600


Sin darme cuenta, he llegado al mensaje número 600 del blog. Es hora de hacer un poco de recapitulación. Ahora tengo comenzados: Tristán e Isolda, de Gottfried von Strassburg; El Quijote, de Cervantes; Memorias de Ultratumba, de Chateaubriand; La creació del món (La creación del mundo), de Miguel Torga y Una Ola, de John Ashbery. También estoy releyendo Ferragus, de Honoré de Balzac, y estoy absorta leyendo un terceto de obras sobre el arte de escribir de las que ya hablaré más adelante. También estoy leyendo con intermitencias unas Lecciones de Literatura Universal, de las que no hablo porqué de momento tratan de libros que yo no he leído, y por tanto no puedo opinar, pero estoy sacando muchas ideas para futuras lecturas.
Pues nada, felicitarme a mi misma y a los lectores y lectoras del blog por el mensaje número 600, que se cumplan muchos más y ¡que duré!

Tiempo libro

El público de la conferencia del otro día de Xavier Rubert de Ventós estaba formada por dos grupos muy claros: el de las mujeres mayores jubiladas (mayoritario) y de los estudiantes (minoritario). Mi librero, no sin ironía, me preguntó: ¿y con qué grupo ibas tú? Buena pregunta.

El caballero azul


A Tristán le veo demasiado enamorado de Isolda como para pensar en tener nada con él. ¿Vosotros creéis que con Lancelot podría tener más suerte? Quien no te dice que si nos encontrásemos en un bosque de verde resplandeciente...

Ancla



Los últimos libros que estoy leyendo los estoy marcando con un punto de libro muy azul que me regaló mi librero, y que es una propaganda de una novela comercial que no he leído ni tengo intención de leer. El punto es un anuncio del libro Un puerto seguro, de Danielle Steel. De mi experiencia leyendo a Danielle Steel quizá hable algún día, pero ahora me gustaría hablaros del porqué este punto de libro es tan especial para mi. Cada vez que abro o cierro el libro que estoy leyendo, el punto pasa por entre mis manos, y leo: "un puerto seguro". ¿Y qué es para mi la lectura sino un "puerto seguro"? Si puedes dedicarte a leer, es que las cosas no van tan mal. Las cosas no siempre van bien, pero sé que mientras pueda tener un libro en las manos no he tocado fondo. ¡Y a veces necesito tanto elevarme un poco por encima de la arena áspera! Sé que con los libros siempre puedo contar. "Un puerto seguro". Cada libro que leo es otro puerto seguro. Seguro que se trata de una novela floja, seguro que hay puntos de libro más bonitos... pero... lo leo y necesito tanto que a cada nuevo libro que abro eso sea verdad...

Cerrado por lectura

Estoy enfrascada leyendo. Concentrada, rendida, apasionadamente. Volveré a escribir cuando la oleada baje, cuando me vea capaz manipular de nuevo las palabras. Por qué eso es lo que todo escritor aspira a hacer impunemente: manipular las palabras, y al mismo tiempo, manipular la realidad.

El huevo

Cuando acabo de escribir un post, me siento satisfecha como una gallina que acaba de poner un huevo. Cocorocó...

Saturday, March 24, 2007

De segundas lecturas


Ferragus. Honoré de Balzac. Me doy cuenta que los trozos que antes encontré difíciles ahora son los que más me gustan. Como por ejemplo, el Prefacio. Tan espeso que lo encontré, y ¡como lo he disfrutado ahora!

Charla sobre Ferragus


Hay Balzacs mejores, no tan basados en la trama.
Ferragus es un trozo pequeño de su gran obra La comedia humana, que es un conjunto de libros que se entrelazan.
En Balzac, y también a Ferragus, el personaje principal es París. La trama es una excusa para retratar tipos humanos.
Balzac es apasionado, tiene fuerza, pero no es un estilista del lenguaje. Victor Hugo escribía mucho mejor.
Balzac, como Dickens, publicaba por entregas. Hacia folletín, que sería el equivalente a las telenovelas actuales. Por eso en sus novelas pasan cosas muy exageradas.
En el hecho que Auguste se vaya apagando poquito a poco se ve el poder del los Trece, que todos juntos llegan allí donde un solo hombre no puede llegar.
Una cosa es lo que pasaba a la gente de la época, y la otra es lo que pasaba a la gente en los libros de la época. (Esta muerte que ahora encontramos exagerada: eso pasaba en los libros de la época, pero no quiere decir que a la gente de la época le pasase...)
He de decir que hablando de este libro con la traductora Anna Casasses y las otras personas de la tertulia, hay cosas de la trama que vi de otra forma, cosas de las que no me había dado cuenta o que había leído demasiado deprisa.

Friday, March 23, 2007

Alud de información


Fui a una conferencia de Xavier Rubert de Ventós, filósofo. La conferencia se titulaba: De la representación a la presencia, y hablaba de los medios que representan la realidad (como la fotografía y el cine) y los que presentan la realidad, como la televisión. Dijo que los "reality shows" triunfan porqué la gente tiene ansia de saber la verdad, aunque sea la verdad de un "reality show". Dijo que saber la verdad es una necesidad de todo el mundo. Otro aspecto que trató y que a mi me interesó especialmente, fue el problema de la cantidad de información a la que tenemos acceso actualmente. El número de variables que puede abarcar nuestra mente es limitado, y han de ponerse límites al alud de información si se quiere conservar la capacidad de síntesis. Es como un pájaro que se cae del nido: si lo aprietas demasiado lo ahogas, si lo aprietas demasiado poco se pone a volar. Con el aumento geométrico y exponencial de la información disponible la delicadeza a la hora de abarcar el mundo ha de aumentarse mucho. Dijo que los científicos modernos son como los grandes inquisidores: torturan la naturaleza para que cante. Pero no todo canta. Ha de encontrarse el equilibrio entre las hipótesis y el hecho de respetar las cosas para que nos hablen por ellas solas. Con un exceso de información tant grande, a veces se llega a conclusiones equivocadas. El nivel de intensidad de relación ha de ser la óptima. Más información no es mejor información y querer abarcar demasiado a veces es contraproducente.
Habló durante media hora y de buena gana le hubiese escuchado media hora más. Sus palabras fueron un estímulo que me hizo barruntar, aunque fuese pensando en temas que no tienen nada que ver con lo que él dijo.

Thursday, March 22, 2007

Llanto sentido


Cuentan que, un día, uno de los amigos de Balzac fue a verle a su casa, y se lo encontró llorando. "Por qué lloras", le dijo. "Lloro porqué Madame Nosequé ha muerto". "¿Y quien debía ser esta Madame Nosequé, que Honoré llore con este sentimiento?" Se preguntó el amigo. Entonces descubrió que esta Madame Nosequé era un personaje de la historia que Balzac estaba escribiendo...

Wednesday, March 21, 2007

¿Escritora o escritor?


Cuando hablo de una persona que escribe, en genérico, escribo escritor, jamás escritora. Eso, supongo, lo hago por las connotaciones que tienen ambas palabras, y por el hecho de que, hablando en genérico de una persona que escribe, escritor parezca la más correcta. Decir escritora parecería que no fuese válido para todos aquellos que escriben, sino sólo para las mujeres. En cambio diciendo escritor también se entiende que es válido para las mujeres que escriben. Creo que es muy injusto que pase esto, y, una vez más, nos encontramos con una limitación que nos impone el lenguaje. Debería haber una palabra cuyo significado fuera "persona que escribe", independientemente de si esa persona es hombre o mujer, y que no tuviese connotaciones inferiorizantes para nadie. Dorothy Parker no quería ser llamada escritora, ella querría escribir como un hombre y quería ser escritor, aunque en inglés la palabra writer me parece que sirve tanto para hombre como para mujer. Pero ella quería tener una categoría que sólo tenían (y quizá sólo tienen) los hombres escritores. Muchas veces he pensado que, razonando de esta manera, yo también quiero ser escritor, si tiene más valor lo que escribe un hombre... Però también hay escritores hombres malos. Y entonces recuerdo que ha habido mujeres que han escrito bien, para las cuales la denominación escritora no es un signo de inferioridad. Pienso en María de Francia, Jane Austen, las hermanas Brontë, Edith Wharton, Virginia Woolf, Mercè Rodoreda, María Zambrano, Carmen Martín Gaite... y hay otras, muchas otras. Razonando así, lo que debería procurar es ser digna de la palabra escritora, que las incluye a ellas, y dejarme de connotaciones.

Colación después de la cena


La señora Dolloway. Virginia Woolf. Clarissa dice "virginidad conservada a través de los partos." Partos. Clarissa sólo tiene una hija. Y no creo que sea un gazapo.

¿Dónde están los colores? o Cromatismo espiritual



Una Ola. John Ashbery. Me doy cuenta que en los poemas de Ashbery no hay colores. Zagajewski tenia colores. Ashbery es gris. Yo le veo gris. Y cuidado, no estoy diciendo aburrido o poco interesante o deprimente. Simplemente digo que sus poemas están más allá de la escala cromática, que se mueven en una dimensión abstracta, una dimensión más del cerebro y del yo interior que la vista o de los ojos. Al menos tal y como a mi me llega, tal y como yo lo percibo.

Vocación


Un día, hace ya algún tiempo, oí por la radio una entrevista con la organista Montserrat Torrent. Si la recuerdo con especial afecto (oigo muchas entrevistas, y evidentemente no las recuerdo todas) es porqué escuchándola recordé el verdadero significado de la palabra vocación. Vocación para tocar el órgano, en este caso. Ella tuvo que enfrentarse a su familia para poder tocar el órgano: ellos querían que continuase con el piano, instrumento en el que de tenía el futuro asegurado. Para una persona profana en el mundo de la música, como puedo ser yo, a primera vista cuesta de entender eso, porqué, ¿qué diferencia hay entre un órgano y un piano? ¿Es que no es lo mismo? Pues no, no es lo mismo, y a parte de las consideraciones técnicas y de sonido, un órgano tiene una dimensión espiritual que no tiene un piano, por ejemplo. Y no era sólo el hecho de haberse enfrentado a su familia: era toda la manera en que hablaba de su música y de su instrumento. Muchas veces, cuando dudo de mi futuro en esto de la escritura, pienso en Montserrat Torrent y en que a mi me gustaría tener una vocación para escribir como ella tiene para tocar el órgano. Pero supongo que tú no escoges la vocación, sino que la vocación te escoge a ti. Me gustaría que la escritura me escogiese de la misma manera que a Montserrat Torrent la escogió la música de órgano.

Tuesday, March 20, 2007

Imprenta y conocimiento


Mientras no se hubo inventado la imprenta, los libros eran muy caros. Sólo las personas muy poderosas podían poseerlos. Aristóteles tenía muchos libros, y eso, más que un mérito, ha sido considerado un pecado contra el gran filósofo, entendiendo que si pudo acumularlos fue a costa de algo: a costa de personas, de vidas de esclavos. Hasta que se popularizaron los libros impresos, poseer un libro estaba al alcance de unos pocos. Hacia falta mucho esfuerzo para producir uno, y en los libros sólo se consignaban cosas realmente importantes, la auténtica sabiduría.
Johanes Guttenberg popularizó la imprenta en Occidente a partir del año 1450, y aquí empieza la auténtica historia de la popularización de la lectura, que no del saber. Los libros pasaron a ser bienes accesibles, al alcance de cualquiera. Todo el mundo podía tener su Biblia, por ejemplo; eso ayudó a desacralizarla. Pero el hecho de que se popularizasen los libros llevó a que fuese impresa mucha materia que hasta entonces no se había considerado digna de serlo, materia para procurar a los lectores entretenimiento, como los libros de caballerías, por ejemplo. El libro pasó de ser la única fuente de saber a ser una fuente de entretenimiento más. Y si bien puso el conocimiento al alcance de todo el mundo, también puso la posibilidad de escribir porquerías al alcance de todo el mundo. Recordemos los libelos que se imprimían contra Maria Antonieta durante la Revolución Francesa. Los libros dejaron de reflejar el conocimiento para pasar a reflejar las pasiones de los hombres. Hoy en día hay mucha letra impresa, pero no toda es conocimiento. De todos modos todo el mundo puede tener al alcance a Shakespeare o a Cervantes por un precio módico, obras que sin la posibilidad de ser impresas quizá no habrían existido.
La posibilidad de imprimir y expresarse por escrito es un poder y en algunos países todavía hoy no hay libertad de expresión, y eso incluye la libertad de expresión escrita. Los gobiernos han sido y son los principales interesados en controlar lo que se imprime. Internet es el nuevo gran invento, prolongación de la imprenta, que hace reformular los puntos de vista sobre la impresión, añadiendo nuevos espacios de libertad. El saber está al alcance de cualquiera, pero poca gente se acerca a él. Mientras tanto, usamos el gran invento de la imprenta para leer revistas del corazón o periódicos deportivos. Somos humanos; nuestros inventos nos reflejan. Y jamás ningún invento había reflejado tan bien el alma de la tribu humana como la imprenta.





Tantas vidas


Una Ola. John Ashbery. Tantas vidas. Hasta ahora, no había detectado en este libro ningún poema de amor. Había habido poemas sobre su vida interior (la mayoría), sobre su afición a la bebida (bueno, solo uno), pero ninguno de amor. Este lo es, y no sólo es muy bonito, sino que demuestra la seguridad tranquila y confiada de aquel que se sabe amado. Entre muchas imágenes úrbanas, habla de un "alfabeto de connivencia", que creo que resume muy bien lo que es el poema y la convivencia con el ser querido. Creo que el poema se llama Tantas vidas, a pesar de que hable de una sola vida, la suya, porqué su relación con el otro es todas las vidas que vive.

Ferregus acaba jugando a la petanca


"y los jugadores de petanca, los hombres más fanáticos de entre todos los sectarios de cualquier religión,"

Ferragus
Honoré de Balzac
Conclusión

En el cajón


Ferragus. Honoré de Balzac. IV. ¿Dónde ir a morir? Bien, no diré qué he acertado y qué no, para no estropear la intriga a nadie, pero hay cosas que se veían venir, y otras cosas que no, a pesar de que el título ya tendría que haberme dado una pista (que no me ha dado, sinceramente) Pero de eso se trata, que te sorprendan. El trozo final me ha costado un poco de leer, porqué hay situaciones en la vida que, una vez has llegado a ellas, lo que viene después no tiene ninguna importancia. Pero lo he leído a pesar de todo y es impresionante la delicadeza con la que ciertos dados llegan al lector. Me queda por leer una breve conclusión que no tengo ni idea de qué dirá, porque a mi me parece que ya está todo dicho, y todos los personajes "ordenados" dentro de su cajón ( y nunca mejor dicho). Y aún me quedo con la duda de sí lo sabía, Ferragus, que Jules estaba espiando... Pero Ferragus es Ferragus, ¿no? Por tanto yo creo que sí, que lo sabía. Lo que pasa es que todo no ha podido controlarlo. No puede evitar pensar, otra vez, en El primo Basilio. Por causas diferentes, se puede decir que la protagonista tiene la misma reacción. De todos modos, ¿qué relación se ha de tener con el marido para que te pase algo así? ¿Dónde está la confianza que ha de unir a una pareja? ¿Pasaría eso, hoy en día? Costaría de creer, algo así. A mi me parece en todos los aspectos una reacción exagerada, increíble. Pero parece que concuerda muy bien con el espíritu del siglo, con el contexto y la mentalidad decimonónicas. Además, la medicina no era lo que es ahora.

Monday, March 19, 2007

Diario, cuaderno


diariolibro, registro, donde se apuntan día a día los hechos ocurridos, las transacciones realizadas, etc.

cuaderno – conjunto de unas cuantas hojas de papel, generalmente cosidas, en forma de libro.

Sé que las palabras diario y cuaderno no son sinónimas, pero yo las uso como tales: llamo cuaderno a mi diario. Comencé a llamarlo así cuando leí los Cuadernos de todo de Carmen Martín Gaite. Me impresionó el uso que hacía de la palabra cuaderno. Decía cuaderno y me entraban unas ganas tremendas de escribir, de llenar cuadernos. Mi diario no es exactamente un diario, en la medida que no explico en él lo que me pasa cada día, sino que es más bien pasto para mis reflexiones y pensamientos íntimos, sin que importe tanto el día en que fueron escritos (aunque con el tiempo he comprobado que me gusta saber el día en que lo escribí). Pasé una época en que ni tan solo ponía la fecha; simplemente – la reflexión. Por eso decidí llamarlo cuaderno, por que no era exactamente un diario. En cambio, sí que era un cuaderno, una libreta. Diario es la palabra que uso cuando hablo con otra persona de esta faceta de mi escritura, y cuaderno es la palabra que uso escribiendo para mi misma. Carmen Martín Gaite usaba la palabra cuaderno –yo siempre lo había llamado libreta- y se encendían las piedras, parecía que todo era posible, incluso, sobretodo, escribir. Evocando su recuerdo, su entusiasmo y sus cuadernos de letra redonda y perfecta (que una vez tuve la suerte de ver en una exposición) llamo los escritos que hago para mi misma cuaderno. Podría llamarlos diario, pero no sería exacto, ya que no se trata concretamente de un registro de hechos. Se parecen a un diario en la medida que son íntimos y en que escribo cada día (o casi cada día), pero nada más. Para mi, son cuaderno.

Palabras vacías


La princesa que creia en contes de fades (La princesa que creía en cuentos de hadas) Marcia Grad. Quizá alguien se extrañará que, si llevo unas semanas hablando bien de este libro, subrayando frases de este libro, ahora piense que el último capítulo son palabras vacías. Bueno, quizá no es exactamente así: de hecho, es el desarrollo de la misma doctrina. Pero antes estaba presentada como un simple diálogo, como una idea que te aporta un amigo, y resultaba simpático, ahora se ha convertido en dogma, en un nuevo "código real"... y, ¿no habíamos quedado en que los "códigos reales" era preciso evitarlos? ¿Qué nos lleva a pensar que este "código real" es el bueno, y el otro no lo era? Yo no creo en las prédicas. Creo en el diálogo, en aportar ideas, en verdades salidas de la experiencia de cada cual. Pero eso de tener un nuevo "código real"... no ha acabado de gustarme, la verdad. Victoria fue lo suficientemente tonta de creerse un pergamino la primera vez, y lo continua siendo por creérselo ahora. ¿Pero, a ver, no habíamos quedado que debía ser ella misma y encontrar las respuestas en el interior su propio corazón? ¿Para qué lo necesita, un nuevo "código real"? Además, lo que me ha sentado como un tiro es que la autora intente endosarnos otro libro. ¡Eso es reconocer implícitamente que este que hemos estado leyendo no sirve para nada!

Propaganda


La princesa que creia en contes de fades (La princesa que creía en cuentos de hadas) Marcia Grad. Últimos capítulos. Victoria se mira al espejo y se promete a si misma que se amará y respetará siempre (*), con príncipe o sin él. Pero la historia no acaba aquí: la cosa acaba con una invitación de la autora a leer El cavaller de l'armadura rovellada (El caballero de la armadura oxidada), que publica su misma editorial. Y yo me pregunto: ¿por qué hace falta leer otro libro? ¿No tendríamos que haber encontrado la respuesta leyendo este, ya? Veo que esta Marcia Grad es algo más que a la autora de un libro de autoayuda más o menos inspirado: es también una astuta mujer de negocios que procura vender su producto. Da la casualidad que ya lo he leído, El caballero de la armadura oxidada, y por lo que recuerdo la alegoría de la búsqueda de la verdad que ofrece es mejor que la del libro que acabo de leer. Sobretodo, el otro libro es una buena alegoría, pero no predica, por lo que yo recuerdo, cosa que este sí hace, ahora al final; no recuerdo tantas palabras vacías. Pero ambos libros están cortados por el mismo patrón: leído uno, leídos todos.
Está bien buscar la verdad (y aún está mejor si con eso alguien hace negocio), pero un lector también ha de saber cuando ha de dejar de buscar y empezar a disfrutar; un lector ha de saber cuando el camino que recorre se ha agotado.

(*) Se me ocurre que es curioso que cuando alguien se casa le hagan prometer que "amará y respetará" al otro. Jamás lo había pensado, pero, ¿por qué ambas cosas? ¿Por qué con "amar" no es suficiente? ¿No resulta implícito que si amas de verdad a alguien le respetas? Parece que no. Esta frase es una prueba más de la calaña de los humanos, capaces de amar sin respectar.

Evolución de la novela



"Mi teoría es que, más que muerta, la novela evoluciona. Vamos a una novela que se aproxima al ensayo. Pienso en esos cuentos de Pitol que acaban como ensayos o en esos ensayos suyos que terminan como cuentos. Es probable que el lector vaya buscando, con el tiempo, menos ficción y más ensayo. El propio Coetzee, en su último libro, admite que camina en esa dirección. Creo que existe una saturación de la ficción que se sabe ficción y también una saturación del ensayo que se sabe plomizo. Sebald, Magris, Piglia, son otros casos claros de introducción del ensayo dentro de la ficción, o viceversa. Mezclar a Montaigne con Kafka, por ejemplo, me parece en este preciso instante una idea muy interesante."

Enrique Vila-Matas

¿El lector? ¿Qué lector? ¿El lector del El código da Vinci? ¿El lector de Los pilares de la tierra? Creo que el lector de a pie, el lector sin pretensiones, no va a ir buscando, con el tiempo, "menos ficción y más ensayo", precisamente. Ahora, la novela culta quizá sí evolucione en ese sentido.

Ni mármol ni bronce


"Hay momentos en los que necesitamos estar con nuestro tiempo. Hay muchos aspectos del arte contemporáneo que son superiores a los clásicos. Por ejemplo, el intento de democratización, acomodarse al tiempo humano. Mucho arte contemporáneo es efímero, ni mármol ni bronce. Su duración es la nuestra. El riesgo es que en vez de ser democrático sea demagógico. Dar lo que el público espera es muy fácil. A veces se dice que cualquiera puede ser un artista y es verdad. Como cualquiera que en el mundo clásico tuviera educación literaria podía ser un poeta, con grados, claro."
Juan Antonio González Iglesias en El País después de ganar el Loewe de poesía.

¿No pensáis que se contradice? Empieza hablando de la caducidad de los clásicos para acabar afirmando que los clásicos están más vigentes que nunca...

Sé tu misma, Victoria


La princesa que creia en contes de fades. (La princesa que creía en cuentos de hadas) Marcia Grad. Capítulo XIV. El País de lo Que Es. Capítulo XV. Un paseo por el Callejón de los Recuerdos. Veinte páginas y dos capítulos después: "Sé tu misma y estarás segura." No, si se veía venir. Me colgaré la medalla, si me permitís. Ah, y el príncipe no era víctima de un hechizo, sino que siempre había sido así, pero ella no se había dado cuenta. Es una buena explicación.

Sunday, March 18, 2007

Una historia de amor para curar el corazón



"Si alguien tiene ante sus ojos algo que pueda dar ocupación a su espíritu, entonces siente como éste se libera de sus inquietudes. Es una buena medicina contra las penas del corazón."

"Sin embargo nunca aconsejaría que un hombre que busca una inclinación se ocupe en algo que no encaje en esa inclinación pura."

"Pero abunda una opinión que casi estoy por suscribir: cuanto más se ocupa el deseo añorante con historias de amor dolorosas, tanto mayor se hace el dolor. Estaría de acuerdo con esta opinión, de no ser por algo que he hace rebelarme. Quien posee un amor profundo, por mucho que le duela, no deja que su corazón renuncie a él. Cuanto más arden sus férvidos deseos de amor en su hoguera de amor, mayor es el dolor con el que puede amar. Tal aflicción es tan grata y el dolor tan bueno, que ningún corazón noble prescinde de ellos, pues son los que lo convierten en aquello que es. Es tan cierto y seguro como la muerte, y yo mismo lo he experimentado con mucho dolor: el que ama con perfección gusta de las historias de amor dolorosas."


Tristán e Isolda
Gottfried von Strassburg

Tortuguilla

Otro meme: se trata de decir qué nombre le pondrías a tu ordenador, en caso de tener que bautizarlo. Yo lo tengo claro: Tortuguilla. Definitivamente.

El secreto de Madame Jules


Ferragus. Honoré de Balzac. III. La mujer acusada. De momento, no ha pasado nada que desmienta mi teoría. Continuo pensando que ella es inocente, aunque algún secreto hay. El autor ha traspasado hábilmente el papel de buscador de la verdad de Auguste al marido, Jules. Es curioso como el autor se ha servido de un personaje (Auguste) que parecía principal, y le ha hecho salir de escena cuando ha dejado de serle útil. Y el lector no lo echa de menos... Esta pareja... tan enamorados que representa que estaban, y a la primera ola negra él ya duda de ella... ¿Es eso amor? Pero claro, es evidente que ella le oculta algo... Pero ¿por qué ella no puede decirle la verdad? Eso es lo que yo no entiendo. Carai, tenía previsto leer diez páginas y pararme, pero no he podido dejarlo hasta finalizar el capítulo, y aún me ha costado dejarlo. Hubiese continuado sin problemas, pero debía escribir esto. Estoy en ese punto donde un libro implosiona, y ya se me hace imposible dejarlo. Este Ferragus me tiene absolutamente intrigada... Sospecho que Jules piensa que engañará a Ferragus comprando a la vecina, pero que en realidad será él el engañando. Pero lo que no me cuadra es: si Madame Jules es inocente, por qué han de hacer este teatro para el marido? Algo que me impresiona es como lo hace Balzac para que, haciendo pasar la acción por Auguste y por Jules, el lector esté a favor de Madame Jules (que pasa a llamarse Clémence cuando el que investiga es el marido) y de Ferragus. Por qué eso es lo que pasa. Son ellos dos los que engañan, y a pesar de eso, el lector está de su lado y llega a pensar que este Jules es un calzonazos que no se merece a Clémence... El autor puede engañar a Jules y a Auguste, pero, ¿engañaría al lector? Algo más a destacar son las largas disquisiciones sobre "la mujer y la mentira", o sobre "los muebles de una dama", que hace Balzac, y que son de antología. Reconozco que de momento no me estoy fijando demasiado en ellas: eso es más material para una segunda lectura, si es que algún día la hago, y a mi lo que me interesa ahora es la trama.

Quien bien te quiere...

Me llega un meme. Se trata de enumerar cinco críticas que la gente haya hecho a tu blog desde que comenzaste hasta ahora. Con el tiempo y una caña, he acabado recogiendo un puñado:

_ es aburrido
_ es demasiado serio
_ no le interesa a nadie
_ parece que estés escribiendo "quien sabe qué"
_ tienes demasiadas pretensiones
_ tienes "pedantería profesoril"
_ está desestructurado
_ explicas chistes sin ninguna gracia
_ estropeas la intriga de los libros
_ haces faltas de ortografía
_ la escritura se ve "amateur"

Saturday, March 17, 2007

Palabras sabias


"Ser conciente de la propia ignorancia es un gran paso hacia el saber."

Benjamin Disraeli

(este es el que leyó Orgullo y Prejuicio diecisiete veces seguidas)

Friday, March 16, 2007

Comparando ( y II ) - Darcy era ella


Cuando hice la comparación entre Orgullo y Prejuicio y Norte y Sur, se me pasó un paralelismo, y es que si en el primer libro es Darcy quien hace el gesto galante para ganarse a Lizzy, se puede decir que en el segundo libro hay un doble paralelismo: por un lado, Thorton hace su gesto galante para ganarse a Margaret, pero por otro lado, Margaret también hace un gesto galante para ganarse a Thornton. Eso, la posibilidad que la mujer juegue un papel activo, es lo que dota de modernidad el libro.

Mi teoría


Ferragus. Honoré de Balzac. ¿Es culpable, Madame Jules? Yo creo que no –se ve venir-, ella es inocente. Yo creo que ella es la hija secreta de este tal Ferragus, que ha sido quien ha ayudado (en secreto) a su marido a hacerse rico. Este Ferragus pertenece a esta sociedad secreta, los Devorantes, de que habla Balzac en el prólogo. Las investigaciones de Auguste le han incomodado, y ha intentado matarlo (sin que lo supiese Madame Jules, evidentemente). Ahora sólo falta que Auguste se de cuenta que ella es inocente y que deje de mirarla con los ojos inyectados de sangre, y todos felices... (por qué Auguste no morirá, a pesar de la amenaza de Ferragus: Madame Jules intercederá por él, estoy segura).

Thursday, March 15, 2007

Preguntas y respuestas



La princesa que creia en contes de fades (La princesa que creía en cuentos de hadas) Marcia Grad. Capítulo XIII. El Campamento para viajeros perdidos. Victoria se de cuenta que nada es lo que parece en el país de la ilusión, pero que mucha gente, ella lo ha hecho durante mucho tiempo, se aferra a las ilusiones porque ha vivido toda su vida a su alrededor, y les asusta ir más allá. Destacaría especialmente la figura del pescador que tiene tanto miedo de equivocar-se que no puede decidir qué tipo de caña de pescar ha de usar, y lo que le dicen los demás al respecto tampoco le sirve, porque cada cual tiene su propia opinión. Victoria lo ve claro: ¿tan grave sería equivocarse de caña? Victoria empieza a ver que ha de ser ella misma, y no la persona que esperan los demás, y que ha de seguir su corazón, algo que la llevará más allá del país de la ilusión. Me doy cuenta de las preguntas que se hace la princesa, que son lo que la impulsa a continuar su camino, y por más que piense, no puedo intuir con claridad las respuestas que encontrará, aunque ya se ve por donde irá la cosa: "Has de ser tu misma, Victoria", y frases así. Pero aún me faltan respuestas. Por ejemplo, ¿por qué el príncipe sufría el "hechizo"? ¿Qué respuesta encontrará, el libro?

Barcos fantasma


Un barco fantasma es un barco que los demás barcos no ven, pero que saben que está allí. Un texto fantasma es un texto que los lectores no leerán, pero que está ( o ha estado, porque ahora ya está en la papelera). Estos días estoy batiendo el record de textos fantasma por hoja de papel. Escribo, pero entonces pienso: no, eso no puedes publicarlo. Y a la papelera, que según Hemingway es el primer mueble del estudio de un escritor. (Bien, es sin duda el primer mueble del mío.) Creo que, aparte de los textos publicados, el blog también los configuran las opciones negativas, estos textos fantasma que no han visto la luz, pero que han estado ahí, y que, de algún modo, yo como autora tengo en cuenta.

Lost in translation


Tenía una profesora de escritura creativa (soy carne de taller de escritura, ya lo sabéis) que nos decía que teníamos que extraer los "sucs" de los personajes. Ayer pensaba como sería eso en castellano... ¿los "zumos"? Creo que la traducción correcta sería extraer "sangre, sudor y lágrimas" de los personajes, sus emociones, o, más literalmente, sus "jugos".

Frase musical


"Cuando oía música, hacia ella se me iba el corazón."

Carlota Valdrís, compositora

(es un poco lo que me pasa a mi cuando leo a mis autores preferidos: hacia ellos se me va el corazón...)

Apuntes


Ferragus. Honré de Balzac. II. Ferragus. Dos cosas sobre el capítulo de ayer: la carta, al mendigo (el mismo Ferragus), se le cae a propósito (cosa que Auguste no sospecha); se trata de una treta para hacerle reaccionar. La carta de Ida (la adoración del ser querido que nos ha abandonado) se parece enormemente a las cartas de la monja portuguesa Mariana Alcoforado...

Implosión


Hojeando a Calvino se me ocurre que yo digo que un libro explota. Pero, ¿no sería más correcto decir que implosiona?

Wednesday, March 14, 2007

Verdad subjetiva


Tristán e Isolda. Gottfried von Strassburg. Primer párrafo. Desconocer las referencias a autores clásicos y medievales que según las notas hay en este texto no me parece obstáculo para disfrutar de él. Es la mismo tiempo de una sencillez de expresión y de una complejidad de significados realmente sorprendente, y que debe ser difícil de conseguir. Claro que me aventuro a decir esto, y tampoco podría leer el original, pero en mi ignorancia confío en la fidelidad de la traducción. Según las notas, el texto viene a decir que no hay una bondad universal y que el valor el arte depende de quien lo juzga. Yo, con mis palabras, hubiese dicho que según el texto existen el bien y el mal, y no todo el mundo es capaz de distinguirlos. Y que lo mismo pasa con el arte: hay obras buenas y obras que no lo son, y no todo el mundo sabe distinguirlas. Eso es más o menos lo que viene a decir este primer párrafo.

Espiando

Ferragus. Honoré de Balzac. II. Ferragus. Siguen los líos. Auguste aún no sabe nada del secreto del Madame Jules, y ya han intentado matarlo tres veces. Este Ferragus, ¿quien es? ¿Y de donde emana su misterioso poder?
Algo que me gustaría comentar: Balzac nos dice que para llevar a cabo su espionaje, el protagonista se disfraza. Eso creo que sería impensable en alguien de hoy en día, porque todos vestimos más o menos igual. En cambio creo que, en aquella época, en París, se distinguía a las personas básicamente por la calidad de su vestuario; quiero decir que había muchos contrastes entre ricos y pobres, y por eso un disfraz bien hecho de persona de otro estamento podía hacerte irreconocible, cosa que seguramente no pasaría ahora. No lo sé, tampoco tengo pruebas que eso sea así, pero tengo este presentimiento. ¿Recordáis a Sherlock Holmes? Él siempre se disfrazaba para no ser reconocido, y debía ser más o menos de la misma época. Incluso Tristán, en una época anterior, se hace irreconocible sólo cambiando su vestimenta. Claro que ahora me viene a la cabeza, por ejemplo, un detective privado en una novela de Paul Auster que se disfraza de mendigo, o sea que seguramente eso viene a tirar mi teoría por los aires, y que eso, disfrazarse para no ser reconocido, también sería posible ahora.

Hacerle caso al corazón


La princesa que creia en contes de fades (La princesa que creía en cuentos de hadas) Marcia Grad. Capítulo XII. El país de la ilusión. Victoria se da cuenta que ha de seguir su propio camino, y que así como el príncipe ha sido una ilusión, los caminos fáciles marcados por otros también son ilusiones, y que ella ha estado viviendo toda su vida una ilusión. Cada cual ha de recorrer sus propios pasos, ha de seguir el propio corazón. Aunque eso, seguir el propio corazón, en la vida real no siempre es tan fácil. Y seguir el propio camino y no el camino que nos marcan los demás aún es más difícil.

"El viaje es diferente para cada cual. El camino que sirve a uno puede ser equivocado para otro. Sólo el propio corazón conoce el camino. (...) Pero cuando has llegado a la bifurcación, no has hecho caso a tu corazón. Has confiado en el criterio de otro sobre el camino que debías seguir. Así es justamente como uno se pierde."

Marcia Grad
La princesa que creia en contes de fades (La princesa que creía en cuentos de hadas)

"Quien, en pos de dinero u honores, siga el camino que le marca otro, será siempre un necio."

Goethe

"Los caminos fáciles no llevan lejos."

Proverbio árabe

Tuesday, March 13, 2007

El más delicioso de los demonios camina por el más delicioso de los monstruos


Ferragus. Honoré de Balzac. I. Madame Jules. Auguste de Maulincour es un joven casaca roja en la Francia de la Restauración. Está enamorado sin esperanza de una mujer casada, modelo de virtudes. Pero hete aquí que un día la ve salir de una casa en una de las peores callejuelas de París. Además, Madame Jules (este es el nombre del ángel), niega haber sido ella la persona a quien Auguste ha visto. El hecho de que una mujer que él creía tan decente vaya a lugares de dudosa reputación y que además mienta al respecto, primero le llena de horror y hace tambalear la pasión que siente por ella, pero después lo llena de una esperanza loca: la ve a su alcance de un modo que el ángel de virtudes que veía antes no había estado nunca. Horrorizado, lleno de esperanza, Auguste decide intentar descubrir por todos los medios qué esconde Madame Jules.

"Aquellos para los cuales París es el más delicioso de los monstruos."

"¡Pero, ay, París!, quien no haya admirado tus paisajes de sombras, tus claroscuros, las callejuelas profundas y silenciosas; quien no te haya oído murmurar, entre medianoche y las dos de la madrugada, no sabe nada de tu auténtica poesía, ni de tus extraños y grandes contrastes."

"Pero, ¿quien puede vanagloriarse de haber sido nunca suficientemente comprendido? Todos morimos en el anonimato. Es el destino de las mujeres y de los autores."

"(Hay poetas que sienten y poetas que se expresan, los primeros son los más afortunados.)"

"En fin, si había perdido un ángel, había encontrado al más delicioso de los demonios."

Balzac
Ferragus

Nunca había leído a Balzac, y quizá ya era hora de ponerle remedio. Sólo puedo decir: esto es algo serio. El fragmento inicial, en que se pintan las calles de París, es genial y toda la progresión que lleva de la pintura de las calles al problema concreto del protagonista, es de antología. Me ha gustado mucho e interesado todavía más.

Pájaros de tinta


En lo que se refiere a la escritura ( y hablo de escribir obras de ficción, no de hacer el blog), siempre he tenido muchas aspiraciones. Cuando se sueña con ser escritora, no se sueña ser una escritora mediocre. Empecé escribiendo en castellano porqué el catalán era una lengua minoritaria; era un idioma demasiado diminuto para mi ego. Hasta que me di cuenta que para ser una escritora mediocre podía ser-lo perfectamente ( y más fácilmente) en catalán. Hace años que emborrono y rompo, emborrono y rompo. Y me doy cuenta que jamás escribiré nada a la altura de mis aspiraciones, que continúan siendo elevadas. La idea que tengo sobre mi capacidad ha bajado a medida que he ido leyendo, pero la idea de allá hasta donde me gustaría llegar se ha conservado intacta. Pero yo nunca leí la Ilíada en griego. Si lo hiciese probablemente ni me atrevería a coger la pluma; en mi ignorancia de los clásicos, me atrevo. He leído, sí, pero no lo suficiente; he escrito, sí, pero no lo suficiente. Las aspiraciones están ahí, pero yo estoy a medio camino, y me da la impresión que siempre estaré a medio camino. A medio camino de escribir algo realmente bueno. A veces pienso que aunque no sea bueno es igual, que lo importante es acabar las cosas. Escribirlas igualmente, para aprender. Que ladrillo a ladrillo se construye el edificio, y que no se puede empezar la casa por el tejado. Y que no sé si ahora escribo mejor que antes, pero la ilusión de que efectivamente es así está ahí. Si supiese que continuando por este camino llegaría, continuaría sin dudarlo. Pero es algo que no ofrece garantías. Sé que se puede estar toda la vida haciendo este camino y no llegar a ninguna parte. Y me doy cuenta que, por más que camine, no llegaré nunca a ninguna parte, o como mínimo allí donde quiero llegar. Por eso me estoy planteando dejarlo, tirar la toalla y dedicar mis esfuerzos al mundo real. Pero sé que un escritor no lo deja porque piense que no es bueno. Tampoco lo deja porque alguien le haya dicho que no es bueno. Un escritor escribe, y disfruta del hecho de ir evolucionando, aunque se de cuenta de que el camino no va a llevarlo jamás a ninguna parte. Un escritor vive de la ilusión porqué escribir es su ilusión. Porqué sí, aunque nadie lo publique, aunque nadie lo lea, aunque no esté a la altura de sus propias aspiraciones. Un escritor escribe, y no se preocupa de pesar su propia incompetencia. He empezado este texto preparándolo para llegar a la conclusión que lo mejor era dejarlo, pero no puedo llegar a esta conclusión. Él sólo, el texto me abre caminos, razones, motivos de lucha. Es como oír música y que los pies empiecen a bailar. Si hasta mis propios textos se confabulan contra mi es que el mensaje está claro: fuera dudas, fuera miedos, he de escribir. Pero, pero... una persona razonable... con los pies en el suelo... que viva la realidad... Nada, a callar, que en silencio se escribe mejor. Yo quería llegar a la conclusión que debía dejarlo, de verdad que quería llegar a eso. Es lo más lógico, lo más razonable, lo que haría cualquiera que... ¿que qué? Que no fuese escritor. Ay, pasan los años y algo no cambia: continuo teniendo la cabeza llena de pájaros. De pájaros de tinta.


Monday, March 12, 2007

Duda conceptual


Querido Juan, te escribo porqué tengo una duda. Se trata de una frase que he oído que decís los locutores de Cataluña Música: "Sin solución de continuidad", refiriéndoos a que una pieza continua hasta el final. ¿No deberíais decir "con solución de continuidad", si continua? ¿O una "solución de continuidad" es una pausa? ¿O es que en catalán correcto se dice así? Espero que no te parezca una tontería. Clara.
"La duda que planteas, que no es ninguna tontería, es simplemente una cuestión de concepto. Mira... te propongo un símil (lee poquito a poco): Imagina que la continuidad es un problema. Entonces dirías... "sin solución al problema", que querría decir que el problema continua sin interrupción. Si dices "con solución al problema" quieres decir que el problema se acaba, ¿no? En resumen, si dices "con solución de continuidad" querrías decir que la obra no tiene continuidad sino que la vas resolviendo. En cambio si dices "sin solución de continuidad" quieres decir que la continuidad no tiene solución (hasta el final, claro) Confío en haber sido lo suficientemente claro." Juan Vives.
(agradezco a Juan su colaboración en solventar mi duda)


Vos, que por los ojos me llegasteis al corazón


"Vós que pels ulls em passàreu al cor
i despertàreu la ment que dormia,
mireu-vos l'angoixosa vida mia,
que entre sospirs la destrueix Amor.

I va ferint-me amb un tan gran braó,
que el feble alè de la vida detura:
de mi només en queda la figura
i un poc de veu, que parla de dolor.

Aquest vigor d'amor que m'ha desfet
dels vostre ulls gentils veloç eixí:
una sageta em disparà al costat.

I tan precisa fou al primer tret,
que l'ànima espantada s'estremí
en veure mort el cor, i travessat."


Guido Cavalcanti

(traducción de Narcís Comadira)
(no la traduzco porque ve veo incapaz de mantener la rima; la traducción de este poema no deja de ser una delicada pieza de relojería, donde cada ruedecilla gira en armonía con todas las demás)

(improviso, no una traducción, sino una aproximación a su significado: "vos, que por los ojos me llegasteis al corazón / y despertasteis la mente que dormía,/mirad la angustiosa vida mía,/que entres suspiros la destruye Amor./Y va hiriéndome con gran bravura, /que el débil aliento de vida para:/de mi sólo queda la figura/ y un poco de voz, que habla de dolor./Este vigor de amor que me ha deshecho / de vuestros ojos gentiles veloz salió:/una saeta me disparó al costado./Y tan precisa fue al primer tiro,/ que el alma asustada se estremeció / al ver muerto el corazón, y traspasado.")

Sunday, March 11, 2007

Té para dormir


Ayer oí una palabra que no había oído nunca. Oí a alguien que pedía un "té para dormir". Evidentemente, se refería a una infusión. De tila, valeriana o de manzanilla, no sé cual debe ser exactamente la hierba. Un "té para dormir"... ; pensé que era muy evocador.

Saturday, March 10, 2007

La narradora



"Me refiero al narrador –aquí convendría hablar de la narradora- de la historia. Este es, siempre, el personaje central de una ficción. Invisible o presente, uno o múltiple, encarnado en la primera, la segunda o la tercera persona, dios omnisciente o testigo implicado en la novela, el narrador es la primera y la más importante criatura que debe inventar un novelista para que aquello que quiere contar resulte convincente. El huidizo, ubicuo y protoplasmático narrador de La señora Dolloway es el gran éxito de Virginia Woolf en este libro, la razón de ser de la eficacia de su magia, del irresistible poder de persuasión que emana de la historia."

Mario Vargas Llosa
Prólogo a La señora Dolloway: La vida intensa y suntuosa de lo banal.

Alimento espiritual

Me dispongo a empezar a leer el Tristán e Isolda de Gottfried von Strassburg. De todas las versiones de la leyenda, quizá esta era la que tenía más ganas de leer, por lo que se dice de ella en las guardas del libro. Esta versión no se ha conservado entera, o quizá está inacabada, y es curioso que se interrumpa justo allí donde empiezan los trozos conservados del autor de la versión francesa Tomás de Inglaterra, versión en la que, por lo que parece, el autor de esta se basó. El prólogo de esta versión nos dice que no se trata de la simple narración de unos hechos, como era la versión de Eilhart, sino que se trata de un auténtico alimento espiritual, en el que se nos habla del amor, el amor verdadero, como a hecho trascendente. Además, eso se hace con belleza poética, como era el caso de las versiones francesas (la de Berol y la de Tomás de Inglaterra) y como casi no pasaba en la sangrienta y poco sutil versión de Eilhart (que tiene su principal atractivo en el hecho de ser la única conservada entera). Tengo unas ganas enormes de empezar a leer esta versión, la versión de Strassburg, porque, según parece, es La versión.

La pasión según La señora Dolloway



"Peter la motejaba de fría, sin corazón y mojigata. Clarissa nunca pudo comprender la intensidad de los sentimientos de Peter. Pero al parecer sí podían aquellas mujeres indias, tontas, lindas, frágiles, insensatas."

"Por esto el dormitorio era una estancia del ático; la cama, estrecha; y mientras yacía allí leyendo, ya que dormía mal, no podía apartar de sí una virginidad conservada a través de los partos, pegada a ella como un sábana. Bella en la adolescencia, llegó bruscamente el instante –por ejemplo, en el río, bajo los bosques de Clieveden- en que, en méritos de una contracción de este frío espíritu, Clarisa había frustrado a Richard. Y después en Constantinopla, y una y otra vez. Clarissa sabía qué era lo que le faltaba. No era belleza, no era inteligencia. Era algo central y penetrante; algo cálido que alteraba superficies y estremecía el frío contacto de hombre y mujer, o de mujeres juntas. Porque esto era algo que ella podía percibir oscuramente."

"¡Peter estaba furioso! Todo ese lío de trasladarse a Inglaterra y visitar abogados no era para casarse con Daisy, sino para evitar que Daisy se casara con otro. Esto era lo que torturaba a Peter, en esto pensó cuando vio a Clarisa tan calma, tan fría, tan centrada en su vestido o en lo fuera; darse cuenta de lo que Clarissa hubiera podido evitarle, darse cuenta de aquello a lo que Clarissa le había reducido, a un débil y achacoso asno. Pero las mujeres, pensó mientras cerraba el cortaplumas, no saben lo que es la pasión. No saben lo que la pasión significa para los hombres. Clarissa era fía como un carámbano. Allí estaba ella, sentada en el sofá, a su lado, dejando que el cogiera la mano, y dándole un beso en la mejilla."

"Pero ¿quién era Peter para afirmar que la vida es coser y cantar? ¿Peter, siempre enamorado, enamorado de la mujer de quien no debía enamorarse? ¿Qué significa tu amor?, hubiera podido preguntarle Clarissa. Y sabía la respuesta de Peter: El amor es lo más importante del mundo y ninguna mujer puede llegar a comprenderlo."

"El amor también destruía. Todo lo bello, todo lo verdadero desaparecía. Por ejemplo, ahí estaba Peter Walsh. Un hombre encantador, inteligente, con ideas acerca de todo. Si una quería hablar de Pope, por ejemplo, o de Addison, o sencillamente hablar de cosas intrascendentes, o del modo de ser de la gente, o del significado de las cosas, Peter sabía más que nadie; Peter, que tantos libros le había prestado. Pero había que ver a las mujeres que amaba, vulgares, triviales, ordinarias. Había que ver a Peter enamorado... La visitaba, después de tantos años, ¿y de qué le hablaba? Él, nada menos que él. ¡Horrenda pasión!, pensó Clarissa. ¡Degradante pasión!"
La señora Dolloway. Virginia Woolf
Peter sabe de la importancia de la pasión; ella desprecia la pasión. Clarissa es incapaz de sentir pasión física por un hombre. Si se hubiese casado con Peter, esta manera diferente de sentir la pasión hubiese sido un obstáculo para su felicidad. No lo ha sido con Richard.

Friday, March 09, 2007

¿Donde has estado?


Leo los poemas El cuestionario Proust y Tazas con asas rotas, del poemario Una Ola, de John Ashbery, y me doy cuenta que al poeta le preocupa la relación con el entorno humano, lo que digan o piensen los demás. Le preocupa lo que emerge de su persona como resultado de este proceso de contacto con las otras personas. Cosas que le han dicho otros, que han pensado de sus poemas, le vienen a la cabeza como flashes. Sabe que escribe bien, es consciente de ello. Sabe que volverá a hacerlo una y otra vez. Pero la misma inquietud que hace buenos sus poemas, la sinceridad con la que lo expresa, es la inquietud que tiene que la relación con los demás no encaje. Sabe que hacer poemas lo aísla. Para los demás, es como si hubiese estado de viaje, y no formando parte del mundo al que ellos pertenecen. No lo comprenden.

Vicios


_ He aquí un hombre que conoce mis vicios...
_ ¿Tu profesor de danza del vientre?
_ No, mi librero.

Lo que dijo la gente en la charla sobre la Sra. Dolloway


"La Kilman: es compulsiva esa mujer."

"A veces, cuando se sufre mucho, las personas que te aman no pueden ayudarte."

"Hace falta un esfuerzo mental para leerla."

"Hay mucho dolor."

"Todo queda a medias y con un recuerdo amargo: es depresivo."

"La vecina de la ventana es su conciencia."

"No pasa nada. Todo son hilos de pensamiento."

"Ha de asimilarse."

"Se ha de leer poquito a poco."

"La segunda vez gusta mucho más."

"Es la introversión hecha prosa."

"Sabemos más que Septimus y Rezia sufren más por como los ven los otros personajes que por lo que nosotros vemos de ellos."

"Después de leer esto la literatura actual te parece pobre."

"¿Qué escribiría de vivir ahora?"

"Crítica la Times, que publica las cartas de ese imbécil."

"Lady Bruton es como un general."

"Los personajes (las mujeres) que van a la fiesta."

(el público de la charla sobre La señora Dolloway)

Thursday, March 08, 2007

La perfidia de Richelieu


"El cardenal Richelieu fue uno de los hombres más grandes de su tiempo, pero después de pasar por la tramposa pluma de Dumas en Los tres mosqueteros se nos aparece como un ser abominable, con la catadura moral de un villano. Este es el gran poder de la literatura."

Arturo Pérez-Reverte

Charla sobre la Sra. Dolloway


"En esta novela todo pasa en el interior de la protagonista; sólo transcurre un día, un día en el que el pasado viene a encontrarla."

"Las obligaciones sociales salvan a Clarissa de la locura, hacen que no acabe como Septimus."

"Peter le saca a relucir los defectos."

"El tema de la homosexualidad le interesaba mucho, pero no es central en el libro. Ella escribe un libro sobre la locura, lo dice en su diario."

"La señora Dolloway representa un contrapunto, una respuesta femenina, al Ulises de James Joyce."

"Las obras son de los lectores; a veces las interpretaciones que estos hacen se escapan de las intenciones del autor."

"Virginia quería que Clarisa fuese más superficial, pero al darle un pasado la hizo más profunda. Se le escapó de las manos, le cobró vida."

"Clarisa es convencional."

"La vecina de la ventana es un símbolo."

"Las campanadas del Big Ben simbolizan el paso del tiempo."

"No hay un punto de concentración, lo que une a los personajes es la voz narrativa."

"Todo está controlado, no hay gazapos del tipo "el rólex del centurión", que a veces vemos en películas o libros actuales."

"Para ella tiene la misma importancia la vida interior que la práctica."

"Tenía una percepción y una sensibilidad por los detalles extremas."

"El agua es para ella un símbolo de la vida interior (se ve en sus otras novelas)."

"Se han hecho estudios sobre las flores en la Sra. Dolloway."

"Hubo una traducción al castellano que se tituló: La señora Dolloway recibe..."

Francesca Bartrina

Wednesday, March 07, 2007

La segunda vez ( y IV )

La señora Dolloway. Virginia Woolf.
(hasta página 219)
Nos damos cuenta que Peter no está enamorado de Daisy como él piensa, aún ama a Clarissa, y está nervioso como un adolescente porque ella le ha invitado a su fiesta. Quizá aún al final no se casará con Daisy, quizá se haya marchado a Inglaterra, inconscientemente, para escapar de esta boda. Alguien en la charla dijo que Peter era un conquistador: tenía razón, en este trozo se ve claramente. Él mismo lo dice.

¿Qué le pasa a Peter Walsh con el cortaplumas? Parece que la abre y la cierra cuando se siente inseguro. Es evidente que sufre una especie de trauma o herida emocional que no ha cicatrizado, y la demuestra cerrando y abriendo el cortaplumas, gesto que le hace sentir más seguro.

(hasta página 257)
Sally Seton nos dice que el gesto del cortaplumas Peter lo ha hecho desde siempre. Es curioso que Sally nombrara Wickham a Richard, como si hubiese una especie de paralelismo con Orgullo y prejuicio; Richard sería Wickham y Peter seria Darcy. Sólo que aquí la protagonista acaba con Wickham, algo que es un error. ¿O el nombre simplemente es una casualidad? ¿Es un error el matrimonio de Clarissa con Richard? ¿Debería haberse casado con Peter?

(hasta página 267 y última)
En la brillantez de la fiesta, Clarissa se retira en una pequeña estancia, y reflexiona sobre la muerte. Sabemos que Richard es una de las razones que le hacen soportable la vida, y por tanto sabemos que no ha sido un error casarse con él.
Según la persona que dio la charla, Virginia tenia previsto hacer suicidar a la Sra. Dolloway al final de la fiesta, pero se dio cuenta que no la podía hacer morir. El personaje había cogido entidad propia, quería vivir. Pero es en este momento, cuando la deja sola con sus pensamientos, el momento en que sabe que vivirá.

La mujer que Clarissa observa por la ventana, la mujer mayor sola, no es más que un símbolo de lo que es ella: una mujer mayor sola, a pesar de la fiesta. Se ve a si misma en la mujer de la ventana. La mujer de la ventana es el único personaje que sale en el libro y que no entramos dentro de su mente. Es el único que contemplamos por fuera y no por dentro. El único que nos mira y no miramos.

Peter y Sally hablan. Sally le dice a Peter que Clarissa jamás irá a verla: su marido no tiene suficiente categoría. A pesar de eso, ella puede tener sus flores.

Como dijo la persona que daba la charla: todo empieza para Peter cuando Clarissa está. Y empieza a darse cuenta de quien está enamorado realmente. Él mismo lo dice: piensa que sólo nos enamoramos una vez. Él ha tenido más de una mujer, pero sólo se ha enamorado una vez.

Me cuesta entender la razón por la que Clarissa da estas fiestas llenas de gente, si, al final, con las únicas personas que le interesa hablar realmente son Peter y Sally.

En algún lugar leí que Clarissa siente que en su proceso de convertirse en una gran anfitriona, algo se ha perdido por el camino, algo que había en ese beso que le dio Sally Seton, y que ahora se ha desvanecido.

La pérfida Milady


Empecé a leer Los tres mosqueteros porqué, en las horas de biblioteca que hacíamos en clase, un chico que me gustaba lo leía. Era un libro grueso, de los más gruesos que hubiese leído yo hasta entonces, y me pareció muy difícil. Si él puede, yo también puedo, pensé. Entonces, cuando yo ya había acabado, supe que ese chico lo había dejado: lo había encontrado demasiado difícil. Me sentí muy decepcionada. Como consecuencia de eso dejó de gustarme (el chico, no el libro).
Los tres mosqueteros me encantó, los leí con una absorción con la que pocas veces he vuelto a leer. A d'Artagnan ya lo conocía, había visto sus dibujos animados, pero eso era muy diferente de unos dibujos. D'Artagnan era un personaje muy atractivo, noble, valiente, leal, hábil y listo. Los mosqueteros eran fantásticos, también nobles, valientes, leales, hábiles y listos. Portos comía demasiado y Aramis era demasiado femenino, pero de Athos me enamoré. Tenía todo el encanto del hombre herido, era el único capaz de amar y sufrir por amor. ¡Y como sufría! Pero, realmente, el personaje con quien más disfruté de toda la historia no fue d'Artagnan, ni ninguno de los mosqueteros: el personaje que encendía mi fantasía era Milady. Milady de Winter. La pérfida Milady. La mala. En los dibujos animados la dibujaban como una gata y creo que era muy acertado. Lo que me gustaba de ella era el poder que ejercía sobre los hombres que la rodeaban: ninguno podía resistir-se a ella. Mientras yo pensaba que me gustaría ser como ella, pero que en realidad jamás me atrevería a ser así, la veía perder la cabeza en manos del verdugo... no sin que antes el verdugo se hubiese debatido entre su deber y la seducción que ella ejercía, claro. Muchas veces, un personaje malo puede ser más interesante que uno de noble, valiente y leal, por la simple razón de que es más humano, y por tanto, más creíble.
Recuerdo mi lectura de Los tres mosqueteros como una de las más emocionantes que hice durante aquella época. El trozo en que d'Artagnan va de pensión en pensión encontrando cada uno de sus amigos es realmente genial. También recuerdo lo difícil que lo encontré, lo que me costó leerlo. Quizá era demasiado joven para leerlo. Seguro que si lo leyese ahora, lo encontraría más sencillo. Jamás he vuelto a abrirlo, y ha sido para conservar la intensidad de la sensación que me produjo. Seguro, también, que ahora, centenares de lecturas después, la sensación sería diferente. Tampoco me gustaría arriesgarme a comprobarlo, tampoco me gustaría arriesgarme a que la magia se esfumara.

Tuesday, March 06, 2007

Leído por ahí

"Estoy consiguiendo la categoría mineral sin perder la capacidad cinética."

(extraído del blog Registres Particulars)

Cantado una canción


En el concurso televisivo Operación Triunfo, a los concursantes se les preguntaba si, en caso de ser necesario, cantarían una canción que no les gustara. Este último ejercicio me hace pensar en ello: se me propone dilatar tres textos que no me interesan lo más mínimo. Si eso fuese Operación Triunfo, ya me habrían eliminado. Este problema también me hace plantear cuestiones sobre mi escritura: es decir, si he de escribir sólo de lo que me gusta, o una prueba de amor por la escritura es poder escribir también sobre lo que no me interesa.
La propuesta 1 es sobre la llegada del hombre a la luna. En un escrito mío, lo usé como tema de conversación trivial entre los personajes. Sería fantástico si tuviéramos la certeza de que efectivamente llegaron a la luna, pero incluso en eso hay serias dudas. Yo no tengo la formación científica para saber si es cierto o no. Hay gente que entiende que dice que sí, y aportan pruebas. Otra gente que entiende dice que no, y aportan pruebas. Ante la paradoja, puedo decir que me es absolutamente igual si llegaron a la luna o no. Se que si algún día se vuelve allí, será para hacerla trocitos explotando sus recursos naturales, por tanto, quizá mejor que no se vuelva allí, o en el caso de que no se haya llegado, de que no se llegue nunca.
La propuesta 2 es sobre lo que en otro tiempo era el simpatiquísimo Google. Aún recuerdo cuando lo descubrí. Saber que existía un aparato como este significó mucho para mi. Cambió mi relación con Internet. Cuando hacia poco que lo había descubierto, leí que tomaba el nombre el escritor ruso Nicolai Gógol. Pero Vikipedia no dice eso. Por lo que se ve Google toma el nombre del gógol, un número muy grande que existe en matemáticas. Saber eso me decepcionó mucho, porque que el nombre de Google saliese del escritor ruso le añadía el encanto literario que busco en las cosas que me gustan. Y el Google es algo que me gusta mucho, por más que se esté convirtiendo en una multinacional, y por tanto, haciéndose antipático.
La propuesta 3 es la de la clonación. Lo único que puedo decir es que los humanos somos lo suficientemente humanos como para que esta nueva posibilidad de reproducción se use para hacer sufrir a seres, sean humanos o no. Por desgracia, los inventos no se esperan a ser descubiertos a que las personas estemos éticamente preparadas para usarlos. Yo creo que será un arma más.
Y hete aquí los tres trozos. He cantado mi canción, a pesar de que no me gustaba, y tampoco ha sido tan horrible. Al fin y al cabo, lo he hecho con mi propia voz y me gusta cantar. Ahora voy a escribir sobre lo que me interesa de verdad.

La segunda vez ( III )

La señora Dolloway. Virginia Woolf.
(hasta página 146)
Rezia no acepta que el medico le diga que su marido está enfermo, tiene el instinto de no confiar en este médico, que tiene tanto sentido de la proporción y hace diagnósticos infalibles, pero a quien, por sobre del hecho de ayudarles, lo que le gusta es el poder que puede ejercer sobre sus pacientes.

(hasta página 162)
Los lazos imaginarios que nos unen a las personas... son como los hilos o las telarañas que tan bien describe la autora.

(hasta página 172)
Ahora sabemos porque Clarissa da fiestas: son su creación. Ella da fiestas tal y como Virginia escribe: como una ofrenda. No le hace falta hacerlas, pero eso da sentido a su vida. Veo una analogía entre la necesidad de escribir de Virginia Woolf y la necesidad de dar fiestas de Clarissa. Este organizar, mover los hilos, ser objeto de la admiración de los demás...

(hasta página 178)
La señorita Kilman, el reverso de Clarissa. Una persona egoísta, que no es feliz y tiene la fe de los conversos. Elisabeth admira su inteligencia. Clarisa piensa que ella le da a Elisabeth algo que ella no sabe darle, pero en realidad no tiene motivos reales para estar celosa de ella.
La señorita Kilman me recuerda el personaje de la criada del El primo Basilio. Ella también se escudaba en el hecho de ser fea para justificar que nadie le amase, y lo usaba como excusa para ser cruel con los demás y para tener comportamientos compulsivos. Es exactamente el mismo tipo de personaje, igual de egoísta, si bien la señorita Kilman es mucho más inteligente y culta.

(hasta página 194)
La persona que tiene más influencia en Elisabeth no es la señorita Kilman, sino Clarissa, su madre. Los miedos y los celos de Clarissa están injustificados.

(hasta página 209)
"nadie hacia reír tanto a Rezia como Septimus" Ahora sabemos porqué ella se ha casado con él. A él puede decírselo todo. El sombrero es el símbolo de las cosas que como matrimonio han compartido. Septimus también le amaría, si estuviese sano. Sabe que ella está de su parte, pero está enfermo, y nada puede hacerlo feliz.

(página 208)
(Este pasaje es una especie de resumen de la felicidad que Rezia ha encontrado al lado de Septimus)

En este suicidio de Septimus hay una gran dosis de crítica de la institución médica.

Monday, March 05, 2007

Palabras de Twain


"La persona que no lee buenos libros no tiene ninguna ventaja sobre la persona que no puede hacerlo."

Mark Twain

La segunda vez ( II )

La señora Dolloway. Virginia Woolf
(hasta página 97)
Nos explica la pasión de Peter por Clarissa, recuerda el momento en que apareció el Sr. Dolloway, el instante en que Peter y Clarissa discutieron y ella le rechazó. Dice que entonces no le había vuelto a ver. Ahora sabemos que eso ha dejado de ser cierto.

(hasta página 105)
La locura de Septimus. A Peter Walsh la escena de Septimus discutiendo con su esposa –ellos están viviendo algo terrible-, le parece encantadora. Supongo que las cosas siempre se ven más fáciles desde fuera. Pero Septimus está enfermo, muy enfermo, y su esposa no consigue comunicarse con él. Las enfermedades mentales son absorbentes, egoístas, no dejan espacio para escuchar a los demás. Septimus sólo ve la película que el cerebro se inventa, ya no ve a su esposa. Y esta, desesperada, se da cuenta que ya le es imposible llegar a él. Un enfermo mental no escucha: sólo ve su película.

(hasta página 117)
¡Que bien conoce Peter a Clarissa! Que bien nos la retrata. "La perfecta dama de sociedad." Pero, ¿cuándo la ha observado? ¿Cuándo ha visto todo eso si él ha estado en la India y no se han visto desde que ella lo rechazó? ¿Lo sabe por las cartas? No, se han ido viendo, antes que él se marchase a la India (donde sólo ha estado cinco años). Él había visto a Elisabeth de adolescente. Eso de que no se habían vuelto a ver era un golpe de efecto. Para que la pueda retratar de esta manera, han de haberse visto a menudo. Lo que pasa es que quizá no se han vuelto a ver con la intimidad de antaño. Pero Peter la ha observado y mucho, a Clarissa.

(hasta página 135)
En este trozo se ve lo que le pasa a Septimus de cara afuera, como en el trozo de antes se veía lo que pasaba de cara adentro. Ha de ser terrible casarse con alguien que no te ama y no darte cuenta, como le pasa a Rezia, o darte cuenta cuando ya es demasiado tarde, o cuando a esta persona le sale la locura. Porque, de hecho, casarse con ella sin amarla fue uno de los síntomas de su locura (Tenía miedo de no poder sentir.) Ella parece que le ama, aunque no se sabe exactamente qué parte de él que ama (lo sabremos más tarde) tan distante es él. Pero así y todo no le sabe ayudar; no puede llegar hasta él. Para llegar a él debería darse cuenta de su mentira, de que no la ama, y entonces seguramente tampoco querría llegar hasta él. De todos modos, no es tanto que Septimus no la ame como que es incapaz de amarla porqué está enfermo. Por ejemplo, le afecta mucho que ella se quite el anillo de casada.

La segunda vez ( I )



La señora Dolloway. Virginia Woolf. La primera vez que lo leí lo hice en una tarde, de una tirada, más por auto imposición que por nada más. Esta vez no me lo leeré en una tarde. Me daré más tiempo.

(hasta página 51)
No recordaba que fuera tan bueno, tan bien escrito, tan interesante.

(hasta página 76)
En este fragmento, introspectivo y genial, Clarissa hace una especie de radiografía de su pasado, de las relaciones que tubo... del estado de las relaciones que tiene ahora, sobretodo de su marido que siente que se aleja de ella, y recibe la visita inesperada de su viejo amigo de siempre, Peter. Pero su gran amor no fue su marido, ni su amigo, sino Sally Seton, una amiga. Pero la frescura que Sally aportó a su vida parece haberse desvanecido hace mucho tiempo y ya sólo queda el recuerdo apenas esbozado que no puede superponerse a la tristeza de su vida actual.
Eso es monólogo interior, o "stream of consciousness". Intercalados, los pensamientos de la criada. Como pasaba antes, los fragmentos anteriores, cada personaje que sale aporta su propia corriente de pensamiento. El yo narrador se fractura como un calidoscopio en los múltiplos yos de los personajes. Me doy cuenta de la técnica que hace falta para hacer eso.

(hasta página 87)
Peter Walsh camina por Londres, y seguimos el curso de sus pensamientos. Fantasioso, se permite seguir a una mujer que le gusta. Está contento de volver a estar en Londres, se siente joven, siente que se ha escapado (de la India?). Pero allí aún la espera la mujer con quien está a punto de casarse. Se ha dado cuenta, sólo por una frase dicha al azar por Clarissa, de que la relación de esta con su hija no es del todo cálida. Vemos como la mente de Peter Walsh pasa de una cosa a otra, pero nada no le aparta de su línea de pensamiento principal, que es Clarisa. Aún le duele que ella lo rechazase, tantos años antes. Y está enamorado. Pero de quien, de la mujer que le espera en la India, ¿o aún de Clarissa? Ha estado muy contento de verla, como ella de verle a él. Al menos son buenos amigos, tiene buena relación. Quizá mejor de la que tendrían si se hubiesen casado. Hay algo entre ellos, una afecto, que jamás se ha consumado, y eso supongo que es lo que hace que su relación perdure.

(hasta página 89)
Pausa onírica que no acabo de interpretar. ¿Quién es el viajero? ¿Es Peter? ¿Son sus sueños los que espiamos? Eso parecería, y no obstante, son absurdos, como todos los sueños.Peter Walsh, viajero, sueña que ha vuelto a casa. La figura femenina que lo recibe es Clarissa. Clarissa es su hogar.

Sunday, March 04, 2007

Palabras de Zagajewski


"El que yo debutase como poeta con una poesía airada, política, dirigida contra el sistema a veces me irrita: hace ya tiempo que he dejado de conceder valor a ese tipo de poemas. Comprendí que la poesía está en otra parte, más allá de las inmediatas luchas partidistas, e incluso más allá de la rebelión –aun la más justificada- contra la tiranía."
"Me hizo cambiar el sentimiento de que hay algo universal en la poesía, y que dedicarse sólo a asuntos muy locales supone una especie de castración para un escritor."
"He llegado a considerarme un disidente de los disidentes."


Adam Zagajewski
En la belleza ajena

La fuente de agua clara


Poemas escogidos. Adam Zagajewski (traducción del polaco al castellano de Elzbieta Bortkeiwicz) Finalmente los he acabado; finalmente he leído todos los poemas. Son unos poemas con imágenes extraídas de la cotidianeidad del poeta. Hay flores, hay frutos, hay silencios. En ellos se encuentran campanas, se encuentran cuadros de Vermeer, se encuentra la luz de la tarde. Está la ciudad de noche y las noches en el pueblo. Hay gatitos, hay libros, hay tejados. Las estrellas del cielo aparecen cuando al alma la ha lavado la lluvia. Son algo más que bonitos: son bellos, son orden. Son la vida mientras el corazón espera para latir. Son la infinita paciencia de aquel quien teje la telaraña, sueña con lo que escribe en las nubes y cree en las palabras; son la vida de aquel quien escribe, y también, plácidamente, de aquel quien lee.

Sólo contra el mundo


La creació del món (La creación del mundo) Miguel Torga (páginas 162 a 169) Alfonso ha encontrado un amor, Alice, pero parece que llena completamente su sed de absoluto. Así mismo, se ha peleado con todo el mundo, no tiene amigos ni compañeros. Ahora que tiene las necesidades materiales resueltas, se da cuenta que en la vida hace falta algo más. El artista que hay en él no se adapta. A pesar de todo, está orgulloso de su forma de ser, sincera, que le aísla de los demás. Es una persona muy independiente. Un hecho que estas memorias pone de manifiesto es que para ir por la vida hace falta un cierto grado de hipocresía, un cierto grado de convergir con los demás, y él no está dispuesto a claudicar.

Friday, March 02, 2007

Propuesta de definición


"Un banquero es un tipo que te deja el paraguas cuando hace un sol radiante y te lo pide cuando empieza a llover."

Mark Twain

La primera vez



Extracto de mi diario la primera vez que leí La señora Dolloway:

"He empezado a leer La señora Dolloway. Me interesa mucho. Pero no es un libro fácil de digerir, aunque se lee bien. Pero el tema es duro. Ya estoy por la mitad. He acabado La señora Dolloway. Me ha gustado. Está muy bien. Y, al final, no resulta tan duro. Está repleto de pequeños detalles. Apenas hay trama, no pasa nada, pero me ha gustado. Está muy bien escrito. Es impresionante. Como la autora utiliza la técnica del monólogo interior, como varia los puntos de vista de un personaje a otro. Un libro a releer. En una primera lectura no me fijo mucho en la técnica; voy al meollo, a los personajes, a las situaciones. Me ha sorprendido como se cuenta el suicidio de Septimus, sin dramatismos; casi no se percibe. Debería fijarme en la manera en que lo hace, pero me es difícil prestar atención al "como". Bonita la escena final. Al menos este libro es profundo. Y no duele, pasa bien sin hacer sufrir. Los personajes son interesantes, esta amistad que discurre a lo largo del tiempo está bien construida. Todo es muy sencillo, pero en realidad muy difícil de hacer. El paso del tiempo. Los matices en los puntos de vista. El dramatismo de la guerra. Las relaciones entre las personas. Todo lo que Virginia conocía y que vertió en sus novelas, en la inmensa calidad de su escritura. Tenía una visión de las personas. Es una novela que parece muy sencilla, pero que no lo es en absoluto. Explica lo que es ser inglés y pertenecer a la alta sociedad. Me ha impresionado la escena de la criada riéndose de los textos de Septimus. Eso es la pesadilla de cualquier escritor. Y Peter quería escribir, y dice que no ha escrito "ni una línea". Ahora me vendría bien leer la biografía de Virginia Woolf que tengo, para contextualizar La señora Dolloway. ¿Qué edad tenía cuando la escribió? Hablo con la inmediatez de haberlo acabado de leer, en una tarde. No he tenido tiempo de aposentarlo. Bueno, voy a buscar la biografía de Virginia. Lo que me impresiona es la sencillez con la que escribe, que frases tan diferentes a las de otros escritores, más espesos. Todo en ella es claridad y belleza poética. La verdad es que se lee con facilidad, y eso siempre es de agradecer. Pero no quiere decir que no cueste escribir así. Cuesta mucho. La apariencia de sencillez es ficticia. Es claro, es conciso. No se embrolla mucho para no decir nada. En un espacio mucho más corto que otras obras, dice infinidad de cosas más. He consultado la biografía de Virginia, pero nada dice de su estado de ánimo mientras escribía La señora Dolloway. Eso, claro, una biografía no puede saberlo. Debería releer sus diarios. Calculo que tenía unos cuarenta años cuando la escribió."

Thursday, March 01, 2007

Tristán e Isolda y el poder


He vuelto a leer el prólogo de Tristán e Isolda de Eilhart von Oberg. Me doy cuenta que en mis análisis (análisis, ¡uf!) me ha pasado por alto una cosa: el poder. Conseguir el poder en Karahés podría ser razón suficiente para que Tristán se case con la otra Isolda, y a mi me ha pasado por alto, porque el autor no lo dice explícitamente. Eso me enseña que en los libros hay más cosas de las que son evidentes, y que también es mérito del lector encontrarlas; pero a veces parece que si no nos lo dan todo masticado no nos damos cuenta de las cosas. Dije que eso que no hubiese explicación para que Tristán se casase con la otra Isolda era un error de la narración, y ahora me doy cuenta que en realidad fui yo que no supe verlo. Supongo que estoy tan acostumbrada a ver a Tristán como amante de Isolda y sin preocuparse por nada más que me cuesta verlo también como a preocupado para conseguir el poder. Leyendo esta versión des de esta perspectiva, no se puede decir que el autor le haga ignorar del todo el poder, si bien jamás lo dice explícitamente. Eso, un Tristán interesado por el poder, razón por la cual se casa con la otra Isolda, es algo que llama la atención, pero que en esta versión no deja de ser cierto, tal y como me doy cuenta de ello leyendo el prólogo. De las otras versiones se decía que Tristán se desinteresaba por la vida de caballero, cosa, que en esta versión, tampoco es del todo cierta. Cuando leía la otra versión, la francesa, se me ocurrió que Tristán se casaba también con Isolda de las Blancas Manos para tener una casa, y, para decirlo en términos actuales, un trabajo, él que era errante. Ahora me doy cuenta que la cosa es más compleja que todo esto, y que va un poco más allá de buscar el hogar que Isolda no puede ofrecerle. Además, quien primero se interesa por el poder es Isolda, queriendo volver a ser reina después de la vida en el bosque con Tristán. Supongo que si no le hubiese interesado el poder ni ser reina habrían podido encontrar un hogar donde envejecer juntos lejos de Cornualles.

Una versión sin sutilezas


Tristán e Isolda. Eilhart von Oberg. Se trata de una versión cruda: sangre, azotes, batallas. No se tienen en cuenta las sutilezas del espíritu. Sólo hay un monólogo interior: el de Isolda cuando se acaba de beber el filtro. A Tristán jamás le vemos recogerse y pensar, pero es en los hechos exteriores de Tristán en los que se centra esta versión, dejando a Isolda el papel de "premio" para las habilidades del héroe.

A la manera de Eilhart


Tristán e Isolda. Eilhart von Oberg (páginas 144 – 167 y última) En este fragmento Tristán se acerca dos veces a Isolda: una vez se encuentran en el jardín, y la otra se disfraza de bufón y pasan tres semanas juntos. Será la última vez que pasaran una noche juntos. Ambas veces será perseguido por los hombres del rey Marc.
Parece que Kahenís necesita a Tristán para consumar su relación con Gariola, porque no lo hace en los dos años que este está fuera, a pesar que el narrador no tiene en cuenta estos dos años y nos dice que el tiempo que ha transcurrido es el que Tristán ha estado herido. Este episodio de Kahenís y Gariola –la mujer encerrada en un castillo- es materia de Bretaña en estado puro, y se parece a los Lais, sobretodo al de Guigemar y al de Yonec.
En esta versión la otra Isolda provoca la muerte de Tristán, ¡sin querer! No queda demasiado creíble. Aquí el destino de Tristán e Isolda no seria consecuencia de nada de lo que hubieran hecho, sino que seria pura mala suerte. De todos modos, el autor deja espacio para pensar que la otra Isolda lo ha hecho agrede, o para preguntárselo al menos, sobretodo si se conoce la historia, y aunque él no lo diga explícitamente; a pesar de que aquí Tristán sí ha cumplido con ella, y quizá porque él le dice a Isolda que siempre le ha sido fiel. Al final, el rey Marc dice que si hubiese sabido de la existencia del bebedizo que los obligaba a amarse, les hubiese permitido hacerlo. Las notas dicen que el autor lo hace para ser conciliador y quedar bien y hacer quedar bien a todo el mundo, pero tal y como se ha comportado el rey Marc con Tristán cuando este estaba vivo, decir eso me parece una hipocresía. Así, en esta versión, ni la otra Isolda ni el rey Marc serían los malos.
Un detalle que no me cuadra: en esta versión, Tristán tiene un sobrino, hijo de su hermana. Pero su madre murió al dar a luz a Tristán...
En la tumba de los amantes se planta un rosal y una vid, que crecerán entrelazados y inseparables, tal y como habían estado en vida. El autor dice que es a causa del bebedizo, pero nosotros sabemos que el bebedizo hace mucho tiempo que ha dejado de tener efecto.