Wednesday, February 28, 2007

El mar de la emoción


La princesa que creia en contes de fades (La princesa que creía en cuentos de hadas) Marcia Grad. Capítulo XI: El mar de la emoción. La princesa aprende a nadar; para hacer eso ha de dejar de tener miedo y creer en si misma, creer que puede hacerlo sola. Descubre que su relación con el príncipe era como una barca que se hundía, pero que a pesar de todo se aferraba a ella desesperadamente. Ha de aprender a nadar, a vivir, sin él.

"La única seguridad duradera es la certeza de saber que uno puede cuidar de si mismo."

Tuesday, February 27, 2007

La muerte: excremento de la vida


Sobre l'amor i la mort (Sobre el amor y la muerte) Patrick Süskind (hasta el final) Aquí nos habla de diversas muertes famosas, como la de Kleist, la de Werther, la de Orfeo y la de Cristo. Kleist, en sus últimos días, estaba iluminado por la muerte, contento porque había encontrado una compañera con la que suicidarse. Werther se suicida para recuperar a su Lotte en el más allá. Orfeo baja al reino de los muertos para recuperar a su amada, y por su debilidad la pierde. Jesús no ama a una persona, ama a la humanidad, y en su vida no hay ningún episodio de amor, sino que convierte su muerte en el más gran acto de amor, pero no a una persona concreta, algo que Süskind le reprocha. En todas estas muertes, amor y muerte están relacionados. Porqué somos humanos, y amamos y morimos, aunque en nuestra cultura de la muerte no se hable mucho.
En este pequeño ensayo Patrick Süskind hace patente su gran cultura, lo mucho que ha leído (sólo hace falta ver la bibliografía) y su capacidad de relación. Un librito profundo y delicioso, prueba de que es un gran escritor.

Monday, February 26, 2007

Definición de amor


"El amor no es una línea recta trazada con lápiz sobre el calendario: ni ir, ni llegar, ni avanzar. Simplemente, abrirse en círculos delicados, tú la piedra, yo el agua."

Gemma Gorga
Llibre del minuts (Libro de los minutos)

Algunos consejos



"Primero. Cuando tengas algo que decir dilo, cuando no también. Escribe siempre.

Segundo. No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos , como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues es bien sabido que la posteridad siempre hace justicia.

Tercero. En ninguna circunstancia olvides el célebre dictum: en literatura no hay nada escrito.

Cuarto. Lo que puedas decir con cien palabras, dilo con cien palabras. Lo que con una, con una. No emplees jamás el término medio, así, jamás escribas nada con cincuenta palabras.

Quinto. Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esa lucha ejercítate de día y de noche.

Sexto. Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión, la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos los escritores; evita, pues, dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron, o ganar tanto como Bloy.

Séptimo. No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista hasta El Quijote. Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se entristezcan.

Octavo. Fórmate un público inteligente, que se consigue más entre los ricos y los poderosos. De esta manera no te faltarán ni la comprensión ni el estímulo, que emana de esas dos únicas fuentes.

Noveno. Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas dudas, cree, cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.

Décimo. Trata de decir las cosas de manera que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura que efectivamente lo sea; pero para lograr eso tendrás que ser más inteligente que él.

Undécimo. No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio.

Duodécimo. Otra vez el lector. Cuanto mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor aparecerá tus creaciones; si escribes cosas para el montón nunca serás popular y nadie tratará de tocarte el saco en la calle, ni te señalará con el dedo en un supermercado."



Decálogo del escritor
Augusto Monterroso

El amor: excremento del alma



Sobre l'amor i la mort (Sobre el amor y la muerte) Patrick Süskind (hasta página 34) En este librito Süskind se pregunta porque los escritores han dedicado tantos esfuerzos a hablar del amor y tan pocos a hablar de los excrementos. El amor tienen algo de religioso, dice; es lo más alto que puede volar un ser humano. Pone diversos ejemplos, pero llega a la conclusión que el amor es un estado de imbecilidad transitoria, que si no vives no comprendes. Y con un ejemplo sacado de Sócrates y Platón, lo relaciona con al muerte y pasa hablar de ella.

"en el amor se manifiesta una correspondiente porción de tonteria. Recomiendo la lectura de las propias cartas de amor con un intervalo de tiempo de veinte o treinta años. El rubor se hace sentir, en vista del cúmulo de tonterías, soberbia, prepotencia y ceguera: banal, el contenido; penoso, el estilo. A uno le parece casi incomprensible que una persona tant solamente medianamente inteligente se haya visto nunca en la situación de sentir, pensar y poner por escrito tantas sandeces."

Sunday, February 25, 2007

Palabras de Jelinek

"La lectura es para mí el vestido elegante de la vida: se me ajusta y va conmigo."
Elfriede Jelinek

Una visión incómoda de la lectura



"Tengo la impresión de haber leído siempre, desde que aprendí, y, desde entonces, cualquier otra actividad me resulta una pérdida de tiempo: es como si me metiera en algo demasiado áspero (sobre todo, en lo que se refiere al contacto con las personas) y ello, probablemente, sea sólo culpa mía. Que lea para no tener que vivir (y, por lo mismo, que también escriba). Y leo mucha novela negra en la que otros, antes de tiempo, tienen que dar por concluida su vida, de manera violenta, al igual que yo creo poder excluirme del tiempo mediante la lectura; también leo literatura barata, revistas de cotilleo, o lo que sea, pero siempre he de tener ante mis ojos algo impreso, porque no se me ocurre nada más adecuado a mi vida. La lectura es para mí el vestido elegante de la vida: se me ajusta y va conmigo. Los demás pueden clavársenos como una espina, pueden destruirnos y, sin embargo, podemos mantenernos con vida siempre y cuando mantengamos ante nuestros ojos la falsa sentencia de las letras. Esto es un juicio.

Como mi padre. Si no se ve más que signos, entonces los otros -que, vistos de cerca, resultarían no ser letras- no lo ven a uno. Mi padre era exactamente igual. Sólo puedo recordarlo con un libro entre las manos. O un periódico. Existen los activos y los lectores, me imagino. Yo soy inactiva, pero no, no lectora, ni tampoco ilegible. En lo relativo a esto, a veces se produce una especie de situación paradójica: mi grado de atención varía de manera grotesca -como ya he dicho- según la consideración que le tribute al material de lectura. La filosofía la leo como un ave de presa. Algo pasa hojas como ausente y demasiado tarde me doy cuenta de que ese algo soy yo; tropiezo y, con un grito inaudible, me lanzo sobre el pasaje que acabo de divisar, me lo arranco y, todavía goteando, sangriento y asqueroso, me lo como; el jugo del pensamiento me resbala por la barbilla -cosa nada agradable- e inmediatamente después empiezo a preguntarme (esto que ha ocurrido con tanta rapidez, debería como mínimo volver a repetirse y entonces, tal vez, se quedara) si podré utilizarlo y acabo por fijarlo con hormigón en mi propio texto, de la misma manera en que antiguamente se emparedaba a un ser vivo en los cimientos de los edificios. Supongo que para que el edificio durara más. No creo que mis textos vayan a durar más porque haya enterrado en ellos (y, aun tratándose de un robo, no de manera furtiva) un trozo de la carne de Heidegger o de Nietzsche: luego los germanistas se ponen a jugar a ¡busca, perrito, busca!, que es lo que no deben hacer pero que, sin embargo, hacen. Tal vez lo hagan porque yo, por ese motivo, siempre les echo un rapapolvo.

Por placer. Por otro lado, leo una novela negra o cualquier otra cosa por placer, y hete ahí que, de manera involuntaria, vuelvo la vista sobre casi cada párrafo y lo leo de nuevo: lo leo, por así decirlo, hacia delante y hacia atrás (que es lo que debería hacer con los caminos por los que discurre mi pensamiento: volver a transitarlos, lo que me haría más sensata y además sería lo más sensato), de manera que al final todo lo he leído dos veces, lo que es completamente superfluo, porque mis libros preferidos ?no digo cuáles, o debo decirlo, no, no lo diré, aquí nada de intimidades, me daría vergüenza, incluso ante mí misma, porque en definitiva estoy sola conmigo misma?, porque mis libros preferidos los leo de todas maneras una y otra vez, y cada vez, también dos veces. ¿Será para que entonces, con más razón, no se conserve nada? Lo doble se conserva mejor, pero probablemente estos libros los lea porque nada ha de conservarse. En cambio, con lo que debería conservar soy tan recelosa que ni me atrevo a mirarlo.

Pilares de sal. Evito mirar esos libros que tendría que (o, por lo menos, debería) conservar: los leo por así decirlo tangencialmente, o muy de prisa, arriesgando un parpadeo, como si los pilares fueran a derrumbarse, esos petrificados pilares de sal, todos ellos hechos toscamente a mi imagen y semejanza; porque en el caso de que me quedara mirando mucho tiempo y tuviera que reconocerme como algo que no existe, se derrumbarían sobre mí como algo gigantesco y oscuro y, conmigo misma, me matarían a golpes. Por ello no debo permitirme ser demasiado minuciosa. Las miradas pueden matar y leer puede destruir. Y yo lo he de hacer, como ya he dicho, ininterrumpidamente, pero con mucho cuidado porque si no, la lectura contraataca. Yo sé en qué parte estoy segura (de la página 3 a la 428 o así), sé dónde al leer no me pasará nada. Si me fijase mucho tiempo, algo me golpearía el ojo: algo que luego sería la viga que otra persona tendría que quitarme con gran esfuerzo. Y el otro jamás está ahí. Que es justo lo que yo he deseado para mí."

Leer, la mejor forma de vivir
Por Elfriede Jelinek.

Por motivos externos a la narración


Tristán e Isolda. Eilhart von Oberg (páginas 139 – 144) Tristán consigue volver a ver a Isolda a escondidas, y de paso demostrar que es el mejor en los deportes que se practicaban en aquella época.
En esta versión Branguena ha muerto. No me lo esperaba y no lo entiendo. No entiendo porque el narrador lo hace pasar así, a no ser que Guimela, que ahora cobra protagonismo, represente a alguna dama que él conocía en la vida real y con la que quería quedar bien, y por eso le interesa ponerla al lado de la reina; igual que hace con Tinas, que es un noble al que él sirve en la vida real, y por eso en su versión de la historia este personaje cobra tanta importancia.
Algo que me es difícil de entender es porque Isolda pide al rey que Andred le acompañe, si luego, cuando se encuentre a Tristán, le molestará su presencia y no sabrá como sacárselo de encima. A no ser que lo escogiese a él expresamente porqué sabía que a él le sería más fácil sacárselo de encima que a cualquier otro...

Meme - Cinco cosas que no sabéis de mí


1-. Hago y rehago los borradores del blog a mano, algunos hasta tres veces.
2-. Siempre leo con un lápiz y una regla al lado.
3-. Me gustan los libros en tapa dura, pero no excesivamente gruesos; a la medida humana.
4-. Tengo un cajón lleno de puntos de libro; sólo guardo los que son gráficamente atrayentes.
5-. Tengo una libreta donde apunto los libros que me gustaría comprar y leer en el futuro.

Estrechez de mente


"Contó el episodio en que intentó experimentar con la locura, sin dormir ni comer durante tres días. Se volvió loca. Se dio cuenta que muchas cosas que había leído sobre la locura eran ciertas. Le vino a la mente una especie de criatura terrorífica que la odiaba. Tardó seis semanas en deshacerse de esa criatura. Aconsejó al público presente que nunca intentase algo así. "Yo lo hice aposta. He conocido a gente que se ha vuelto loca. Los estrechos de mente se vuelven locos muy fácilmente, sólo hay que mirar a nuestro alrededor, aunque es cierto que cuando un estrecho de mente se desmorona y luego consigue curarse, mejora mucho".

Miguel Sanfeliu hablando de Doris Lessing, a raíz del Hay Festival de Segovia

¿A qué tipo de persona se le ocurre pasarse tres días sin comer ni dormir sólo para "experimentar" con la locura? Que sea escritora no me sirve. Pienso eso que es una salvajada. Y esa criatura terrorífica que la odiaba... era ella misma. Se veía a si misma haciéndose eso, no dándose comida, no durmiendo, razón suficiente para pensarse que se odiaba a si misma. Es lo que yo pienso, vaya.
Algo que me llama poderosamente la atención es eso "Los estrechos de mente se vuelven locos fácilmente". ¿De donde lo ha sacado eso? ¿Qué es un "estrecho de mente"? Jamás se me hubiera ocurrido pensar que la locura tuviese que ver con la estrechez de mente, la verdad. Suerte que esta mujer no es científica. Pero es escritora. Supongo que ella debe considerarse a si misma de mente muy amplia...

Saturday, February 24, 2007

Lo difícil es hacer oír la propia voz


Hay un club de lectura. Se lee un libro difícil. Poca gente llega a él. La mayoría se queda por el camino. Y a los que llegan a él no les hace ningún efecto; lo han leído, pero es como sino lo hubieran hecho. No les ha cambiado interiormente. Sólo alguien dice: "lo he leído dos veces, la segunda me ha gustado más que la primera, quizá lo leeré una tercera vez." Objetivo cumplido. Entre doce personas, a una le ha llegado el mensaje, el entusiasmo; le ha gustado, le ha afectado. Por eso sólo ya vale la pena. Pero lectores así son como perlas, no los hay en todas las ostras; o como dientes de oro, no los hay en todas las dentaduras. Alguien puede escribir bien, puede ser una autor consagrado y así y todo las personas que le entiendan y a las que llegue el mensaje de entre un grupo concreto se pueden contar con los dedos de una mano. Si es así, ¿no es mejor ser una autor mediocre y llegar a mucha gente? Pero no es cuestión de cantidad, jamás lo ha sido en buena literatura. Es cuestión de tiempo. De recoger lectores a lo largo de los años. Quizá en un año concreto no hay muchos, pero la suma de lectores de todos los años superan el boom de un best-seller, que sólo funciona un número corto de años y después se olvida. Pero esta respuesta a lo largo de los años no es algo que el autor vea, que viva. No es algo de lo que pueda estar seguro. Si no tiene delirios de grandeza, es algo de lo que no disfruta. Por tanto, ¿que es lo importante? Dar la posibilidad a alguien que el mensaje le llegue: es decir, escribir. Algo escrito ya implica un lector, al menos uno. Siempre se escribe para alguien. Lo importante es haber escrito. El resto es fiebre e indiferencia.

¿Quo vadis, Semana del Libro en Catalán?


Hace días que por la radio oigo un anuncio de la Setmana del Llibre en Català (la Semana del Libro en Catalán). Representa que es el fragmento de un libro "en catalán" que podemos encontrar en este acontecimiento. El anuncio no sólo es sexista y vulgar, presentado a la mujer como mero objeto sexual, sino que además yo no entiendo que estén anunciando un libro, o literatura: anuncian claramente sexo. Una mujer con el sexo al viento. Y yo me pregunto, ¿no estaremos confundiendo las especies? Alguien que busque un buen libro, ¿en qué puede atraerlo, eso? Entiendo que no citen a Proust traducido al catalán, pero ¿es que entre los libros en catalán no han encontrado ningún fragmento literariamente más suculento? ¿No han encontrado literatura? Morbo sí que tiene, el fragmento, claro. Y no digo que no atraiga a la gente (los pechos breves apelan al instinto), pero... ¿Quizá sea eso lo que se tenga que hacer? ¿Quizá sea esta la única manera? ¿Tan mal está la cosa de los libros en catalán? Quizá soy yo que soy una retrograda. Quizá en vez de quejarme debería felicitarme por la libertad de expresión que un anuncio como este representa, como la gente se felicitaba durante la época del "destape". Quizá simplemente debería felicitarme porque el sexo en los libros en catalán goce de tan buena salud. Por algo se empieza, ¿no?

Tuesday, February 20, 2007

Lo que nos hace escribir


"A las mujeres las hace escritoras el amor difícil o fallido; aún cuando luego –pasada la etapa lírica- hablen de otras cosas."

Carmen Martín Gaite
Cuadernos de todo

Monday, February 19, 2007

Disipar las dudas


"Vale más mantener la boca cerrada y parecer tonto que decir algo y disipar las dudas definitivamente."

Grouxo Marx

El lado oscuro


El otro día hablaba con mi librero y le dije que había escrito un mensaje para el blog y que, después de haber hecho tres borradores, lo había publicado y me había parecido una mierdecilla. No era aquella cosa original y diferente que yo pretendía, sino un mensaje para el blog más. Mi librero me respondió que para tener espíritu crítico se ha de haber vivido; que te han de haber pasado cosas, se ha de haber hablado con gente. Eso para tener perspectiva, ideas originales. ¿Qué he vivido yo? ¿Con quien he hablado? Me doy cuenta que no mucho ni con mucha gente. Todo lo que he hecho ha sido leer. Pero lo que no le dije a mi librero es que no me sabe mal no haber vivido por lo que me he perdido de vida o de conversaciones. Yo ya he tenido mi dosis de vida, y he tenido suficiente. Lo único que me sabe mal es la falta que me hace eso a la hora de escribir. Mi librero tiene razón: si hubiera vivido más, si hubiese hablado con más gente, mis textos serían mejores. Con leer no es suficiente.

Sunday, February 18, 2007

La venda en los ojos pero el dardo en la pluma


"prefiero sufrir aún mucho más que olvidaros"

"¿No sois muy desgraciado, y no os falta mucha delicadeza, sino habéis sabido sacar provecho de mi apasionamiento de ninguna otra forma? ¿Y como es posible que con tanto amor no haya podido haceros feliz del todo? La única cosa que me sabe mal, por el gran amor que os tengo, son los placeres infinitos que os habéis perdido. (...) ¡Ah!, si los conocierais, sin duda encontraríais que son más intensos que el haberme engañado, y habríais podido comprobar que se es mucho más feliz, y que se siente algo más punzante, cuando se ama con violencia, que cuando se es amado."

"Os amo locamente, y querría preservaros de todo mal, de manera que, quizá, no oso desear que os turben los mismos transportes: me mataría, o moriría de dolor sin matarme, si estuviese segura que no tenéis reposo, que vuestra vida es tan solamente preocupación y agitación, que lloráis sin descanso, y que todo os es desagradable; mis males ya me superan, ¿cómo podría soportar el dolor que me causarían los vuestros, que me harían mil veces más daño?"

"Adiós, desearía no haberos visto jamás. ¡Ah!, siento con viveza la falsedad de este sentimiento, y sé, en momento de escribiros, que prefiero ser infeliz mientras os amo, que no haberos visto nunca;"

"pero no obstante en el fondo del corazón os agradezco la desesperación que me provocáis y odio la tranquilidad en al que vivía antes de conoceros."

"¿Por qué he habéis hecho conocer la imperfección y el desagrado de un afecto que no ha de durar eternamente, y las aflicciones que siguen a un amor violento, cuando no es recíproco? ¿Y por qué una inclinación ciega y un destino cruel se obstinan, normalmente a dirigirlas hacia aquellos que serían sensibles a otra?"

"Vos queríais que os amara y al concebir este propósito, no hay nada que no hubieseis hecho para conseguirlo; hasta incluso os habríais resuelto a amarme, si hubiera hecho falta; pero os disteis cuenta que podías tener éxito en el proyecto sin pasión y que no teníais ninguna necesidad de ello; ¡qué perfidia!"

Cartes d'amor de la monja portuguesa Mariana Alcoforado. (Cartas de amor de la monja portuguesa Mariana Alcoforado) Vizconde de Guilleragues. Son cinco cartas que Mariana, recluida en un convento, envía a su ex-amante, un oficial del ejercito francés que después de seducirla la ha abandonado. En estas cartas, la persona que las escribe empieza cegada por la pasión, y acaba con los pies muy en el suelo. Son gráciles, conmovedoras, sinceras. Dicen la verdad de una manera gradual, a medida que la autora se va dando cuenta de ella. Todo aquel que haya tenido esta experiencia ha querido, en algún momento, poder expresarla de esta forma. Estas cinco cartas son una pieza de orfebrería, y una lección de cómo superar un desengaño amoroso.

"que esta difusión alternativa de las cartas generase una demanda (tanto si venía movida por una curiosidad burlona como por una admiración por la expresión de los sentimientos)"

Meri Torras
Els hàbits de la passió, Epíleg (Los hábitos de la pasión, Epílogo)

Un detalle del epílogo me abruma: "curiosidad burlona". ¿De verdad hay gente que se ríe de estas cosas? ¿De la expresión de los sentimientos, de la inconstancia en el amor? (¿Es por eso que el autor las publicó anónimamente?) Pues puedo decir que esta gente son comparables al amante inconstante a quien van dirigidas las cartas. Quizá se creen superiores por no haber sido jamás engañados en el amor, o por haber sido ellos los que han engañado, pero, como dice sutilmente la persona que escribió las cartas, más desgraciados son ellos. De todas formas, ya lo decía Pessoa que todas las cartas de amor son ridículas. Si no eres tu el enamorado o enamorada, claro.

Saturday, February 17, 2007

Espejo roto


"A los títulos que me había propuesto les faltaba relieve. Una novela es un espejo. ¿Qué es un espejo? El agua es un espejo. Narciso lo sabía. Lo sabe la luna y lo sabe el sauce. Todo el mar es un espejo. Lo sabe el cielo. Los ojos son el espejo del alma. Y del mundo. Existe el espejo de la verdad de los egipcios que reflejaba todas las pasiones, tanto las altas como las bajas. Hay espejos mágicos. Espejos diabólicos. Espejos que deforman. Existen espejitos para cazar alondras. Existe el espejo de cada día que nos hace extranjeros a nosotros mismos. Tras el espejo está el sueño; todos querríamos alcanzar el sueño, que es nuestra más profunda realidad, sin romper el espejo. (...) Pero si la novela, creyendo lo que se ha dicho y repetido hasta la saciedad, es un espejo que el autor pasea a lo largo de un camino, este espejo refleja la vida. Yo, en todo lo que tenía escrito de la novela de una familia, sólo reflejaba trozos. Mi espejo a lo largo de una camino era, entonces, un espejo roto. Cuando encontré el título pude retomar la novela. Había pasado mucho tiempo."

Mercè Rodoreda
Mirall trencat (Espejo roto)

Friday, February 16, 2007

En el placer y el dolor


Tristán e Isolda. Eilhart von Oberg (páginas 129-139) Tanto Tristán y Kahenís en el fragmento anterior como el escudero en este van de la tierra de la otra Isolda a Cornualles cruzando el mar, mientras que Tristán ha llegado allí cabalgando.
Aquí aparecen los dos Monts Saint Michael, coincidencia de nombres que Piloís utiliza para mantener el secreto.
En el diálogo entre Tristán y Piloís, este dice "no, por cierto". Al principio del libro, en el primer diálogo con Isolda, Tristán también había usado esta fórmula; entonces era "sí, por cierto."
Esta versión es mucho más bestia que las francesas, porque a causa de un malentendido Isolda manda azotar a Tristán (transformando el episodio de Tristán leproso de la otra versión) y se ríe de él mientras lo pegan. Eso es un episodio más de la crueldad de Isolda, que ya conocíamos. Se trata de un personaje complejo, capaz de dar mucha felicidad y placer a Tristán, pero también de hacerlo sufrir hasta límites insospechados. En este sentido resultan premonitorias las primeras palabras que le dirigió: "Contigo seré malvada".
En esta versión Tristán se acuesta con la otra Isolda, cosa que no tiene más remedio que pasar, tal y como ha conducido las cosas el narrador, porque ha dejado a Tristán sin justificaciones para no hacerlo, y con ganas de vengarse de Isolda. El silicio que se pone Isolda también es un elemento bestia de esta versión.
Creo que con estos episodios de desencuentro entre los amantes la historia se hace más rica y no pierde encanto, pero sobre este punto supongo que cada lector puede tener su opinión particular.

Thursday, February 15, 2007

Llenar el mundo


"Eso de la poesía depende de una señora voluble que se llama inspiración."

"Hay poetas que dedican cada día algunas horas a escribir poesía. Yo no sabría como ponerme a ello. Ha de encontrarse la inspiración, pero, a la vez, se ha de desanimarla, ponérselo difícil, porque a veces los artistas llenamos el mundo de porquería."

Narcís Comadira, a raíz de la publicación de su último libro Llast

"Patums"


¿Recordáis que escribí un mensaje sobre que la palabra "brutal" se había puesto de moda? Ya hace más de medio año de esto.
Últimamente, por aquí por allá, oigo otra palabra que a mi jamás me hubiera ocurrido usar: "patum", referida a personas importantes dentro de nuestra sociedad, deportistas o políticos. Dice el diccionario Pompeu Fabra: patum – figura que representa un animal fabuloso, la cual se hace salir a las procesiones y fiestas populares // dicho de una persona que disfruta de una gran consideración más por el lugar que ocupa, por su fama, etc., que no por sus méritos reales y presentes. En castellano sería "vaca sagrada".
La primera vez que la oí fue de labios de Josep Bastè, pero ahora parece que se ha generalizado. ¿Puede ser que un locutor de radio ponga de moda una palabra, o él sólo se hacia eco de una moda que ya existía?

Wednesday, February 14, 2007

Sinceridad literaria y mentira

Onetti nos dice que hemos de mentir siempre. Eso quiere decir que no hemos de explicar nuestra vida verdadera, que, además, no interesa a nadie. (A no ser que escribamos una autobiografía, pero yo hablo de novelas.) Hemos de decir mentiras, también llamadas ficción. También dice que no hemos de sacrificar la sinceridad literaria a nada. Eso quiere decir que hemos de decir verdades sobre los personajes: los hemos de hacer actuar y sentir con sinceridad, como a personas reales, basándonos en nuestra experiencia verdadera. Son ficción, mentiras; no son verdad, pero deberían poder serlo, el escritor y el lector se los han de creer. Así es como yo lo entiendo.

Decálogo más uno

"5-. No sacrifiquen la sinceridad literaria a nada.
10-.Mientan siempre."
Juan Carlos Onetti

¿Recordáis el decálogo de Onetti? ¿Quien se atreve a afirmar que eso es una contradicción? ¿Es compatible la sinceridad literaria con la mentira? La verdad es que yo o no tengo ni idea, aunque alguna idea instintiva debería tener, si quiero dedicarme a eso. Supongo que es algo para preguntar a un escritor o escritora un poco experimentado, o preguntarle al mismo Onetti qué quería decir con eso. Yo había oído hablar de la “impostura literaria”, algo que siempre me ha sonado como aquello que hacían los locutores de radio antiguos de “impostar” la voz… Otra persona, no recuerdo quien, lo definió como “mentir bien la verdad”. Aunque estas dos frases parezcan una contradicción, yo creo que son perfectamente compatibles.

Tuesday, February 13, 2007

Soñar y leer


La creació del món. Miguel Torga (páginas 160-162)

"Continuamos por la carretera de Beira, cruzamos los carriles y, ya fuera de la ciudad, mi enigmático amigo se paró bajo una ventana. Esperamos una hora, dos, tres, aspirando el humo de los cigarrillos.
_ ¡No aguanto más! _ contesté, con la ropa empapada de humedad. _ Si no me dices qué pasa, me marcho.
_ Estoy enamorado...
_ Magnífico. ¿Y ella?
_ Vive en esta habitación. Pero ni tan solamente sabe que existo...
Me fui, indignado, insultándolo. Quería, en mi y en los demás, sentimientos vivos, de carne y hueso. No perdonaba imbecilidades como las de mi hechizo en otro tiempo por Gabriela. Cuando por azar la veía me sonrojaba, avergonzado. Había estado embelesado contemplando un maniquí. Había amado un mito, en vez de a una mujer."

Es curioso, yo tengo un carácter muy diferente de este de Torga: yo soy una soñadora. Soy como este amigo al que él desprecia. Mi vida está llena de fantasmas y de alegrías, de vacíos y de ilusiones, pero son eso: fantasmas, alegrías, vacíos e ilusiones... impalpables. Todo muy diferente de las realidades a las que él está adscrito. Y en cambio, me gusta leerlo; sus realidades pueden ser perfectamente un sueño mío. Y a él también le es difícil encontrar amigos.





La realidad de las ovejas


El Quijote. Cervantes. Capítulo XVIII. Inspirado por los libros que ha leído, que Cervantes trata de mentirosos, el Quijote confunde dos rebaños de ovejas con dos ejércitos con sus respectivos caballeros. El Quijote es un gran lector. Yo leo mucho, y eso me da que pensar. ¿En qué momento se llega al punto de confundir lo que lees con la realidad? Estas locuras del Quijote me preocupan, sinceramente.¿O todo depende de si los libros son buenos, prolongaciones de la realidad, cosa que no son los de caballerías? Pero según como parece que hable de todos los libros... Quiero decir que yo, con todo eso de Tristán e Isolda, y se trata de un libro bueno, podría llegar a pensar que todos los enamorados son constantes y abnegados como Tristán, que el amor es para siempre y muchas tonterías por el estilo que leo en los libros, pero que no veo en la "realidad"... Podría llegar a desear un Tristán, y a rechazar personas reales por eso. ¿En qué momento la afición se convierte en obsesión?

Excusas


Tristán e Isolda. Eilhart von Oberg (páginas 120-129) He aquí la excusa que encuentra Tristán para no haber hecho nada con la otra Isolda: que esta no le trata bien. O no tan bien como su Isolda trata a su perrillo. Así, además, parece que la culpa sea de la otra Isolda, cuando la culpa es sólo de Tristán por haberse casado con ella sin amarla. Me hago cruces del morro que tiene Tristán de poner esta excusa. Y un error de la narración (sic – ¿encontrando errores en los clásicos?) es que en ningún momento da una razón creíble por haberse casado con ella. Ha de pasar y pasa, pero no hay explicación.
Muy divertido el episodio del cojín de Kahenís. Esta historia sí es original. Y además, podemos intuir la excusa que usa Isolda con el rey Marc.
Como siempre, los amantes que han pasado otra noche juntos.

Amores platónicos


Tengo comprobado que incluso el escritor más malo tiene frases que enamoran de vez en cuando. Me pasó con un escritor bastante consagrado (del que no diré el nombre para no crear polémica). Leí una frase suya por Internet, y me cautivó. Pensé: he de leerlo. Saqué un libro suyo de la biblioteca muy emocionada. El texto de la contraportada ya me hizo mala espina, pero no hice caso. ¡Ostras! ¡Suerte que no lo había comprado! En aquel libro había una narración donde el protagonista pasaba las mil y una... por una piedra. Me pareció absurdo. Simplemente no lo entendí. La sensación que tuve leyéndolo así, en más cantidad, es que yo también podía escribirlo, aquello. (Y eso es lo peor que me puede pasar con un escritor) Y que si lo escribiese yo sería malo, pero como que lo escribe él, parece bueno... Y entonces pensaba, y la frase que me cautivo, y yo no podría escribir, de donde la ha sacado? Porque no se mantiene a este nivel tan por encima de la vulgaridad que prometía? Quiero decir que al escritor más mediocre los astros se le alinean de vez en cuando, y salta la chispa. Lo difícil, claro, es mantener esa chispa. Por suerte normalmente no pasa eso, y un mismo escritor suele mantenerse siempre dentro de unos parámetros de calidad, y si es bueno en una frase, lo es siempre. Eso es lo que pasa en la mayoría de libros que leo. Pero, por si acaso, recordadme que aprenda a no enamorarme de los escritores por un solo escrito, ni a mitificar jamás una sola frase.

Monday, February 12, 2007

Consejo práctico



"el sugerente primer párrafo capaz de atrapar al lector, la trama, la trama secundaria relacionada con la principal, los tres pasos de desarrollo de la historia, el clímax, el desenlace."

"Era consciente de que escribir aquellos guiones me ayudaba a ser mejor escritora. Cuando tienes que contar una historia en cuatro minutos, menos las frases de producción, aprendes a sintetizar. Por aquel entonces no me di cuenta, pero me estaba preparando para ser una escritora de suspense, un género donde cada palabra tiene que contribuir al avance de la acción."

"La semilla empezó a germinar. Pero ¿de dónde sacaría el tiempo? Solo podía haber una respuesta: tendría que levantarme a las cinco y trabajar hasta las siete menos cuarto, la hora en que despertaba a los niños.
Las primeras mañanas fueron muy duras. Cuando sonaba el despertador el primer impulso era apagarlo y cerrar los ojos. Pero no fue tan difícil acostumbrarme a levantarme temprano."

"Pero tenía que hacerlo. Tenía que escribir ese libro. Yo sabía que estava en el camino de convertirme en novelista."

"En 1968, después de pasar tres años levantándome a las cinco para escribir, terminé mi libro sobre George y Marsha Washington."

"Tengo un buen consejo que siempre ofrezco a la gente que me dice:"Puedo escribir. Sé que puedo. Solo que no sé el qué." Les digo que echen un vistazo a sus estanterías de libros. ¿Qué les gusta leer? Desde luego, hasta cierto punto todos somos lectores eclécticos, pero ¿a qué recurrimos cuando vamos a coger el tren o el avión? ¿Qué nos ponemos a leer cómodamente cuando estamos cansados al final del día y queremos relajarnos? ¿Un clásico, una biografía, misterio, ciencia ficción, novela romántica? Sea cual sea tu estilo favorito de novela, sin duda es ahí donde tienes tu mina de oro literaria."

Mary Higgins Clark
Con derecho a cocina

Publicar en Internet


Cuando empecé a interesarme por Miguel Torga, leí que publicaba sus libros a su cargo, es decir, pagando él mismo la edición. Eso me sorprendió mucho, porqué siempre me habían dicho que el mundo editorial la auto publicación era sinónimo de exclusión. También recordé el caso de Stephen Vizinczey, que publicó la primera edición de En brazos de la mujer madura a su cargo, y se convirtió en un best-seller. Y me pregunto: ¿qué hubiese hecho Miguel Torga de vivir ahora? ¿Hubiera publicado sus escritos en Internet? Evidentemente, publicar en Internet sólo genera beneficios espirituales, pero tampoco creo que los libros que Torga publicó le generasen muchos beneficios: él vivía de otra cosa. ¿Qué es más importante, la posibilidad de obtener beneficios, que quizá no llegará nunca, o la posibilidad de expresarse? ¿Si no eres lo suficientemente bueno como para publicar sobre papel no tienes también derecho a hacer oír tu voz? Por eso, publicar en Internet es una posibilidad que me está pareciendo cada vez más buena idea.

Cuando el enamorado va a la guerra


Tristán e Isolda. Eilhar von Oberg (páginas 111 a 120) Después de la aventura de las cuchillas, Tristán cabalga hasta la tierra de la otra Isolda (en esta versión no ha de cruzar el mar para llegar), y ahí, empuñando las armas, se gana el derecho a casarse con ella. La crudeza de la batalla está explicada con todo detalle, poniendo el acento en al sangre derramada, los escudos destrozados y los enemigos muertos. Pero no vemos nada del proceso interior que lleva a Tristán a aceptar a la otra Isolda como esposa, tal y como pasaba en la versión francesa. En este sentido esta versión no es tan intimista, y da más importancia a los hechos exteriores, como las batallas, que no a lo que pasa en el interior del héroe. Donde antes había un enamorado ahora hay un guerrero sanguinario. (De todos modos, me parece una manera muy ingenua de luchar esta en que el enemigo se presenta para que le hagas prisionero. Pero debían ser las costumbres de la época – o de los libros de la época, más bien -.) Tristán piensa que la otra Isolda le ha escogido, sólo porque se llama Isolda. Es lo único que dice el texto que se parece a una explicación de porqué se casa con ella. En la otra versión, con el monólogo interior, el lector aún podía hacerse cargo de la boda. Aquí no tiene explicación. Y además si no ha de hacer nada con ella. Es como el episodio de la espada, un elemento que la historia exige, pero con el que el autor de esta versión no sabe qué hacer.

Sunday, February 11, 2007

Mensaje número 500


Desde hace ya uno o dos mensajes, he llegado al mensaje número quinientos del blog. Al mismo tiempo, estoy a punto de llegar a las mil visualizaciones del perfil. Me da un poco de vergüenza haber dicho que medio paraba y no haberlo hecho. Ya sé que eso es hacer perder el tiempo a la gente, pero en fin, cuando lo dije lo creía sinceramente. ¿Debería conocerme más a mi misma? ¿Debería haber sabido que la escritura podría más que los obstáculos y que encontraría la manera? (De hecho, no es que haya encontrado la manera, sino que la manera me ha encontrado a mi) Nosquete ipsum, dicen en latín, "conócete a ti mismo", y eso es una cosa que quizá siempre me ha faltado: ser más realista respecto a lo que puedo hacer y a lo que no. Debería haber sabido que no podría pasarme más de cuatro días sin escribir, que eso me haría sufrir. Y es un blog, quiero decir que no gano nada material (espiritual sí). Si fueses un trabajo a buen seguro las cosas serían diferentes. Claro que si mi trabajo fuese el blog, ¡seguro que me volvería adicta al trabajo!
Continuo haciendo el blog, pero la última semana no he leído demasiado. Cosas serias, quiero decir. A veces ya pasa. A veces también necesito tomarme mi tiempo para tener perspectiva, para asumir lo que voy leyendo. Se trata de que pase el tiempo suficiente para volver a querer, para despertar el deseo. Hay un verso de Cesare Pavese que me viene a la cabeza ahora y que dice: "y por la noche podremos reencontrarnos, queriendo" Eso es un poco lo que me está pasando ahora con los libros que leo.
Ahora estoy leyendo: Tristán e Isolda, de Eilhart von Oberg; El Quijote, de Cervantes; Memorias de Ultratumba, de Chateaubriand; La creació del món, de Miguel Torga; La princesa que creia en contes de fades, de Marcia Grad; Una Ola, de John Ashbery; y Poemas Escogidos, de Adam Zagajewski. Y me doy cuenta que algunos hace ya mucho tiempo que los estoy leyendo.
Me hacía mucha ilusión celebrar el mensaje número quinientos, y ha llegado y por poco me pasa de largo. Lo celebraré volviendo a mi ritmo de lecturas habitual, si puede ser.




Saturday, February 10, 2007

Con derecho a escribir


Un libro que recuerdo con mucho afecto es Con derecho a cocina, la memorias de Mary Higgins Clark. Ya lo sé, no es el tipo de escritora que yo leo (de hecho, no he leído ninguno de sus libros de intriga) ni tampoco es el tipo de escritora que me gustaría ser. Pero es escritora, escribe y vive de eso, por tanto merece todos mis respetos. La memorias están muy bien redactadas, y no tengo motivos par pensar que en los otros libros no sea así. Tampoco tengo motivos para pensar que los libros se los haya escrito ningún "negro". Si me interesó este libro es porqué explica, con mucha sinceridad, todo el proceso que la llevó a publicar su primer libro. Combinándolo con un trabajo y cinco hijos. Evidentemente, eso exige mucha fuerza de voluntad y una gran fe en uno mismo, y que te guste mucho lo que haces. No es lo mismo escribir si ya tienes diez libros publicados que si aún no has publicado ninguno; la confianza no es la misma (aunque entonces deben surgir otros problemas). Ella tenia un empleo de ocho horas, cinco hijos para cuidar (se había quedado viuda) y se levantaba cada día a las seis de la mañana para tener una horita para escribir antes que todos se levantaran. Y eso lo hizo cada día durante un año, hasta que la novela estuvo lista, sin tener ninguna garantía de que lo que estaba escribiendo fuese bueno, o que se lo publicarían. Sin saber que sería la escritora enormemente popular que ha llegado a ser. La fuerza de voluntad y la fe en uno mismo que hacen falta para hacer eso me dejan admirada. Y además, le salió bien. Quiero decir que podría haberlo hecho y la novela se podía haber quedado durmiendo en un cajón para siempre. Aquella novela aún no era de intriga, y aún no fue el éxito de vendas que serían otras novelas suyas, pero como leí hace poco que decía Torga, eso la hizo entrar en liza.
Si queréis ser escritores o escritoras, os recomiendo vivamente este libro. Quizá es un poco superficial (hay quien diría que es ameno), pero es sincero, se lee de un tirón y está muy bien redactado. Quizá no os convertirá en escritores de best-sellers, pero os hará disfrutar del proceso que ha llevado a alguien a serlo. (Aunque tampoco explica ninguna receta secreta, a no ser que el secreto sean el trabajo y la observación.)
Una cosa que me hace mucha gracia es el consejo que da de mirar de qué tenemos llena la biblioteca si queremos escribir. Dice que si la tenemos llena de novelas rosa, escribamos una novela rosa, y que li la tenemos llena de novelas de detectives, escribamos una novela de detectives. Ella la tenía llena de novelas de intriga. Si me hace gracia es porque, siguiendo el consejo, ha mirado mis anaqueles. Los tengo llenos de clásicos. ¿Representa que he de escribir un clásico? (Gran sonrisa) Lo que en principio parece un muy buen consejo, fruto del sentido común, puede convertirse en una tumba. Pero bien, consejos estimulantes y poco realistas aparte, un libro que me interesó mucho.




Friday, February 09, 2007

Versos


"El dañino tiempo, con presteza hoy de ladrón,
acarrea su rico botín no sabe cómo:
tantas despedidas como estrellas tiene el cielo...
Él farfulla un torpe adiós,
ya aún nos escatima un único beso famélico
que la sal de las lágrimas que brotan hace aborrecible."

(citado por Edith Wharton en Una mirada atrás)

Thursday, February 08, 2007

Google, Gógol i la inspiración comunista

Al principio de existir el Google, leí que le habían llamado Google en honor al escritor ruso Nicolai Gógol. También leí que le habían puesto el nombre de un escritor ruso porque era un ingenio de inspiración comunista. Para el pueblo, vaya. Supongo que la inspiración comunista la han ido perdiendo a medida que se han convertido en una multinacional, pero el nombre de Gógol ha permanecido, y me gusta mucho que el nombre de una de las herramientas más populares de internet esté inspirado en un escritor como este.

TRISTÁN E ISOLDA i las Tres Mellizas

“El rey Marc de Cornualles ha encargado una misión a Tristán: ir a Irlanda a buscar a Isolda, la futura reina. Las Mellizas le acompañaran... Después de muchas peripecias, ellas conseguirán deshacer el hechizo que ha hecho que Tristán e Isolda se enamoren. I así ella se casará con el rey y Tristán con su amada Aurora.”

(texto encontrado en Internet)

Cuando he leído eso me he quedado de piedra. Una cosa es que adapten clásicos universales, i la otra muy diferente es que traicionen la esencia de la historia... ¿Qué es eso de que Tristán tenga otra amada que no sea Isolda? ¿Que es eso de deshacer el hechizo? ¿Qué es eso de que no mueran? En fin, supongo que no soy nadie para criticarlo, pero me he quedado de piedra.

Wednesday, February 07, 2007

Carro



"Carro - Vehículo de tracción animal formado por una caja situada sobre uno o dos ejes dotados de ruedas. Dispone de una pieza larga de madera, denominada lanza, que permite unirlo al tiro. Éste se halla compuesto por un número variable de animales, generalmente caballos o bueyes. Con menor frecuencia se emplean asnos o mulas. Los primeros carros fueron inventados por los nómadas del Asia Central cuando, en sus desplazamientos hacia el sudoeste, entraron en contacto con los inventores del torno de alfarero. Los jinetes de las estepas empleaban sus caballos para arrastrar trineos durante los meses de invierno y no tardaron en acoplar la rueda del torno a sus vehículos, transformándolos en carros. Sin embargo, la fabricación de las ruedas resultaba cara y compleja, por lo que los carros quedaron reservados a la nobleza, que los empleaba para la caza y la guerra. Sus ocupantes podían arrojar fácilmente flechas contra el adversario sin poder ser alcanzados por la infantería y durante casi tres mil años los carros de guerra dominaron los campos de batalla del Oriente Próximo y del mediterráneo oriental. Los persas y los macedonios inventaron el carro falcado, cuyas ruedas, dotadas de cuchillas, impedían la aproximación del enemigo, haciéndolos más seguros. No obstante, el invento griego de la formación en falange marcó el inicio de su decadencia y la táctica militar romana acabó definitivamente con ellos. La batalla de Magnesia, en el año 191 a.C., fue la última en la que participaron carros de guerra. A pesar de ello, las bigas y las cuadrigas, tiradas respectivamente por dos y cuatro caballos, fueron ampliamente utilizadas por los romanos en desfiles y carreras. Asimismo, el uso civil de los carros se extendió durante el Imperio Romano y continuaría hasta la popularización de los automóviles durante la segunda mitad del siglo XX. Especial importancia tuvieron las caravanas de carros utilizadas durante la segunda mitad del siglo XIX para la colonización del Oeste norteamericano y del África austral."

(texto que ha llegado a mis manos)

Laguna

Una de las cosas que más despierta mi curiosidad de la Revolución Francesa, del gobierno de Napoleón y de la posterior Restauración, es como se llegó a la situación actual, a la Quinta República. En algún momento tuvieron que hacer una segunda revolución... ¿Qué fue de la Segunda, Tercera y Cuarta Repúblicas? ¿Por qué jamás he oído hablar de ello en ninguna parte?

Simplificación liberadora


Como siempre que estoy un poco depre, me ha dado por un libro de autoayuda. Ara estoy releyendo Simplifique su vida, de Elaine St. James. Mentalmente, ya me he deshecho del robot de cocina, del césped, de las plantas de interior y del barco. Nunca he tenido ni robot de cocina, ni césped, ni plantas de interior, ni barco, pero saber que son tan prescindibles, que es tan fácil deshacerse de ellos, me saca un peso de encima, la verdad.
Me encanta el consejo que habla de no mirar la televisión para no deprimirse con las noticias. De todos modos, sé que si yo confesase que no miro la televisión precisamente por eso más de uno y de una se llevarían las manos a la cabeza, o sea que no lo diré. Los blogs son un buen filtro de la actualidad, pasada por el tamiz de la cultura. O deben ser los blogs que yo leo.
En fin, que ya no me quedan trastos de los que deshacerme, la última vez que leí el libro –no hace tanto- ya los tiré todos. Así y todo, leerlo lo continuo encontrando muy liberador. ¡Todo fuese tan fácil como tener el dinero suficiente para ser pobre de la manera que preconiza este libro!Por cierto, creo que deberían hacer un libro titulado Simplifique su mente, donde se hablase de como liberarse de los quebraderos de cabeza y trastos mentales. ¡Este si que me iría bien!

Tuesday, February 06, 2007

Interpretar música modifica el cerebro


"Un estudio concluye que interpretar música modifica el cerebro: “El experimento mostró que en la persona sin experiencia musical se activó la zona neural relacionada con la percepción auditiva mientras escuchaba la pieza; pero, en la violinista, además se “encendían” de forma espectacular las regiones relacionadas con las emociones, la melodía y el canto. Según Pujol, «cada uno escuchaba una melodía de forma diferente y de acuerdo con sus capacidades cerebrales y entrenamiento. La violinista oía la pieza, la cantaba interiormente y la reproducía mentalmente con sus dedos, una sensación mucho más completa que para la persona profana».” ¿Y no sucederá esto con tantas otras cosas, como leyendo, por ejemplo?"
(fragmento encontrado en Internet)

La felicidad


"¿La felicidad es una obsesión de los tiempos modernos?
Hace dos siglos la esperanza de vida se situaba en torno a los 30 años. La enorme tarea de sobrevivir y procrear ocupaba toda la existencia. Además, la religión te decía que la felicidad no era de este mundo, que debías esperar a la otra vida. Esto ha cambiado radicalmente, pues ahora tenemos cuarenta años de lo que llamo vida redundante en términos evolutivos. O sea que ahora hay tiempo para pensar."

Eduardo Punset
(entrevistado en Qué leer por Antonio Lozano)

Monday, February 05, 2007

Palabras de Tzu


"La consecución de la victoria exige una profunda perspicacia y una planificación previa."

Sun Tzu
El arte de la guerra

Palabras de Faulkner


"Cuando la sombra del marco de la ventana apareció en las cortinas eran entre las siete y las ocho y entonces me encontré de nuevo en el interior del tiempo, oyendo el reloj. Era el del abuelo y cuando padre me lo dio, dijo: Quintín, te doy el mausoleo de toda esperanza y deseo; es más que penosamente posible que lo uses para conseguir la reducto absurdum de toda experiencia humana, lo que no satisfará tus necesidades individuales más de lo que satisfizo las mías o las de mi padre. Te lo doy, no para que recuerdes el tiempo, sino para que consigas olvidarlo de vez en cuando durante un momento y no malgastes todo tu aliento intentando conquistarlo. Porque ninguna batalla se gana jamás, como él decía. Ni tan siquiera se libra. Sólo el campo de batalla revela al hombre su propia locura y desesperación, y la victoria es ilusión de filósofos e idiotas."

William Faulkner
El ruido y la furia

Sunday, February 04, 2007

Inmortalidad


Memorias de Ultratumba. Chateaubriand. He leído el Libro XVI. Muy emocionante. Explica el episodio que acabó, porqué él quiso, con su carrera política a las órdenes de Napoleón. El episodio histórico está muy bien explicado, pero se ve una gran nostalgia del antiguo régimen, de la superioridad de los nobles a costa del pueblo, que la revolución, con todos sus errores, corrigió. Pero no es extraño: los nobles eran los "suyos". Nadie puede leerse eso sin darle la razón, y en cambio... Y es para no perderse el retrato que hace de Napoleón, de la persona, y del emperador. Creo que, a tenor de las conclusiones, Chateaubriand era un gran estadista, pero un poco ingenuo para ser hombre de estado: eso del gobierno es un trabajo sucio, y él no lo ve.
¿Qué conclusión saco de esto? Que, doscientos años después, poco importa quien tuvo razón. Chateaubriand hizo lo que creyó justo, y lo explicó a su manera. Escogió su camino. Napoleó también escogió su camino. Ambos fueron hombres extraordinarios, y se hicieron inmortales, aunque de un modo completamente diferente. Pueden tratarse como iguales, pero yo admiro mucho más a Chateaubriand, que lo consigue sin derramar sangre, sólo escribiendo.
Y algo que casi me pasa por alto: la imagen que da Chateaubriand de Napoleón no diverge en absoluto de la que nos daba Stefan Zweig en Fouché. ( Y Zweig no lo había conocido, a Napoleón, pero sin duda había leído mucho sobre el tema.)

Otro domingo por la tarde en Parma


Si hay alguien que es un poco observador, se habrá dado cuenta que los domingos por la tarde siempre publico algo. Es lógico porqué los domingos por la tarde es cuando tengo más tiempo para leer. Y bien feliz.
Eso es lo que voy a hacer ahora: voy a leer el Libro XVI de las Memorias de Ultratumba. Voy a pasar el domingo por la tarde con Chateaubriand (¡ostras, suerte que para hacer el blog no he de pronunciarlo!

Dilema lingüístico


Desde que hago el blog tengo un dilema con los textos en castellano que son traducciones de otras lenguas: no sé si ponerlos en mi blog, que es en catalán, en la lengua a la que están traducidos, o traducirlos yo misma al catalán. Como sé que todos los lectores que van a leerlo son bilingües, y también entienden el castellano, la tentación de no traducirlos es fuerte. Porqué, en cada nueva traducción, un texto pierde. Pero en cambio sé que si un texto está en catalán o traducido al catalán, y lo pongo en la página en castellano, tengo que traducirlo a la fuerza. La cosa es diferente si se trata de un original en castellano (de Cervantes, por ejemplo). Entonces sí que supongo que se me exime de traducirlo, por aquello de conservar el original. Supongo que el ideal sería poner los textos en la lengua en la fueron escritos, fuese la que fuese. Pero claro, esto no redundaría en la facilidad de comprensión de todo el mundo, precisamente, empezando por mi misma. Además, nunca me ha gustado poner textos en otros idiomas, por si alguien no los domina. Como yo no los domino... En conclusión: lleva más de un año haciendo el blog y aún no sé qué he de hacer, si traducir o no traducir.

Continuo


Sí, sí, ya lo veis. He resuelto los problemas. No puedo estar sin publicar ni un día más. Ay... ¿debería ir al medico?
_ Doctor, doctor, no puedo dejar de escribir el blog. ¿Es grave?
_ ¿Ha probado de salir de casa, de tener amistades, de ocuparse en otras cosas?
_ Sí lo he probado. Y nada ha funcionado.
_ Pues haga, haga, el blog. Reprimirlo sería contraproducente. Si no puede dejarlo, es mejor que lo disfrute tanto como pueda. Contrólelo: escriba sólo un mensaje al día, y un mensaje corto.
_ ¿Usted cree que me curaré nunca?
_ El tiempo lo cura todo. Ahora usted está en una fase aguda, pero ya le pasará, todo pasa en esta vida. Es una enfermedad que dura unos dos años, después remite por si misma. Lo sé por otros pacientes.
_ Así, ¿no debo preocuparme?
_ Curarse sólo es cuestión de tiempo. Mientras puede continuar alimentando al monstruo.
_ Como aquellos científicos locos que perfeccionan incansablemente su invento...

Etiquetando


Estoy etiquetando las entradas del blog. En principio, esto de etiquetar me parecía una tontería, y no quise hacerlo. Ahora me he visto obligada, en cierta manera, aunque sino quisiera hacerlo no tendría porque hacerlo. Pero he pensado que quizá el blog quedaría más ordenado.
La verdad es que me veo con verdaderos problemas para etiquetar algunas entradas, pero en general esto me está sirviendo de recapitulación. Me doy cuenta de que salto mucho de un tema al otro sin mucha lógica, como yo decía que hacía Chateaubriand. Y una cosa es que lo haga él, pero la otra muy diferente es que lo haga yo. Quiero decir que lo que en su libro es una cualidad, en mi blog es claramente un defecto, porqué da una gran sensación de anarquía. Hay unas líneas básicas, pero, como las lianas de la selva de las que hablaba Torga. Como aquellas, son lianas que se entrelazan mucho. Etiquetando he intentando delimitar esas lianas.
Un día leía en un blog que eso de los blogs es escritura fragmentaria, comparable al "zapping". En principio, no estuve de acuerdo: los textos que yo desarrollo tienen un principio y un fin, quizá son cortos, pero no son fragmentos; tienen sentido por si solos. Ahora me doy cuenta que también pueden ser entendidos como a fragmentos de una totalidad, que, al mismo tiempo, también es un fragmento de alguna otra cosa que jamás será escrita. Ni tan solo los fragmentos incluidos en la misma etiqueta dejan de ser partes, no hay un discurso continuo y ligado como una mayonesa. Para mi no son fragmentos, pero tengo que reconocer que componen un discurso fragmentario, en el que quizá se repiten algunos aspectos y se obvian otros.
En principio, he intentado que no hubiese mil categorías, sino que hubiera pocas y que la cosa tuviese un sentido, que sirvieran realmente para ordenar el discurso. También he procurado dar a todas las categorías nombres evocadores y que abarcasen el conjunto descrito. Sé que a medida que vaya escribiendo, tendré que crear nuevas categorías, y me preocupa un poco que la cosa se me descontrole. Pero siempre quedará la posibilidad de tener aquel espacio para la improvisación que puede hacer emocionante el hecho de hacer un blog.
Estoy poniendo etiquetas. Intento ser creativa. Sé que eso es una futilidad con la que el blogguer nos aborrega, y que el fondo no sirve de nada, pero lo hago y me gusta hacerlo. Y me sirve para plantearme cuestiones sobre el blog. Ahora sólo queda seguir escribiendo.